La gaviota que escucha a Manuel Rivas
Manuel Rivas leyó ayer su discurso de ingreso en la Real Academia Gallega y mientras lo hizo, en el Paraninfo de la Universidad de A Coruña, que fue una antigua fábrica de armas, vimos que le escuchaba una gaviota. Atenta, aupada en una de las farolas del paseo marítimo coruñés, la gaviota era parte de un paisaje bellísimo: detrás de donde habló Rivas, el mar, los barcos de recreo, los contenedores, una mañana muy feliz de Galicia, sol, aire limpio.
El escritor llegó al sitio con un tojo que le había traído su hermano Paco del monte, hizo su discurso, una excursión emocionante por la historia literaria de su pueblo, asustado a veces por el drama de la historia, y firme siempre su reivindicación de la salud y la libertad como modos de vivir en la tierra. Su asunto era A boca da literatura.
Memoria, ecoloxía, lingua, y su propósito era narrar la raíz de su propia literatura a partir de la vida y la literatura de los que le han precedido. Rivas convierte la memoria de los que le precedieron en la memoria propia, y de ello, de esa experiencia que tiene raíces ancestrales, en la antigüedad de su pueblo, de su país y de su familia, ha hecho una gran literatura emocional, que se agarra a los riscos de Galicia tanto como se agarra al alma con la que vive.
El académico que le respondió, Xosé Luis Axeitos, dijo que Los libros arden mal es el libro en el que Rivas vuelca lo mejor de sí, la novela que lo representa como poeta, como escritor, como gallego y como ser humano, uno de los más nobles tipos que yo he conocido en mi ya larga vida de acompañante de escritores. Y es cierto, esa novela, que tiene más de setecientas páginas, indaga sobre el momento en que se interrumpe la libertad en Coruña, comienza la guerra civil y se inicia la persecución de los hombres y de su más preciado alimento, las ideas, la palabra, la cultura. Rivas quiso hacer este acto de ayer en la cárcel coruñesa, que tanto tiene que ver con ese símbolo y que durante un tiempo fue también paisaje del escritor.
Finalmente la Academia no pudo disponer de esas instalaciones penitenciarias y convirtió el hermoso paisaje del Paraninfo en el lugar donde el autor de La lengua de las mariposas congregó a sus antepasados literarios y familiares, y donde se juntaron sus amigos, sus lectores y lectoras, sus familiares más cercanos, y los académicos que le dieron la bienvenida al más joven de los miembros de esta docta institución.
La excursión que hizo Rivas por la historia personal y literaria que le vincula hondamente con su pueblo levantó de sus sillas a los concurrentes. Esta mañana le escribía Anton Reixa a Manolo en su columna de Xornal, el periódico gallego: "Eu, Manolo, tiven unha visión epifánica da sombra curvadamente orgullosa de Lois Pereiro polo corredor daquel andar madrileño do Paseo de Extremadura e do brillo nos ollos e a dozura da tua irmá María na Porta Faxeiras mostrándome un dos teus primeiros artigos no Ideal Gallego".
Muchos tenemos esa imagen de María, y de sus padres, y de Isabel y de sus hijos, de los numerosos hermanos de Isabel Mariño, la esposa de Manuel, y muchos tenemos esa imagen fresca, comprometida, humilde y generosa, fuerte, que a lo largo de los años, y ya tiene más de medio siglo, han convertido a Rivas en un escritor inspirado que inspira. Cuando acabó el acto, un joven vino a saludarme, y yo apunté en una esquina del libro que reproduce el discurso lo que el muchacho me dijo mirándome a los ojos: "Este es un momento histórico".
Lo comenté con José Luis Cuerda, el director de la versión en cine de La lengua de las mariposas, cuyo guión es también de Rafael Azcona. Y Cuerda me dijo: "Pues tiene razón ese chico, tuve esa misma sensación mientras estaba en el Paraninfo, que este es un momento histórico". Le comenté a Rivas aquella anécdota de la gaviota sentada, tan atenta a su discurso. Y cómo él había hablado en su discurso de lo importante que es escuchar me dijo: "A lo mejor estaba escuchando el mar".
13 dic 2009
Cuando España pecó en el Sahara
No es seguro que Aminetu Haidar logre su objetivo de volver a El Aaiún, pero es evidente que ha conseguido situar en el primer plano de la actualidad el conflicto del Sáhara Occidental. Se trata de un problema incómodo para España desde que, en 1975, el último Gobierno de Franco decidió abdicar de sus compromisos en el territorio y abandonarlo en manos de Marruecos y Mauritania. A día de hoy, el Sáhara Occidental es, según Naciones Unidas, el último territorio de África por descolonizar. Y el Estado español mantiene en él claras responsabilidades legales.
