16 mar 2010
Muerte de Marilyn
SESIONES CON EL DR. RALPH GREENSON.
Asumiendo que Marilyn Monroe, ha sido y es el gran icono femenino por excelencia del siglo XX, y que trasciende del ámbito puramente biográfico y artistico, para interesar también en aspectos de índole social y política, creo que fueron estos los “principios fundamentales” que constituyeron el andamiaje de aquella voluminosa novela de Joyce Carol Oates, "Blonde", donde se recreaba la vida de Norma Jean Baker. Y, en buena parte, también son los mismos elementos de la obra del psicoanalista francés Michel Schneider; " ULTIMAS SESIONES CON MARILYN ", finalista del prestigioso Goncourt.
En esta historia novelada, tanto en sentido literal como figurado del término, Schneider logra trasmitir la ilusión de encontrarnos ante un documento de investigación. Tal vez sea precisamente su diseño narrativo lo más interesante de la obra, pues el lector debe plantearse en cada página si lo leído es real o fruto de una imaginación. Los diálogos, obviamente, son ficticios, pero me asalta la duda sobre la veracidad del encuentro recogido. Incluso la sección “Lecturas”, referida a las fuentes de las que bebió el autor, me llevan a un gran desconcierto, pues por una parte se nos dice que;
“Las palabras que aquí se ponen en boca de Marilyn Monroe… provienen de diferentes fuentes: biografías, entrevistas, etc... Si los diálogos, opiniones y cartas han sido inventados por otros, nada tiene que ver el autor de esta novela,…”
No entiendo esta apreciación como censura, sino todo lo contrario, pues es el juego de veracidad-ficción lo más interesante de la obra… desde una perspectiva exclusivamente literaria, claro está. En cierta medida, el autor lleva a la práctica la vieja máxima y muy utilizada por los que han escrito sobre Marilyn:
“Pon fecha y lugar a una mentira y la convertirás en realidad”.
El orden no es cronológico y tampoco todas tienen como protagonista a Marilyn, pues el proceso de la terapia y el propio psicoanalista, Ralph Greenson, funcionan como motor y personaje secundario de la historia. Pero todavía hay algo más, pues el propio proceso de escritura responde a condicionantes propios del género negro; y no me refiero al luctuoso desenlace de la protagonista, sino a las supuestas particularidades que condujeron a la redacción de la novela. En ULTIMAS SESIONES CON MARILYN, Michel Schneider da un giro, una vuelta de tuerca al alabado “New Journalism”, como Truman Capote, en sus tiempos de gloria, y logra atraparnos con la expectación de una trama, haciéndonos olvidar que conocemos el desenlace. La relación que describe entre paciente y enfermo, es para mi lo mas interesante.
De todas formas he querido mostrar el fondo de la obra de Schneider, y se debe fundamentalmente a que nada nuevo se añade sobre la actriz:
El prematuro abandono de la madre
La irresistible necesidad de ser amada
El miedo al rechazo
La incesante búsqueda de la figura paterna entre sus maridos
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