2.560 ANIVERSARIO DEL PADRE DE LA FILOSOFÍA ORIENTAL
Google celebra el nacimiento de Confucio
28 de septiembre de 2009.
El famoso buscador Google hace un homenaje al nacimiento hace 2.560 años del filósofo oriental Confucio, con el lanzamiento de un nuevo 'doodle' o logotipo de carácter mundial.
Google ya nos tiene acostumbrados a hacer diversos homenajes a personalidades, artistas, inventos científicos y en este caso, a filósofos como Confucio quien nació hace 2.560 años en China y marcó un antes y un después en el mundo de los pensadores.
Ya la semana pasada, uno de los 'doodles' que lanzó este gran buscador creó una gran polémica en España ya que no esta preparado para que se viese en nuestro país y si el usuario pinchaba en la imagen de Google aparecía el siguiente mensaje: "Not for Spain". La compañía ya aclaró que se trataba de un fallo humano de los ingenieros que resolvieron en pocos minutos.
EL ÁRBOL GENEALÓGICO DE CONFUCIO
La ciudad de Qufu, donde el filósofo comenzó a impartir sus enseñanzas, fue el centro de las celebraciones, que también incluyeron la II Conferencia Mundial Confuciana, con 300 pensadores de 21 países, para debatir las teorías del filósofo.
En la localidad más de 10.000 personas, entre descendientes, estudiosos y representantes de embajadas extranjeras y organizaciones internacionales participaron en las ceremonias de homenaje a Confucio.
También se entregaron en el fin de semana los Premios Confucio a la Alfabetización, concedidos por la UNESCO a cuatro proyectos educativos en Afganistán y Filipinas.
El árbol genealógico de descendientes de Confucio fue presentado en el templo en honor al sabio en Qufu, tiene 43.000 páginas e incluye más del doble de descendientes que la versión anterior de en 1937 y en la que había 600.000 nombres.
Me hubiera gustado estar ahí.
28 sept 2009
24 sept 2009
El documental 'El deseo y la realidad'
La Generación del 27 en una grabación inédita
El documental 'El deseo y la realidad' contiene las únicas imágenes en movimiento que existen de los poetas en esos años
ELPAÍS.com - Madrid - 23/09/2009
El Instituto Cervantes y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) han presentado hoy a los medios informativos un documental que contiene las únicas imágenes en movimiento que existen de los escritores de la Generación del 27, rodadas en 1928 por Juan Guerrero Ruiz. El vídeo, de 61 minutos de duración y dirigido por Rafael Zarza y Fernando González de Canales, lleva por título El deseo y la realidad. Imágenes y palabras de los poetas del 27. Se estrenará mañana jueves en un acto público en la sede central del Cervantes en Madrid a las 19:30 horas, ha informado esta institución a través de un comunicado.
A FONDO
Nacimiento: 16-12-1902 Lugar: El Puerto de Santa María Federico García Lorca
Por primera vez salen a la luz, filmaciones inéditas y fotografías -algunas, también inéditas- de la mítica Generación del 27. Luis Cernuda, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Manuel Altolaguirre y Fernando Villalón, entre otros, aparecen en unas imágenes en movimiento hasta ahora nunca vistas.
La directora del Cervantes, Carmen Caffarel, ha destacado en rueda de prensa la relevancia de este "documento único", que "va a ser visionado en los 72 centros que tenemos en todo el mundo, acompañado de mesas redondas y coloquios que pondrán en valor a una de las principales generaciones de nuestra literatura." El Instituto hará todo lo posible "para que sea un documento visto y vivido".
El vídeo contiene además las voces originales de Luis Cernuda, de Miguel Hernández o de María Teresa León, quien lee un extracto de Marinero en tierra, de su esposo Rafael Alberti. Escritores como Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena, Ignacio Gómez de Liaño y Luis Muñoz dan voz a poemas que escribieron Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Pedro Salinas y Rafael Alberti, respectivamente.