Un juzgado de Las Palmas valida la actuación policial en el 'caso Haidar'
Tras 18 años, la ONU no ha celebrado el referéndum de autodeterminación
La comunidad internacional no reconoce la soberanía marroquí
La relación de España con el Sáhara se remonta nada menos que a 1884. Aquel año, Antonio Cánovas envió una expedición que levantó el primer asentamiento español en Villa Cisneros (actual Dajla). El territorio estaba habitado por tribus nómadas, cuyas caravanas recorrían el desierto en busca de pastos para sus animales o comerciando con la sal que obtenían en los yacimientos de Iyil (hoy en Mauritania). Los militares que en las décadas sucesivas fueron destinados a aquel trozo de desierto propiciaron un proceso de sedentarización. En 1934 fundaron la ciudad de El Aaiún.
El territorio gozó de relativa paz hasta que Marruecos obtuvo la independencia. En 1957, bandas armadas inspiradas por el entonces príncipe heredero, Mulay Hassan, que más tarde reinaría como Hassan II, atacaron las fortificaciones españolas. Francia vio en aquellos guerrilleros un peligro para su colonia de Mauritania, y decidió ayudar a Franco a exterminarlas. Fue el primer intento del Gobierno de Rabat para apoderarse del Sáhara.
El segundo -y, por ahora, definitivo- intento se produjo el 6 de noviembre de 1975. Hassan II lanzó a 350.000 civiles marroquíes sobre la frontera norte del territorio. Era la Marcha Verde. Franco agonizaba y su Gobierno, presidido por Carlos Arias Navarro, no supo afrontar el doble reto que le lanzaban el monarca alauí y los independentistas saharauis del Frente Polisario, que desde hacía dos años hostigaban a las tropas españolas. Arias firmó con Marruecos y Mauritania los llamados Acuerdos de Madrid, por los que España abandonaba el territorio y lo dejaba en manos de estos dos países. El 28 de febrero de 1976 fue arriada la última bandera española en El Aaiún.
La ocupación se produjo a sangre y fuego. Cientos de civiles saharauis fueron masacrados con bombas de napalm y fósforo blanco mientras intentaban huir hacia Argelia. El Polisario se estableció en Tinduf, al sur de este último país, y durante 16 años combatió a los invasores. En 1979 logró que Mauritania le devolviera la parte del territorio que ocupaba, pero Marruecos la invadió inmediatamente. Bajo los auspicios de Naciones Unidas, ambos contendientes firmaron un alto el fuego en 1991.
El compromiso alcanzado con la ONU consistía en celebrar un referéndum de autodeterminación. Con ese fin, Naciones Unidas envió al territorio una fuerza de paz: la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental). Desde el principio, Marruecos torpedeó todos los intentos para llevar a buen puerto la consulta. Para ello contó con el apoyo incondicional de Francia y con el consentimiento de Estados Unidos. Todos los enviados especiales del secretario general de la ONU se han estrellado contra la actitud inamovible de Rabat. A día de hoy, tras 18 años de presencia ininterrumpida en el territorio que han costado cerca de 2.000 millones de dólares, la Minurso no ha logrado celebrar el referéndum. Ni siquiera ha obtenido competencias en materia de derechos humanos; sólo se dedica a observar el mantenimiento del alto el fuego.
Las posturas están claras: Marruecos ocupa el Sáhara Occidental, donde, junto a más de 150.000 colonos marroquíes, habitan unas 70.000 personas de ascendencia saharaui. Desde los campamentos de refugiados de Tinduf, donde viven unos 100.000 saharauis, el Polisario dirige una campaña diplomática internacional para exigir el cumplimiento del referéndum. Y varios miles de saharauis más han engrosado una diáspora que tiene en España y en Mauritania sus principales destinos.
El problema del Sáhara es, probablemente, la última herencia del franquismo no resuelta de la Transición española. En los 34 años transcurridos desde que España abandonó el territorio, los saharauis no han cesado de exigir a España que cumpla con las responsabilidades de las que abdicó en 1975.
Sus reclamaciones tienen base, pues la ONU considera ilegales los Acuerdos de Madrid. El departamento jurídico de la organización dictaminó en 2002 que "los Acuerdos de Madrid no han transferido la soberanía del Sáhara Occidental ni han otorgado a ninguno de los firmantes el estatus de potencia administradora, estatus que España no puede transferir unilateralmente".
Ello es así hasta el punto de que la responsabilidad de salvamento en aguas del Sáhara no corresponde a Marruecos, sino que sigue estando, de iure, en manos de España, según establece la Organización Marítima Internacional.
Éstas son las bases del conflicto del Sáhara, que Aminetu Haidar ha situado en el primer plano de la actualidad.
