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Impresionismo una visita virtual
18 ene 2010
""DEUDAS""
DEUDAS
Me debes la ilusión que compartimos,
el aroma profundo de las rosas,
el silencio que opuse a tus lamentos
las miradas perdidas, las veredas,
aquel afán que te sembré en el pelo.
Me debes la pasión, la incertidumbre,
el estoico indagar por tus axilas,
el canto atropellado del jilguero,
la envidia del clavel y la azucena.
Me debes por lo menos un arroyo
de lágrimas y un monte de tristeza,
la ausencia involuntaria de mis manos,
el frío que te quité, las posesiones.
Me debes la inocencia compartida,
el sigilo del pez, la noche oscura,
la risa, la mirada, el compromiso,
la luna que te puse entre las sienes.
Me debes la memoria, los trigales,
el sol que iluminó tu cuerpo entero,
los sueños que sembré sobre tu frente,
los labios que dejé por tus rincones.
Y me debes, por fin, no se te olvide,
la llave de la puerta de mis ojos
que te entregué como se entrega el alma
cuando la soledad mortificaba
y quebraba la voz de tus anhelos.
J.M. Junco E.
Me debes la ilusión que compartimos,
el aroma profundo de las rosas,
el silencio que opuse a tus lamentos
las miradas perdidas, las veredas,
aquel afán que te sembré en el pelo.
Me debes la pasión, la incertidumbre,
el estoico indagar por tus axilas,
el canto atropellado del jilguero,
la envidia del clavel y la azucena.
Me debes por lo menos un arroyo
de lágrimas y un monte de tristeza,
la ausencia involuntaria de mis manos,
el frío que te quité, las posesiones.
Me debes la inocencia compartida,
el sigilo del pez, la noche oscura,
la risa, la mirada, el compromiso,
la luna que te puse entre las sienes.
Me debes la memoria, los trigales,
el sol que iluminó tu cuerpo entero,
los sueños que sembré sobre tu frente,
los labios que dejé por tus rincones.
Y me debes, por fin, no se te olvide,
la llave de la puerta de mis ojos
que te entregué como se entrega el alma
cuando la soledad mortificaba
y quebraba la voz de tus anhelos.
J.M. Junco E.
No te rindas
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti
No te rindas
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti
No te rindas
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