Las imágenes fueron rodadas hace 80 años por Juan Guerrero Ruiz con una cámara Pathé Baby de 9,5 milímetros. Los 24 rollos de película filmada (con una duración total de unos 15 minutos) son probablemente parte de un documental que Juan Guerrero Ruiz (Murcia, 1893 - Madrid, 1955) intentó realizar sobre la Generación del 27, de la que fue uno de sus grandes pilares. Guerrero Ruiz, secretario de Juan Ramón Jiménez, fue amigo y colaborador de poetas y pintores, y fundador de revistas literarias como Índice y Verso y Prosa.
Rafael Zarza, diseñador y cineasta, rescató por casualidad -su padre era amigo del hijo de Juan Guerrero- esas secuencias inéditas en las que podemos ver a buena parte de los entonces muy jóvenes poetas del 27. Ese material inédito fue sometido a un largo y complicado proceso de restauración por parte de la Filmoteca Española desde 1979.
Zarza, autor de la idea original y del guión, es también director y guionista de la cinta junto con Fernando González de Canales. Según ha desvelado, ha rechazado numerosas ofertas de compra del material de Guerrero porque lo que le interesaba era dirigir él mismo este trabajo, como finalmente ha conseguido. Ha descartado que el vídeo vaya a verse en los cines porque "un estreno comercial lo banaliza" y ha manifestado su satisfacción por que el Instituto Cervantes lo lleve por todos sus centros a lo largo de 2010.
Las imágenes en movimiento -destacan las de Lorca en Buenos Aires y las entrevistas realizadas a Neruda, Alberti y Guillén- se complementan con fotografías (algunas, también inéditas) en las que podemos ver diferentes momentos de la vida de García Lorca, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y José Bergamín.
El vídeo incluye además poemas de Juan Ramón (recitados por Luis Alberto de Cuenca), de Cernuda (leídos por Villena), de Salinas (por Gómez de Liaño), de Jorge Guillén (por Ignacio Merino), de Alberti (por Luis Muñoz), de Lorca, Gerardo Diego, Altolaguirre, Dámaso, Bergamín, Aleixandre, Neruda, Miguel Hernández y Fernando Villalón. La música original es de Iván Guerrero.
El título del documental -El deseo y la realidad- está inspirado en el célebre libro recopilatorio de la poesía de Luis Cernuda La realidad y el deseo. Tiene dos partes: en la primera (años 1927 y 1928) se refleja "el deseo" vital de aquellos jóvenes poetas; en la segunda parte (años 1929 a 1936) se plasma "la realidad" en la que discurrirán sus vidas.
En 1983, un ya anciano Jorge Guillén vio en su domicilio malagueño una copia en vídeo de las películas de Juan Guerrero contenidas en el documental. Días después escribió el poema Misterioso, el último antes de morir, referido a esas imágenes y que comienza así: "Pasa el vídeo misterioso / vuelve el pasado en movimiento, / y el instante insignificante / llega enseguida a conmovernos."
El próximo mes de noviembre, el documental podrá verse en la Residencia de Estudiantes (Madrid) en el marco de la exposición ¿Aquel momento ya es una leyenda Ochenta años del 27 (1927-2007) que organizan la SECC, la Residencia de Estudiantes y la Junta de Andalucía.
El documental 'El deseo y la realidad' contiene las únicas imágenes en movimiento que existen de los poetas en esos años
ELPAÍS.com - Madrid - 23/09/2009
El Instituto Cervantes y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) han presentado hoy a los medios informativos un documental que contiene las únicas imágenes en movimiento que existen de los escritores de la Generación del 27, rodadas en 1928 por Juan Guerrero Ruiz. El vídeo, de 61 minutos de duración y dirigido por Rafael Zarza y Fernando González de Canales, lleva por título El deseo y la realidad. Imágenes y palabras de los poetas del 27. Se estrenará mañana jueves en un acto público en la sede central del Cervantes en Madrid a las 19:30 horas, ha informado esta institución a través de un comunicado.
A FONDO
Nacimiento: 16-12-1902 Lugar: El Puerto de Santa María Federico García Lorca
Por primera vez salen a la luz, filmaciones inéditas y fotografías -algunas, también inéditas- de la mítica Generación del 27. Luis Cernuda, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Manuel Altolaguirre y Fernando Villalón, entre otros, aparecen en unas imágenes en movimiento hasta ahora nunca vistas.