Un juzgado de Las Palmas valida la actuación policial en el 'caso Haidar'
Tras 18 años, la ONU no ha celebrado el referéndum de autodeterminación
La comunidad internacional no reconoce la soberanía marroquí
La relación de España con el Sáhara se remonta nada menos que a 1884. Aquel año, Antonio Cánovas envió una expedición que levantó el primer asentamiento español en Villa Cisneros (actual Dajla). El territorio estaba habitado por tribus nómadas, cuyas caravanas recorrían el desierto en busca de pastos para sus animales o comerciando con la sal que obtenían en los yacimientos de Iyil (hoy en Mauritania). Los militares que en las décadas sucesivas fueron destinados a aquel trozo de desierto propiciaron un proceso de sedentarización. En 1934 fundaron la ciudad de El Aaiún.
El territorio gozó de relativa paz hasta que Marruecos obtuvo la independencia. En 1957, bandas armadas inspiradas por el entonces príncipe heredero, Mulay Hassan, que más tarde reinaría como Hassan II, atacaron las fortificaciones españolas. Francia vio en aquellos guerrilleros un peligro para su colonia de Mauritania, y decidió ayudar a Franco a exterminarlas. Fue el primer intento del Gobierno de Rabat para apoderarse del Sáhara.
El segundo -y, por ahora, definitivo- intento se produjo el 6 de noviembre de 1975. Hassan II lanzó a 350.000 civiles marroquíes sobre la frontera norte del territorio. Era la Marcha Verde. Franco agonizaba y su Gobierno, presidido por Carlos Arias Navarro, no supo afrontar el doble reto que le lanzaban el monarca alauí y los independentistas saharauis del Frente Polisario, que desde hacía dos años hostigaban a las tropas españolas. Arias firmó con Marruecos y Mauritania los llamados Acuerdos de Madrid, por los que España abandonaba el territorio y lo dejaba en manos de estos dos países. El 28 de febrero de 1976 fue arriada la última bandera española en El Aaiún.
La ocupación se produjo a sangre y fuego. Cientos de civiles saharauis fueron masacrados con bombas de napalm y fósforo blanco mientras intentaban huir hacia Argelia. El Polisario se estableció en Tinduf, al sur de este último país, y durante 16 años combatió a los invasores. En 1979 logró que Mauritania le devolviera la parte del territorio que ocupaba, pero Marruecos la invadió inmediatamente. Bajo los auspicios de Naciones Unidas, ambos contendientes firmaron un alto el fuego en 1991.
El compromiso alcanzado con la ONU consistía en celebrar un referéndum de autodeterminación. Con ese fin, Naciones Unidas envió al territorio una fuerza de paz: la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental). Desde el principio, Marruecos torpedeó todos los intentos para llevar a buen puerto la consulta. Para ello contó con el apoyo incondicional de Francia y con el consentimiento de Estados Unidos. Todos los enviados especiales del secretario general de la ONU se han estrellado contra la actitud inamovible de Rabat. A día de hoy, tras 18 años de presencia ininterrumpida en el territorio que han costado cerca de 2.000 millones de dólares, la Minurso no ha logrado celebrar el referéndum. Ni siquiera ha obtenido competencias en materia de derechos humanos; sólo se dedica a observar el mantenimiento del alto el fuego.
Las posturas están claras: Marruecos ocupa el Sáhara Occidental, donde, junto a más de 150.000 colonos marroquíes, habitan unas 70.000 personas de ascendencia saharaui. Desde los campamentos de refugiados de Tinduf, donde viven unos 100.000 saharauis, el Polisario dirige una campaña diplomática internacional para exigir el cumplimiento del referéndum. Y varios miles de saharauis más han engrosado una diáspora que tiene en España y en Mauritania sus principales destinos.
El problema del Sáhara es, probablemente, la última herencia del franquismo no resuelta de la Transición española. En los 34 años transcurridos desde que España abandonó el territorio, los saharauis no han cesado de exigir a España que cumpla con las responsabilidades de las que abdicó en 1975.
Sus reclamaciones tienen base, pues la ONU considera ilegales los Acuerdos de Madrid. El departamento jurídico de la organización dictaminó en 2002 que "los Acuerdos de Madrid no han transferido la soberanía del Sáhara Occidental ni han otorgado a ninguno de los firmantes el estatus de potencia administradora, estatus que España no puede transferir unilateralmente".
Ello es así hasta el punto de que la responsabilidad de salvamento en aguas del Sáhara no corresponde a Marruecos, sino que sigue estando, de iure, en manos de España, según establece la Organización Marítima Internacional.
Éstas son las bases del conflicto del Sáhara, que Aminetu Haidar ha situado en el primer plano de la actualidad.
lA eLEGANCIA DEL eRIZO
Hay libros que parecen inspirados por las hadas, que cautivan al lector con historias aparentemente sencillas y que sin embargo no lo son. Que la complejidad adopte una apariencia simple, delicada, amena e incluso expectante es un trabajo de altura que ha logrado la escritora francesa Muriel Barbery en esta novela.
La Elegancia del Erizo es la crónica de la vida de dos mujeres, una niña y la portera del edificio donde viven, que optan por camuflar su inteligencia, su cultura e inquietudes.
