16 mar 2010
Muerte de Marilyn
Todos estos son algunos de los aspectos que van siendo progresivamente novelados a lo largo de la narración. Las sesiones de diván, "sustancia de la historia" como parece sugerir el título, no son mas que pequeñas pinceladas, momentos puntuales y es lo único que yo destacaría.
A medio camino entre la novela y el ensayo, ULTIMAS SESIONES CON MARILYN retrata la compleja relación entre la actriz y su psicoanalista. Para el autor de la historia, fué sobrepasar todos los códigos deontológicos hasta convertirse para ella en una dependencia psicológica y emocional, sin limite. De esta forma, el escritor ha accedido a la persona que se escondía tras la rubia que apasionaba a los hombres, al público y a los cinéfilos.
"La irreparable sensación de abandono que le procuró la ausencia de su madre desde los primeros momentos de su vida obligaron a Marilyn a querer existir a través de la mirada de los otros, su máxima ilusión era la de existir para alguien. Para hablar con Marilyn no era necesario llamar a su secretaria, ni a su agente, ni a su abogado. Se llamaba a su psiquiatra", dice el autor.
Greenson se convirtió en una especie de agente de la actriz. Pagado por los estudios, se encargaba de mantener a la estrella preparada para los rodajes. En algunos momentos fue su única cliente, con la que hablaba varias veces al día, aunque fuera de noche. La relación entre paciente y médico era tan estrecha que se llegó a insinuar la posible implicación de Greenson en la muerte de Marilyn.
Schneider, quien además de escritos técnicos es responsable de una notable biografía sobre el pianista canadiense Glenn Gould, encontró la manera de recrear los últimos treinta meses de la vida de la ex esposa de Arthur Miller, una ficción que le permitió establecer, sin faltar a la verdad, que las cartas con las que jugaba Marilyn estaban marcadas desde mucho antes del desenlace y también su relación con Greenson.
Observo claramente en el libro que a Schneider, el tiempo, el acceso a documentos y a grabaciones, le importa poco, o si los hermanos Kennedy abandonaron brutalmente la compañía ocasional de la diva, mucho menos si tuvo presiones de la Mafia o la Cia tampoco le quitan el sueño, solo que Greenson no soportó lo insoportable de Marilyn y, según él, hizo de madre adoptiva, enamorándose, y condenando así su terapia al fracaso. Se dio cuenta demasiado tarde y se escapó a Europa unos meses, tras la muerte de Marilyn, pero a su regreso sólo faltaba que alguien diera la vuelta a la última carta.
Greenson describe a Marilyn como nadie:
"Era una mujer desesperada y hermosa: esa es la mujer que aparece en la portada del ejemplar de la revista Playboy, en diciembre de 1953. Está en los ojos de todos. Su dolor era tan profundo que imantaba, hipnotizaba, atrapaba. ¿Qué nombraba su dolor? La insatisfacción que, si en la mujer no es una excepción, se hace intolerable para alguien anestesiado. El amor era para ella la mejor anestesia, pero mucho mejor si se combinaba con champán, morfina o nembutal."
ULTIMAS SESIONES CON MARILYN retrata el dueto Greenson-Monroe, como dos seres excepcionales que no debieron haberse conocido nunca.
Existe una frase en el libro que me impactó, dice mas o menos esto:
"La muerte fue la única cosa que podía separarles, fué una historia de amor sin amor, con abandono, malentendidos y desconocimiento, como sucede en todo romance en el que se acaban destruyendo el uno al otro".
Muerte de Marilyn
SESIONES CON EL DR. RALPH GREENSON.
Asumiendo que Marilyn Monroe, ha sido y es el gran icono femenino por excelencia del siglo XX, y que trasciende del ámbito puramente biográfico y artistico, para interesar también en aspectos de índole social y política, creo que fueron estos los “principios fundamentales” que constituyeron el andamiaje de aquella voluminosa novela de Joyce Carol Oates, "Blonde", donde se recreaba la vida de Norma Jean Baker. Y, en buena parte, también son los mismos elementos de la obra del psicoanalista francés Michel Schneider; " ULTIMAS SESIONES CON MARILYN ", finalista del prestigioso Goncourt.