La directora del Cervantes, Carmen Caffarel, ha destacado en rueda de prensa la relevancia de este "documento único", que "va a ser visionado en los 72 centros que tenemos en todo el mundo, acompañado de mesas redondas y coloquios que pondrán en valor a una de las principales generaciones de nuestra literatura." El Instituto hará todo lo posible "para que sea un documento visto y vivido".
El vídeo contiene además las voces originales de Luis Cernuda, de Miguel Hernández o de María Teresa León, quien lee un extracto de Marinero en tierra, de su esposo Rafael Alberti. Escritores como Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena, Ignacio Gómez de Liaño y Luis Muñoz dan voz a poemas que escribieron Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Pedro Salinas y Rafael Alberti, respectivamente.
Las imágenes fueron rodadas hace 80 años por Juan Guerrero Ruiz con una cámara Pathé Baby de 9,5 milímetros. Los 24 rollos de película filmada (con una duración total de unos 15 minutos) son probablemente parte de un documental que Juan Guerrero Ruiz (Murcia, 1893 - Madrid, 1955) intentó realizar sobre la Generación del 27, de la que fue uno de sus grandes pilares. Guerrero Ruiz, secretario de Juan Ramón Jiménez, fue amigo y colaborador de poetas y pintores, y fundador de revistas literarias como Índice y Verso y Prosa.
Rafael Zarza, diseñador y cineasta, rescató por casualidad -su padre era amigo del hijo de Juan Guerrero- esas secuencias inéditas en las que podemos ver a buena parte de los entonces muy jóvenes poetas del 27. Ese material inédito fue sometido a un largo y complicado proceso de restauración por parte de la Filmoteca Española desde 1979.
Zarza, autor de la idea original y del guión, es también director y guionista de la cinta junto con Fernando González de Canales. Según ha desvelado, ha rechazado numerosas ofertas de compra del material de Guerrero porque lo que le interesaba era dirigir él mismo este trabajo, como finalmente ha conseguido. Ha descartado que el vídeo vaya a verse en los cines porque "un estreno comercial lo banaliza" y ha manifestado su satisfacción por que el Instituto Cervantes lo lleve por todos sus centros a lo largo de 2010.
Las imágenes en movimiento -destacan las de Lorca en Buenos Aires y las entrevistas realizadas a Neruda, Alberti y Guillén- se complementan con fotografías (algunas, también inéditas) en las que podemos ver diferentes momentos de la vida de García Lorca, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y José Bergamín.
El vídeo incluye además poemas de Juan Ramón (recitados por Luis Alberto de Cuenca), de Cernuda (leídos por Villena), de Salinas (por Gómez de Liaño), de Jorge Guillén (por Ignacio Merino), de Alberti (por Luis Muñoz), de Lorca, Gerardo Diego, Altolaguirre, Dámaso, Bergamín, Aleixandre, Neruda, Miguel Hernández y Fernando Villalón. La música original es de Iván Guerrero.
El título del documental -El deseo y la realidad- está inspirado en el célebre libro recopilatorio de la poesía de Luis Cernuda La realidad y el deseo. Tiene dos partes: en la primera (años 1927 y 1928) se refleja "el deseo" vital de aquellos jóvenes poetas; en la segunda parte (años 1929 a 1936) se plasma "la realidad" en la que discurrirán sus vidas.
En 1983, un ya anciano Jorge Guillén vio en su domicilio malagueño una copia en vídeo de las películas de Juan Guerrero contenidas en el documental. Días después escribió el poema Misterioso, el último antes de morir, referido a esas imágenes y que comienza así: "Pasa el vídeo misterioso / vuelve el pasado en movimiento, / y el instante insignificante / llega enseguida a conmovernos."
El próximo mes de noviembre, el documental podrá verse en la Residencia de Estudiantes (Madrid) en el marco de la exposición ¿Aquel momento ya es una leyenda Ochenta años del 27 (1927-2007) que organizan la SECC, la Residencia de Estudiantes y la Junta de Andalucía.