Lo hacen desarrollando el rol que se espera de ellas: el de una niña de 10 años un tanto críptica y el de una portera que se pasa la vida viendo televisión y ejerciendo los tópicos propios de su oficio.
El tratamiento que de ellas hace Barbery es el de dos cenicientas cuyo encanto no reside precisamente en su físico, sino en la riqueza de sus personalidades formadas al margen de los convencionalismos y apoyadas en la cultura.
De ahí la definición de “La elegancia del Erizo” que hace Paloma referida a la señora Michel, “por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes”.
En este cuento las princesas son felices bajo su apariencia insulsa y vulnerable, y no anhelan más que seguir viviendo tranquilas bajo sus caparazones.
Es un punto de partida fantástico, aderezado con reflexiones aparentemente sencillas pero de gran calado intelectual y vital.
Esas páginas son las que van enganchando al lector a una filosofía despojada de artificio y apegada a la vida que aparece en el “diario del movimiento del mundo” y en ese compendio de “ideas profundas”, en el caso de Paloma, la niña; y también en las reflexiones de la portera en torno al cine japonés, la pintura clásica o la literatura rusa; o en su sagacidad para determinar el talante intelectual de una persona por cómo coloca una coma.
Son regalos al lector por su expresión sencilla y “sedosa”, un epíteto por el que comparto gusto con la señora Michel, portera del edificio de la calle Grenelle.
Hay tramos de la novela que recuerdan fabulas muy al estilo de Amelie,(nADA QUE VER)N7UY
0 la película de Jean-Pierre Jeunet, pero esta no es una comedia romántica, ni una historia preciosista sin más.
La novela está llena de matices y no se queda en la superficialidad efectista de cuan listas pueden ser sus protagonistas, sino que sus pensamientos y actos se encuadran en una realidad a la que se analiza y crítica, eso si, lejos de las meditaciones cartesianas y de la fenomenología que tanto desconciertan a la señora Michel.
También hay un importante componente de crítica social, de disección de la nueva burguesía europea que ya empieza a utilizar el disfraz de la progresía, aunque sin demasiado éxito en su afán de disimulo.
Lo cierto es que La elegancia del Erizo se ha convertido en todo un fenómeno editorial potenciado por el boca a boca de los que han degustado sus páginas. Cuando se lee, se entiende porqué.
La Elegancia del Erizo es la crónica de la vida de dos mujeres, una niña y la portera del edificio donde viven, que optan por camuflar su inteligencia, su cultura e inquietudes.
Lo hacen desarrollando el rol que se espera de ellas: el de una niña de 10 años un tanto críptica y el de una portera que se pasa la vida viendo televisión y ejerciendo los tópicos propios de su oficio.
El tratamiento que de ellas hace Barbery es el de dos cenicientas cuyo encanto no reside precisamente en su físico, sino en la riqueza de sus personalidades formadas al margen de los convencionalismos y apoyadas en la cultura.
De ahí la definición de “La elegancia del Erizo” que hace Paloma referida a la señora Michel, “por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes”.
En este cuento las princesas son felices bajo su apariencia insulsa y vulnerable, y no anhelan más que seguir viviendo tranquilas bajo sus caparazones.
Es un punto de partida fantástico, aderezado con reflexiones aparentemente sencillas pero de gran calado intelectual y vital.
Esas páginas son las que van enganchando al lector a una filosofía despojada de artificio y apegada a la vida que aparece en el “diario del movimiento del mundo” y en ese compendio de “ideas profundas”, en el caso de Paloma, la niña; y también en las reflexiones de la portera en torno al cine japonés, la pintura clásica o la literatura rusa; o en su sagacidad para determinar el talante intelectual de una persona por cómo coloca una coma.
Son regalos al lector por su expresión sencilla y “sedosa”, un epíteto por el que comparto gusto con la señora Michel, portera del edificio de la calle Grenelle.
Hay tramos de la novela que recuerdan fabulas muy al estilo de Amelie,(nADA QUE VER)N7UY
0 la película de Jean-Pierre Jeunet, pero esta no es una comedia romántica, ni una historia preciosista sin más.
La novela está llena de matices y no se queda en la superficialidad efectista de cuan listas pueden ser sus protagonistas, sino que sus pensamientos y actos se encuadran en una realidad a la que se analiza y crítica, eso si, lejos de las meditaciones cartesianas y de la fenomenología que tanto desconciertan a la señora Michel.
También hay un importante componente de crítica social, de disección de la nueva burguesía europea que ya empieza a utilizar el disfraz de la progresía, aunque sin demasiado éxito en su afán de disimulo.
Lo cierto es que La elegancia del Erizo se ha convertido en todo un fenómeno editorial potenciado por el boca a boca de los que han degustado sus páginas. Cuando se lee, se entiende porqué.