En esta historia novelada, tanto en sentido literal como figurado del término, Schneider logra trasmitir la ilusión de encontrarnos ante un documento de investigación. Tal vez sea precisamente su diseño narrativo lo más interesante de la obra, pues el lector debe plantearse en cada página si lo leído es real o fruto de una imaginación. Los diálogos, obviamente, son ficticios, pero me asalta la duda sobre la veracidad del encuentro recogido. Incluso la sección “Lecturas”, referida a las fuentes de las que bebió el autor, me llevan a un gran desconcierto, pues por una parte se nos dice que;
“Las palabras que aquí se ponen en boca de Marilyn Monroe… provienen de diferentes fuentes: biografías, entrevistas, etc... Si los diálogos, opiniones y cartas han sido inventados por otros, nada tiene que ver el autor de esta novela,…”
No entiendo esta apreciación como censura, sino todo lo contrario, pues es el juego de veracidad-ficción lo más interesante de la obra… desde una perspectiva exclusivamente literaria, claro está. En cierta medida, el autor lleva a la práctica la vieja máxima y muy utilizada por los que han escrito sobre Marilyn:
“Pon fecha y lugar a una mentira y la convertirás en realidad”.
El orden no es cronológico y tampoco todas tienen como protagonista a Marilyn, pues el proceso de la terapia y el propio psicoanalista, Ralph Greenson, funcionan como motor y personaje secundario de la historia. Pero todavía hay algo más, pues el propio proceso de escritura responde a condicionantes propios del género negro; y no me refiero al luctuoso desenlace de la protagonista, sino a las supuestas particularidades que condujeron a la redacción de la novela. En ULTIMAS SESIONES CON MARILYN, Michel Schneider da un giro, una vuelta de tuerca al alabado “New Journalism”, como Truman Capote, en sus tiempos de gloria, y logra atraparnos con la expectación de una trama, haciéndonos olvidar que conocemos el desenlace. La relación que describe entre paciente y enfermo, es para mi lo mas interesante.
De todas formas he querido mostrar el fondo de la obra de Schneider, y se debe fundamentalmente a que nada nuevo se añade sobre la actriz:
El prematuro abandono de la madre
La irresistible necesidad de ser amada
El miedo al rechazo
La incesante búsqueda de la figura paterna entre sus maridos
La Muerte de Marilyn Monroe
Otro testigo de la existencia del cuaderno fue Mike Rothmiller, que trabajaba en la Unidad de Información sobre el Crimen Organizado a fines de los años setenta. En un archivo y dentro de la carpeta dedicada a Marilyn Monroe encontró una copia del diario. La mayoría de las anotaciones eran sobre conversaciones mantenidas con John Kennedy y Robert Kennedy.
Los temas iban desde Rusia, Cuba, la Mafia y finalizaban con Sinatra. En él se refería a Castro como Fidel C. Esta manera de referirse a Castro confirma en cierta forma lo que siempre han sostenido otros investigadores. Pero hay más indicios para suponer que la historia de un diario o, al menos, papeles comprometedores es totalmente real.
Un mes justo antes de morir, Marilyn había retirado los documentos que tenía depositados en la A-1, de "Lock and Safe Company", para guardarlos en su casa, probablemente en el archivador de la habitación de huéspedes, cuya cerradura apareció violentada la mañana del domingo 5 de Agosto. Se sabe que varias personas estuvieron revolviendo sus pertenencias esa noche.
Se ha dicho que Peter Lawford estuvo allí principalmente para limpiar evidencias que la vincularan con los Kennedy; Pat Newcomb, su secretaria, según declaraciones de Norman Jeffries, estaba histérica buscando cosas y tuvo que ser retirada del lugar por la policía y Harry Hall que acompañó a Joe DiMaggio a la mañana siguiente, asegura que el ex marido de Marilyn, anduvo buscando lo que él llamaba un libro, o un cuaderno grueso, pero había desaparecido, junto con muchas notas personales, de los lugares en los que ella solía depositarlos.
El detective privado Fred Otash fue entrevistado en 1985 por la periodista de ABC Sylvia Chase, declarando que había instalados micrófonos en casa de Marilyn y que no estaba seguro, pero creía que fué por encargo del jefe del sindicato, Jimmy Hoffa, que se la tenía jurada a los Kennedy, en particular, a RFK, Fred Otash contó también en la citada entrevista que había muchas cintas del fiscal general y Marilyn haciendo el amor, y una discusión terrible el mismo día de su muerte. Dijo que estaban en el dormitorio de la actriz y ella gritaba:
"¡Me han pasado de uno a otro! ¡Fui usada! ¡Me siento un pedazo de carne!".