Recuerden
Recuerden
MARUJA TORRES 24/09/2009
En cada nueva reaparición del señor Aznar me vienen a la mente dos películas. Una, sólo aplicable a este caso por, precisamente, el título, es el hitchcockiano Recuerda; la segunda viene a cuento por el título, Remember my name (1978, Alan Rudolph), y por la trama, que muestra a una despechada Geraldine Chaplin regresando al que fue su hogar y vengándose de su ex marido, casado con otra.
Primero Chile y ahora Londres, siempre a lomos de esa FAES que pagamos entre todos, ese nido de cerebros fríos y neoconservadores. En sus actuaciones, nuestro incansable Josemari representa como nadie el apogeo de la ceniza que un país puede alcanzar en democracia, la miseria moral. Enriquecido y pimpante, cejijunto (qué sino tenemos con las cejas de los gobernantes), prístino en su oscurantismo. Cuanto es humano en el mejor sentido le es ajeno. Cuanto sirve para afianzar los intereses de la clase que representa -la derecha arribista, ultramontana, zafia y sin complejos-, le vale. ¿A quién puede extrañarle que el Partido Popular se pase por la entrepierna el asunto Gürtel, que aplauda a sus corruptos y que sus líderes mientan y calumnien sin medida, con desfachatez? Su paladín -que en su primera campaña electoral se dejó fotografiar para este periódico disfrazado de Cid Campeador, azote de herejes- tenía a Rupert Murdoch escondido en la guantera del coche, para ordeñarlo en cuanto dejara el cargo de presidente.
La izquierda comete idioteces y además las dice. Su peor estupidez, histórica, es su tendencia a la división o al acorazamiento, o a ambos; su lejanía de la realidad cuando está en el poder, sus promesas incumplidas, su patosidad y su optimismo a destiempo. Víctima de los tiempos, además, prescinde de sus mayores. Es nuestra, y nos duelen sus fallos.
Pero recuerden al que echamos, y recuerden su nombre.
MARUJA TORRES 24/09/2009
En cada nueva reaparición del señor Aznar me vienen a la mente dos películas. Una, sólo aplicable a este caso por, precisamente, el título, es el hitchcockiano Recuerda; la segunda viene a cuento por el título, Remember my name (1978, Alan Rudolph), y por la trama, que muestra a una despechada Geraldine Chaplin regresando al que fue su hogar y vengándose de su ex marido, casado con otra.
Primero Chile y ahora Londres, siempre a lomos de esa FAES que pagamos entre todos, ese nido de cerebros fríos y neoconservadores. En sus actuaciones, nuestro incansable Josemari representa como nadie el apogeo de la ceniza que un país puede alcanzar en democracia, la miseria moral. Enriquecido y pimpante, cejijunto (qué sino tenemos con las cejas de los gobernantes), prístino en su oscurantismo. Cuanto es humano en el mejor sentido le es ajeno. Cuanto sirve para afianzar los intereses de la clase que representa -la derecha arribista, ultramontana, zafia y sin complejos-, le vale. ¿A quién puede extrañarle que el Partido Popular se pase por la entrepierna el asunto Gürtel, que aplauda a sus corruptos y que sus líderes mientan y calumnien sin medida, con desfachatez? Su paladín -que en su primera campaña electoral se dejó fotografiar para este periódico disfrazado de Cid Campeador, azote de herejes- tenía a Rupert Murdoch escondido en la guantera del coche, para ordeñarlo en cuanto dejara el cargo de presidente.
La izquierda comete idioteces y además las dice. Su peor estupidez, histórica, es su tendencia a la división o al acorazamiento, o a ambos; su lejanía de la realidad cuando está en el poder, sus promesas incumplidas, su patosidad y su optimismo a destiempo. Víctima de los tiempos, además, prescinde de sus mayores. Es nuestra, y nos duelen sus fallos.
Pero recuerden al que echamos, y recuerden su nombre.
21 sept 2009
'El secreto de sus ojos' "El pasado siempre vuelve"
"El pasado siempre vuelve"
ROCÍO GARCÍA - San Sebastián - 21/09/2009
A Juan José Campanella le fascina la memoria y más desde hace un tiempo. Le vienen rondando una serie de preguntas sobre el pasado. Le gusta mirar atrás y ver las decisiones que uno ha tomado en la vida, por qué lo hizo y cuándo. También el cómo sería esa vida de haber seguido otro camino y, por encima de todo, cómo la mirada del recuerdo lo disfraza todo.