Dominar el mundo
Dominar el mundo
Les presentamos un adelanto del próximo libro del Dr. Joseph Mabalotti, titulado Cómo dominar el mundo con un blog (sin gastar un duro), después de los éxitos internacionales Cómo hacerse rico con un blog (sin gastar un duro), y Cómo ligar más con un blog (sin gastar un duro). Licenciado por la Universidad de Wisconsi en Psicosociología Neuroatómica y experto en la relación entre Nuevas tecnologías, el Yo Primario y los Ellos Pluriconectados, así como en Onanismos Electrónicos y Mecanismos de Repetición Interactivos. Aquí, el Dr. Mabalotti nos ofrece las claves primeras para dominar el mundo (o si se prefiere una parcela concreta del mismo) con algo tan simple como un blog.
Algunas personas me han pedido consejo sobre un tema que hasta ahora nunca había tratado de forma directa, aunque sí tangencialmente en mis anteriores éxitos editoriales que centraban su atención en ese lucero electrónico que es el blog. Se trata, ni más ni menos, de cómo conquistar el mundo con una herramienta en apariencia tan básica como esta.
Un blog es un arma cargada de futuro, eso sí, y no la poesía, como dijo el poeta con nula visión profética, sobre un arte en franca decadencia. Sí, créaselo, con un blog puede usted alcanzar poder, influencia, tejer una red de partículas humanas que pueda usted manejar a su antojo, para los fines que se haya planteado, sean estos de la bondad y calidad que sean, oscuros y maquivélicos o diáfanos, puros y bienintencionados. Allá usted con sus ideas.
Pudiera ser peligroso este libro de no caer en buenas manos, pero eso ya es algo que no nos incumbe, por incontrolable. Usted, que es un perfecto fracasado, sea buena o mala persona, y cuyo índice de poder está por los suelos, y ya harto de ordenar cosas y que no le hagan caso, podrá levantar cabeza si sigue los consejos que aquí expondré. Será una persona feliz, este libro le hará dichoso, con solo mover un dedo agitará conciencias, desestabilizará gobiernos, ministerios y diputaciones (y no digamos alcaldías), la gente le saludará y besará por la calle y estarán dispuestos a hacer lo que quiera por usted; manifestarse, quemar autobuses, libros, extranjeros, o lo que quiera. Usted decide, por una vez en su vida. Su mujer se plegará a su deseos, nunca más tendrá que soportar como le ordena cambiarse el pantalón porque no está planchado, o esa camisa con el cuello sobado que tanto le gusta. Desde hoy, una vez leído este libro y con paciencia y algo de práctica, podrá usted ser una persona influyente; prepárese para acaparar portadas de periódicos y suplementos dominicales, córtese el pelo, cómprese ropa buena, anote desde ya discursos y frases de aúpa, no deje que el poder y la fama le sorprendan en bragas.
Las tradicionales formas de poder están obsoletas, caballero. Esos señores de traje que se dan mucho la mano en la televisión y sonríen arrugándose los rostros con grandes esfuerzos y de forma tan desagradable tienen los días contados.
El futuro es de individuos como usted que confían en las Nuevas Tecnologías y creen en ellos mismos; el futuro es de individuos inteligentes como usted que no quieren dejar pasar su oportunidad de dominar el mundo, o al menos una parcela de este.
Su momento llegará, solo tiene que seguir mis consejos al pie de la letra. La dificultad que esto entrañará será mínima, pues hasta una criatura de cinco años podría entender y poner en práctica estos sencillos consejos. Si es usted un individuo de cinco años permítame que le felicite, tiene usted un gran futuro por delante.
Felipe González será un torpe vendedor de coches usados a su lado.
Sí, sepa usted que el futuro se leerá en esa GRATUITA (sí, leyó bien, gratuita) herramienta que puede usted encontrar en Internet; el blog.
Son muchos los aspirantes a dominar el planeta, pero no desespere, con este libro usted apartará a todos de un manotazo, como si un rebaño de moscas en invierno se tratase. Para ello no deberá gastar un céntimo, porque los blogs son gratis. Sí, repito, gratis, ha leído usted bien. Puede usted tener tantos como quiera, y nadie tendrá que pagar por leerle. Es la otra cara de la moneda; no se desilusione, el dinero y el poder vendrán después -si solo le interesa hacerse rico, dejando de lado el poder y la gloria, lea mi otro libro Cómo hacerse rico con un blog (sin gastar un duro).