Por su parte, Kennedy decía:
"¡¿Dónde está?, ¿Dónde mierda está?! ¡Debo tenerlo! ¡Mi familia te pagará!"
Mientras se oían ruidos característicos de estar revolviendo la habitación. La discusión terminó con sonidos de golpes físicos, seguidos por los gritos de ella ordenando que salieran de su casa.
Yo, considero que el diario de Marilyn duerme actualmente el sueño de los justos en los archivos generales de la CIA, con una enorme observación que dice "TOP SECRET". Esa es mi opinión y no me alejaré nunca de ella, porque la considero la mas lógica.
La Muerte de Marylin Monroe
Nada puede tener mas interés para los que la llevamos en la mente y el corazón, que todo esto va a volar en miles de direcciones por todo el Planeta.... y al menos por una vez, va a prevalecer la verdad sobre las mentiras que se han escrito....
!Mi querida niña..........
Descansa en paz!
Puede que muchos de los historiadores del caso y partidarios de la conspiración, no vean nada nuevo en lo que voy a escribir.
Debo advertir antes que, aquí está toda la verdad y la forma y quienes la utilizaron para acabar con la vida de la actriz. También puede que muchas mentes brillantes hayan visualizado el final, o al menos lo han pensado....¿Qué diferencia hay?.... pues tal vez en que yo he ido simplificando sospechosos inútiles, he clausurado aberturas o posibles salidas, dejando abierto el crimen con toda su crudeza.
Si he pecado de morboso, o de falta de delicadeza al relatar los hechos, pido disculpas, pero todos tienen que saber como fueron los últimos minutos que Marilyn padeció e imaginar la bestialidad tal y como se perpetró, porque a la verdad no le puedo poner antifaz de terciopelo negro.
Lo que ocurrió va a ir punto por punto narrado y esa secuencia la vivirán en primera persona todo aquel que lea mi articulo..... Lo mas triste del caso es que llevo media vida estudiando la muerte de Marilyn Monroe y solo ahora, cuarenta y seis años después del suceso, la luz ha venido a mi, y quiero compartirla con todos los que aún tienen un pensamiento, aunque sea mínimo por ella.
Lástima que solo el Presidente de los EEUU `pueda pedir reabrir el caso, según las leyes de Los Angeles, porque entonces si que nuestra amada Marilyn descansaría en paz.
Antes de entrar en profundidad sobre EL ASESINATO, deseo puntualizar para mayor entendimiento de los lectores que entran en mi website, el móvil, los personajes que pudieron cometerlo, la conspiración tal y como se ideó, todo los puntos de una forma entendible y correcta y no bailar esa danza diabólica de una vorágine de presuntos datos, nombres, horas y fechas, que lo único que consiguen es enredar mas el caso.
Pero antes, me gustaría hacer un breve comentario sobre dos temas que considero muy importantes:
EL MISTERIO DE SU DIARIO
y
LAS SESIONES CON EL DR. RALPH GREENSON.
EL DIARIO DE MARILYN
Algunos aseguran que es absurdo pensar que JFK o su hermano fueran tan imprudentes como para contarle secretos de Estado a una simple amante.
En primer lugar, Marilyn no era una amante más: conocía al Presidente desde la época en que era senador. Además, ella estaba interesada en política y se preocupaba por dejar bien claro que estaba al tanto de toda la actualidad.
Por lo tanto, es probable que hayan hablado de ese tipo de temas en la intimidad y en segundo lugar, de todos es sabido que los Kennedy eran absolutamente imprudentes. Tanto como para compartir amante con un jefe de la Mafia, y mas aún, haber llegado a la presidencia gracias al estrecho margen de votos proporcionados por los sindicatos manejados por la Mafia y el sonido de la voz de un cantante llamado Frank Sinatra. También están los que afirman que Marilyn era demasiado desordenada como para llevar un diario pero quizá justamente por eso lo llevaba.
Varios amigos la vieron escribiendo en diversos momentos de su vida. Entre otros, el periodista James Bacon, que recordaba cómo se divertía viéndola anotar en su cuaderno lo que él acababa de decir.
Además, muchos pacientes del doctor Greenson, afirman que llevar un diario era una exigencia de su terapia, porque durante sus sesiones se analizaban las anotaciones.
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