Todo estas reflexiones le coincidieron con la lectura de un libro de Eduardo Sacheri, una historia policial que transcurre en los años de plomo de la Argentina de los 70, esa época en la que comenzó a gestarse el horror de la dictadura.
De ahí nace El secreto de sus ojos, su decimotercera película, con la que por primera vez compite en el Festival de Cine de San Sebastián y que se proyectó ayer en la sección oficial.
Un cineasta en estado de gracia
Juan José Campanella
Director de 'El secreto de sus ojos'.
Se le ve contento a Campanella, no sólo por todos los runrunes que se van oyendo en el certamen sobre la buena acogida que están teniendo las proyecciones del filme, sino por el éxito, que les ha superado en Argentina, donde se estrenó hace cinco semanas y ya ha sido vista por 1.300.000 espectadores.
"En el cine no existe la felicidad, sino el alivio.
Estás tan preparado para las críticas malas, por ejemplo, que cuando son buenas no te pones contento, sólo te alivias. Lo mismo cuando empieza a acudir la gente al cine. Uno nunca se espera un éxito así".
El secreto de sus ojos, protagonizada por Ricardo Darín -actor con el que Campanella ha trabajado ya en cuatro ocasiones-, Soledad Villamil y Guillermo Francella, narra la vuelta de un antiguo secretario de un juzgado a un crimen que ha permanecido imborrable en su memoria desde hace 25 años, así como a un pasado de amor y amistad. "A mí no me da miedo el pasado", asegura el realizador de El hijo de la novia. "Cuando uno sale de experiencias traumáticas, ya sean personales o colectivas, lo primero que trata es de curarse y de salir para adelante sin mirar atrás.
En ocasiones, esta actitud negadora que puede ser muy terapéutica en algunos momentos se vuelve en contra a la larga. Las heridas hay que cerrarlas, porque el pasado siempre tiende a volver. Para continuar viviendo, hay que mirar atrás y no dejar heridas abiertas".
El filme es una mezcla de comedia y drama con tintes policíacos y de suspense, en el que se mezclan el poder, la corrupción, la amistad, la muerte y la falsa justicia en Argentina. Campanella sabe que las críticas al poder judicial son fuertes, pero también que la gente que trabaja en tribunales está muy contenta con su película.
"En ningún lugar del mundo la justicia es justa. No creo que la situación judicial sea peor en Argentina que en otros lugares del mundo. Estoy seguro de que acá, en España, también han quedado libres personas culpables y que, por el contrario, se ha metido en prisión a gente de manera injusta.
Lo que sé es que en Argentina hay gente dentro del sistema que trata de que las cosas salgan lo mejor posible, y por eso a ellos les dediqué la película".
El secreto de sus ojos supone una novedad importante en la filmografía de Campanella. Por primera vez, ha rodado un largometraje en digital y está que no se lo cree. "No vuelvo más al cine. Lo hice por temas económicos, pero ahora después de la experiencia lo haría por temas creativos.
Encontré todo lo que tengo en el cine, más material ilimitado sin problema de costo, la posibilidad de hacer escenas de quince minutos sin parar. A mí me gusta mucho hacer toma tras toma sin parar y no tener que decir corten y que los actores vuelvan al principio.
Cada vez que uno dice corten, uno abre la puerta a un batallón de maquilladores, peluqueros, técnicos y demás y se corta el clima".
La suerte y la tenacidad han ido paralelas en la vida de este cineasta que asegura no haber podido tomar muchas decisiones y que después de unos años muy duros en Estados Unidos -de búsqueda de su carrera, de no encontrar un camino y de seguir sin embargo en él, de soledad y sin dinero-, consiguió a la edad de 40 años con El mismo amor, la misma lluvia el sueño de vivir contando historias. "La única decisión que quizás pude tomar fue la de seguir, y me alegro de haberlo hecho, no abandonar esto y dedicarme a otra cosa", recordaba feliz ayer.