Hay ejemplos variados de personas que ya se están aprovechando de esta herramienta para hacerse con el control de sus pueblos; veáse el caso clarísimo de Beppe Grillo en Italia, mucho más famoso en ese país que el tipo ese que es presidente de la República y que ya casi nadie se acuerda cómo se llama, o Félix de Azúa, un caso parecido en Cataluña, cuyo poder intelectual es tal que cualquier día, cuando le toquen mucho las varices, o las narices, con un chasquido de dedos acabará con esa banda de viejas señoronas con bigote que se pasean en coches oficiales por Barcelona, y por el cual CiU, ese gran partido de catalanistas gordos, estuvo a punto de desintegrarse como un meteorito al contacto con la atmósfera hace poco. Es el nuevo poder; el poder de crear opinión fácil e instantáneamente. Ya vale de no poder decir qué está bien y qué está mal, o de que no le hagan a usted caso. Ha llegado, caballero, o señora, su momento. Para ello déjeme recomendarle tres cosas que toda persona bien nacida al enfrentarse a una actividad, sea esta hacer una ajada, un corte de pelo, un blog o el mismísimo acto sexual, debería tener muy en cuenta:
1.- Si va a hacer algo (en este caso escribir en un blog) hágalo con amor. Eso es lo primero; puede usted utilizar otras expresiones dependiendo de su extracción social; por ejemplo, la que dice, hágalo con cojones, que es lo mismo pero cambiando el corazón por una parte del cuerpo más baja. El resultado es el mismo. Dejemos que grandes videntes de la humanidad nos aconsejen ellos mismos (esta sería otra lección; las citas bien metidas convencen al más reticente. En temas peliagudos recurra a nombres indiscutibles y reputados; un Churchill, un Jesucristo...). Philip K. Dick nos dice sobre un hombre que conoció: “Cada vez que me siento para empezar una novela o relato, siempre me viene el recuerdo de ese hombre. Creo que me enseñó a escribir por amor, y no por ambición. Es una buena lección para cualquier ocupación en este mundo.” Pues sí, señores, para ser poderosos antes hemos de olvidarnos de esa ambición; hemos de movernos por amor, o por testículos, como prefiera. Y sobre el arte nos lo dice también el antes mentado Félix de Azúa, que viene al pelo a esto que tratamos aquí: “Las cosas hay que hacerlas con ganas. No otra cosa es el arte, y ya está bien, creo yo, de delirios filosóficos. Arte quiere decir eso, hacer las cosas como es debido o como Dios manda, siendo Dios, en este caso, uno mismo si tiene agallas para serlo.”
2.- Arriésguese, no sea cobarde. Entre la nada y la equivocación, elija siempre la equivocación. Arrepiéntase únicamente de lo que no ha hecho o dicho. Cuando tenga algo qué decir, y lo diga por amor (es decir, si le sale de dentro, más arriba o más abajo) no se corte. Si mete la pata ya tendrá usted tiempo de rectificar y cuando sea poderoso y domine el mundo, o su parte, ya borrará huellas para que nadie se lo eche en cara. Ya ajustará usted después cuentas con su pasado. Usted va a decir lo que quiera, lo que de verdad piense, sin insultar a nadie, claro, que genera mucha desconfianza, y esa valentía causará admiración y deseos de obedecerle por el común de los mortales. Ya lo dijo Stephen King, el rey del terror: “"...te aseguro que hoy en día, a las puertas del siglo veintiuno, escribir narrativa no tiene nada que ver con la cobardía intelectual. Los aspirantes a censores son legión, y aunque no coincidan todos con sus prioridades, a grandes rasgos quieren todos lo mismo: que veas el mundo como ellos... o, como mínimo, calles lo que ves diferente".
3.- Antes de escribir pálpese y compruebe que está vivo; si es así golpee el suelo con sus pantuflas o zapatos para comprobar la solidez del suelo y lo bien que resiste el peso de su cuerpo. Ya puede empezar; va a escribir de tú a tú, dejará los cielos retóricos y abstractos por el frío baldosín de su casa o de la taberna, donde quiera que escriba. Si alguien le molesta y le pide que le compre un paquete de pañuelos o su mujer entra en su cuarto y le pregunta dónde están las llaves mientras se marca un chotis no se pare ni por un momento ni crea usted que está en su derecho de desconcentrarse. Así, con esas niñerías no dominará usted ni su comunidad de vecinos. Lo que no mata engorda, tenga eso en cuenta. Aprenda a ser sensible como un mulo o un buey también; aprenda a escribir poemas mientras le muelen a palos y practiques técnicas coercitivas de manipulación cerebral mientras es arrastrado como un saco por un caballo a toda velocidad. Nunca ceje en su empeño, pero no olvide que usted no es más listo ni más hábil que nadie y que eso, saberlo, le hace fuerte, y lo contrario le debilita. Tenga usted en cuenta que dominar el mundo no es cosa tan importante que cualquiera que lea este libro y tenga más de cinco años no pueda hacerlo; como dije, solo requiere ganas, cierto arrojo y no olvidar que lo que usted hace, dominar el mundo, no lo convierten en alguien especial ni superior a nadie.
Como dijo el Maestro Yoda entrenando a Luke Skywalker en “El Imperio contraataca”: “No trates de hacerlo... Hazlo o no lo hagas. De lo contrario, ni siquiera vale la pena que lo intentes.”
A dominar el mundo hermanos.
Les presentamos un adelanto del próximo libro del Dr. Joseph Mabalotti, titulado Cómo dominar el mundo con un blog (sin gastar un duro), después de los éxitos internacionales Cómo hacerse rico con un blog (sin gastar un duro), y Cómo ligar más con un blog (sin gastar un duro). Licenciado por la Universidad de Wisconsi en Psicosociología Neuroatómica y experto en la relación entre Nuevas tecnologías, el Yo Primario y los Ellos Pluriconectados, así como en Onanismos Electrónicos y Mecanismos de Repetición Interactivos. Aquí, el Dr. Mabalotti nos ofrece las claves primeras para dominar el mundo (o si se prefiere una parcela concreta del mismo) con algo tan simple como un blog.
Algunas personas me han pedido consejo sobre un tema que hasta ahora nunca había tratado de forma directa, aunque sí tangencialmente en mis anteriores éxitos editoriales que centraban su atención en ese lucero electrónico que es el blog. Se trata, ni más ni menos, de cómo conquistar el mundo con una herramienta en apariencia tan básica como esta.
Un blog es un arma cargada de futuro, eso sí, y no la poesía, como dijo el poeta con nula visión profética, sobre un arte en franca decadencia. Sí, créaselo, con un blog puede usted alcanzar poder, influencia, tejer una red de partículas humanas que pueda usted manejar a su antojo, para los fines que se haya planteado, sean estos de la bondad y calidad que sean, oscuros y maquivélicos o diáfanos, puros y bienintencionados. Allá usted con sus ideas.
Pudiera ser peligroso este libro de no caer en buenas manos, pero eso ya es algo que no nos incumbe, por incontrolable. Usted, que es un perfecto fracasado, sea buena o mala persona, y cuyo índice de poder está por los suelos, y ya harto de ordenar cosas y que no le hagan caso, podrá levantar cabeza si sigue los consejos que aquí expondré. Será una persona feliz, este libro le hará dichoso, con solo mover un dedo agitará conciencias, desestabilizará gobiernos, ministerios y diputaciones (y no digamos alcaldías), la gente le saludará y besará por la calle y estarán dispuestos a hacer lo que quiera por usted; manifestarse, quemar autobuses, libros, extranjeros, o lo que quiera. Usted decide, por una vez en su vida. Su mujer se plegará a su deseos, nunca más tendrá que soportar como le ordena cambiarse el pantalón porque no está planchado, o esa camisa con el cuello sobado que tanto le gusta. Desde hoy, una vez leído este libro y con paciencia y algo de práctica, podrá usted ser una persona influyente; prepárese para acaparar portadas de periódicos y suplementos dominicales, córtese el pelo, cómprese ropa buena, anote desde ya discursos y frases de aúpa, no deje que el poder y la fama le sorprendan en bragas.
Las tradicionales formas de poder están obsoletas, caballero. Esos señores de traje que se dan mucho la mano en la televisión y sonríen arrugándose los rostros con grandes esfuerzos y de forma tan desagradable tienen los días contados.
El futuro es de individuos como usted que confían en las Nuevas Tecnologías y creen en ellos mismos; el futuro es de individuos inteligentes como usted que no quieren dejar pasar su oportunidad de dominar el mundo, o al menos una parcela de este.
Su momento llegará, solo tiene que seguir mis consejos al pie de la letra. La dificultad que esto entrañará será mínima, pues hasta una criatura de cinco años podría entender y poner en práctica estos sencillos consejos. Si es usted un individuo de cinco años permítame que le felicite, tiene usted un gran futuro por delante.
Felipe González será un torpe vendedor de coches usados a su lado.
Sí, sepa usted que el futuro se leerá en esa GRATUITA (sí, leyó bien, gratuita) herramienta que puede usted encontrar en Internet; el blog.
Son muchos los aspirantes a dominar el planeta, pero no desespere, con este libro usted apartará a todos de un manotazo, como si un rebaño de moscas en invierno se tratase. Para ello no deberá gastar un céntimo, porque los blogs son gratis. Sí, repito, gratis, ha leído usted bien. Puede usted tener tantos como quiera, y nadie tendrá que pagar por leerle. Es la otra cara de la moneda; no se desilusione, el dinero y el poder vendrán después -si solo le interesa hacerse rico, dejando de lado el poder y la gloria, lea mi otro libro Cómo hacerse rico con un blog (sin gastar un duro).