ROCÍO GARCÍA - San Sebastián - 21/09/2009
A Juan José Campanella le fascina la memoria y más desde hace un tiempo. Le vienen rondando una serie de preguntas sobre el pasado. Le gusta mirar atrás y ver las decisiones que uno ha tomado en la vida, por qué lo hizo y cuándo. También el cómo sería esa vida de haber seguido otro camino y, por encima de todo, cómo la mirada del recuerdo lo disfraza todo.
Todo estas reflexiones le coincidieron con la lectura de un libro de Eduardo Sacheri, una historia policial que transcurre en los años de plomo de la Argentina de los 70, esa época en la que comenzó a gestarse el horror de la dictadura.
De ahí nace El secreto de sus ojos, su decimotercera película, con la que por primera vez compite en el Festival de Cine de San Sebastián y que se proyectó ayer en la sección oficial.
Un cineasta en estado de gracia
Juan José Campanella
Director de 'El secreto de sus ojos'.
Se le ve contento a Campanella, no sólo por todos los runrunes que se van oyendo en el certamen sobre la buena acogida que están teniendo las proyecciones del filme, sino por el éxito, que les ha superado en Argentina, donde se estrenó hace cinco semanas y ya ha sido vista por 1.300.000 espectadores.
"En el cine no existe la felicidad, sino el alivio.
Estás tan preparado para las críticas malas, por ejemplo, que cuando son buenas no te pones contento, sólo te alivias. Lo mismo cuando empieza a acudir la gente al cine. Uno nunca se espera un éxito así".
El secreto de sus ojos, protagonizada por Ricardo Darín -actor con el que Campanella ha trabajado ya en cuatro ocasiones-, Soledad Villamil y Guillermo Francella, narra la vuelta de un antiguo secretario de un juzgado a un crimen que ha permanecido imborrable en su memoria desde hace 25 años, así como a un pasado de amor y amistad. "A mí no me da miedo el pasado", asegura el realizador de El hijo de la novia. "Cuando uno sale de experiencias traumáticas, ya sean personales o colectivas, lo primero que trata es de curarse y de salir para adelante sin mirar atrás.
En ocasiones, esta actitud negadora que puede ser muy terapéutica en algunos momentos se vuelve en contra a la larga. Las heridas hay que cerrarlas, porque el pasado siempre tiende a volver. Para continuar viviendo, hay que mirar atrás y no dejar heridas abiertas".
El filme es una mezcla de comedia y drama con tintes policíacos y de suspense, en el que se mezclan el poder, la corrupción, la amistad, la muerte y la falsa justicia en Argentina. Campanella sabe que las críticas al poder judicial son fuertes, pero también que la gente que trabaja en tribunales está muy contenta con su película.
"En ningún lugar del mundo la justicia es justa. No creo que la situación judicial sea peor en Argentina que en otros lugares del mundo. Estoy seguro de que acá, en España, también han quedado libres personas culpables y que, por el contrario, se ha metido en prisión a gente de manera injusta.
Lo que sé es que en Argentina hay gente dentro del sistema que trata de que las cosas salgan lo mejor posible, y por eso a ellos les dediqué la película".
El secreto de sus ojos supone una novedad importante en la filmografía de Campanella. Por primera vez, ha rodado un largometraje en digital y está que no se lo cree. "No vuelvo más al cine. Lo hice por temas económicos, pero ahora después de la experiencia lo haría por temas creativos.
Encontré todo lo que tengo en el cine, más material ilimitado sin problema de costo, la posibilidad de hacer escenas de quince minutos sin parar. A mí me gusta mucho hacer toma tras toma sin parar y no tener que decir corten y que los actores vuelvan al principio.
Cada vez que uno dice corten, uno abre la puerta a un batallón de maquilladores, peluqueros, técnicos y demás y se corta el clima".
La suerte y la tenacidad han ido paralelas en la vida de este cineasta que asegura no haber podido tomar muchas decisiones y que después de unos años muy duros en Estados Unidos -de búsqueda de su carrera, de no encontrar un camino y de seguir sin embargo en él, de soledad y sin dinero-, consiguió a la edad de 40 años con El mismo amor, la misma lluvia el sueño de vivir contando historias. "La única decisión que quizás pude tomar fue la de seguir, y me alegro de haberlo hecho, no abandonar esto y dedicarme a otra cosa", recordaba feliz ayer.
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