Hay ejemplos variados de personas que ya se están aprovechando de esta herramienta para hacerse con el control de sus pueblos; veáse el caso clarísimo de Beppe Grillo en Italia, mucho más famoso en ese país que el tipo ese que es presidente de la República y que ya casi nadie se acuerda cómo se llama, o Félix de Azúa, un caso parecido en Cataluña, cuyo poder intelectual es tal que cualquier día, cuando le toquen mucho las varices, o las narices, con un chasquido de dedos acabará con esa banda de viejas señoronas con bigote que se pasean en coches oficiales por Barcelona, y por el cual CiU, ese gran partido de catalanistas gordos, estuvo a punto de desintegrarse como un meteorito al contacto con la atmósfera hace poco. Es el nuevo poder; el poder de crear opinión fácil e instantáneamente. Ya vale de no poder decir qué está bien y qué está mal, o de que no le hagan a usted caso. Ha llegado, caballero, o señora, su momento. Para ello déjeme recomendarle tres cosas que toda persona bien nacida al enfrentarse a una actividad, sea esta hacer una ajada, un corte de pelo, un blog o el mismísimo acto sexual, debería tener muy en cuenta:
1.- Si va a hacer algo (en este caso escribir en un blog) hágalo con amor. Eso es lo primero; puede usted utilizar otras expresiones dependiendo de su extracción social; por ejemplo, la que dice, hágalo con cojones, que es lo mismo pero cambiando el corazón por una parte del cuerpo más baja. El resultado es el mismo. Dejemos que grandes videntes de la humanidad nos aconsejen ellos mismos (esta sería otra lección; las citas bien metidas convencen al más reticente. En temas peliagudos recurra a nombres indiscutibles y reputados; un Churchill, un Jesucristo...). Philip K. Dick nos dice sobre un hombre que conoció: “Cada vez que me siento para empezar una novela o relato, siempre me viene el recuerdo de ese hombre. Creo que me enseñó a escribir por amor, y no por ambición. Es una buena lección para cualquier ocupación en este mundo.” Pues sí, señores, para ser poderosos antes hemos de olvidarnos de esa ambición; hemos de movernos por amor, o por testículos, como prefiera. Y sobre el arte nos lo dice también el antes mentado Félix de Azúa, que viene al pelo a esto que tratamos aquí: “Las cosas hay que hacerlas con ganas. No otra cosa es el arte, y ya está bien, creo yo, de delirios filosóficos. Arte quiere decir eso, hacer las cosas como es debido o como Dios manda, siendo Dios, en este caso, uno mismo si tiene agallas para serlo.”
2.- Arriésguese, no sea cobarde. Entre la nada y la equivocación, elija siempre la equivocación. Arrepiéntase únicamente de lo que no ha hecho o dicho. Cuando tenga algo qué decir, y lo diga por amor (es decir, si le sale de dentro, más arriba o más abajo) no se corte. Si mete la pata ya tendrá usted tiempo de rectificar y cuando sea poderoso y domine el mundo, o su parte, ya borrará huellas para que nadie se lo eche en cara. Ya ajustará usted después cuentas con su pasado. Usted va a decir lo que quiera, lo que de verdad piense, sin insultar a nadie, claro, que genera mucha desconfianza, y esa valentía causará admiración y deseos de obedecerle por el común de los mortales. Ya lo dijo Stephen King, el rey del terror: “"...te aseguro que hoy en día, a las puertas del siglo veintiuno, escribir narrativa no tiene nada que ver con la cobardía intelectual. Los aspirantes a censores son legión, y aunque no coincidan todos con sus prioridades, a grandes rasgos quieren todos lo mismo: que veas el mundo como ellos... o, como mínimo, calles lo que ves diferente".
3.- Antes de escribir pálpese y compruebe que está vivo; si es así golpee el suelo con sus pantuflas o zapatos para comprobar la solidez del suelo y lo bien que resiste el peso de su cuerpo. Ya puede empezar; va a escribir de tú a tú, dejará los cielos retóricos y abstractos por el frío baldosín de su casa o de la taberna, donde quiera que escriba. Si alguien le molesta y le pide que le compre un paquete de pañuelos o su mujer entra en su cuarto y le pregunta dónde están las llaves mientras se marca un chotis no se pare ni por un momento ni crea usted que está en su derecho de desconcentrarse. Así, con esas niñerías no dominará usted ni su comunidad de vecinos. Lo que no mata engorda, tenga eso en cuenta. Aprenda a ser sensible como un mulo o un buey también; aprenda a escribir poemas mientras le muelen a palos y practiques técnicas coercitivas de manipulación cerebral mientras es arrastrado como un saco por un caballo a toda velocidad. Nunca ceje en su empeño, pero no olvide que usted no es más listo ni más hábil que nadie y que eso, saberlo, le hace fuerte, y lo contrario le debilita. Tenga usted en cuenta que dominar el mundo no es cosa tan importante que cualquiera que lea este libro y tenga más de cinco años no pueda hacerlo; como dije, solo requiere ganas, cierto arrojo y no olvidar que lo que usted hace, dominar el mundo, no lo convierten en alguien especial ni superior a nadie.
Como dijo el Maestro Yoda entrenando a Luke Skywalker en “El Imperio contraataca”: “No trates de hacerlo... Hazlo o no lo hagas. De lo contrario, ni siquiera vale la pena que lo intentes.”
A dominar el mundo hermanos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)