12 jul 2009
SOBREDOSIS O ASESINATO
Michael Jacson ha muerto. Parecía que por fin descansaría n paz sin necesidad de anéstesicos ni barbitúrcos, como fuera lo importante es que encontrase esa respuesta que buscaba desde los 4 años.Quiero que me quieran, decía, mientras cantaba cualquier canción.
Pero ahora parece que descubren que muere de asesinato, digo yo que ahi estamos como al principio, los médicos a los que él pagaba para que le suministraban las medicinas y drogas, ellos sabían que antes o después moriria. O sea que lo estaban matando con su consentimiento.
No creo descubrir nada si digo que si la causa de muerte es sobredosis no cobraran Seguro y si es asesinato, se buscara a esos médicos sin escrúpulos o añadidos al carro del Rey.
Nadie era capaz de decirle a Jacson que estaba desnudo sin vestido,,,,recuerden el cuento del Traje del Emperador, todos les suministraban maquillajes , pelucas, trajes extraños y mascarillas y sombrero.
Ahora toda la familia dice que lo asesinaron y buscan al médico que era de su confianza y lo iba matando con su consentimiento.
Vaya que todo lo que "debia" con su muerte ha pagado de sobra sus deudad y además dobla las ganancias.
Pues eso el mismo se iba matando hace años pero falta un juez que lo ratifique para cobrar un inmenso seguro, que hará ricos a los que les rodea. Los que saldrán mal parados serán sus hijos, él que tanto los protegió temblará de verlos en los medios de Comunicación y mira que son guapos. Espero que para ellos reine el Sentido Común....y no estén dando noticias sobre ellos para recabar más dinero.....No les auguro un buen futuro, claro que nadie de ese mundo le interesa nada salvo hacer negocio de su memoria.....
Pero ahora parece que descubren que muere de asesinato, digo yo que ahi estamos como al principio, los médicos a los que él pagaba para que le suministraban las medicinas y drogas, ellos sabían que antes o después moriria. O sea que lo estaban matando con su consentimiento.
No creo descubrir nada si digo que si la causa de muerte es sobredosis no cobraran Seguro y si es asesinato, se buscara a esos médicos sin escrúpulos o añadidos al carro del Rey.
Nadie era capaz de decirle a Jacson que estaba desnudo sin vestido,,,,recuerden el cuento del Traje del Emperador, todos les suministraban maquillajes , pelucas, trajes extraños y mascarillas y sombrero.
Ahora toda la familia dice que lo asesinaron y buscan al médico que era de su confianza y lo iba matando con su consentimiento.
Vaya que todo lo que "debia" con su muerte ha pagado de sobra sus deudad y además dobla las ganancias.
Pues eso el mismo se iba matando hace años pero falta un juez que lo ratifique para cobrar un inmenso seguro, que hará ricos a los que les rodea. Los que saldrán mal parados serán sus hijos, él que tanto los protegió temblará de verlos en los medios de Comunicación y mira que son guapos. Espero que para ellos reine el Sentido Común....y no estén dando noticias sobre ellos para recabar más dinero.....No les auguro un buen futuro, claro que nadie de ese mundo le interesa nada salvo hacer negocio de su memoria.....
Anchoas versus Trajes
Biografía de una anchoa
JUAN CRUZ 12/07/2009
Vota Resultado 16 votos
Con la anchoa siempre hemos sido injustos, y ahora le ha tocado la cruz que ha puesto sobre ella Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia. Ya la había consolidado el cántabro Revilla como objeto de regalo, y Rita la convierte en un instrumento de corrupción. Y todo lo hace la señora Barberá por defender al señor Camps, su correligionario. Rajoy había dicho que quienes persiguen a Camps son inquisidores. Para la alcaldesa son traficantes de anchoas. Qué contraste de sabores.
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
Ella tiene derecho a defender a Camps, faltaría más; y no es la única. Es verdad que es la única a la que se le ha ocurrido semejante metáfora que deja a la anchoa a la altura del tiburón. Es curioso: cuando se habla de gente capaz de hacer de la nada un dinerito, se cita al tiburón como estímulo para imaginar sus habilidades. Ahora ha habido un caso, el del ex jefe de los espías, Alberto Saiz, que saltó a la palestra, entre otras cosas, porque lo hallaron cautivando a un pez espada y trucó las fotos. Pez espada, tiburón, anchoa. Qué mar tan animado.
La anchoa no se había visto en otra. En el triste camino que hizo Antonio Machado hacia el exilio y la muerte, en La Escala, la anchoa es algo así como el sabor del paraíso; pero Machado pasó de largo, hacia un destino que le aguardaba desnudo como los hijos de la mar. Ésa sí que era una metáfora: desnudo, como los hijos de la mar.
Pero Barberá no fue a las sutilezas de la poesía, sino a las vituallas de la guardarropía, y perdón por el pareado. ¿Un traje? Y qué más da: peor son las anchoas. ¿Peor? Las anchoas son riquísimas, y aunque cuesten baratas -lo dijo Revilla-, alimentan y entonan. Demasiada sal es un peligro, pero también las dan sin sal; ahora cualquier cosa, hasta los trajes, los hacen sin.
Las anchoas son, pues, un alimento recomendable. Y por eso lo regala Revilla. Claro, él regala anchoas del Cantábrico, que son las que Rita ha convertido en instrumento del cohecho. Le regaló anchoas a Zapatero, persíganlo. Luego resultó que le regala anchoas a todo Cristo, incluidos Camps y Rajoy.
Podía haberle regalado anchoas a Rita Barberá. La primera vez que este cronista vio a la alcaldesa, ella comía anchoas con tomate en una arrocería de Madrid, antes de abordar el patriótico gesto de hacerle los honores a una paella de mariscos, quizá de Vinaroz. De las mejores cosas que exhala Rita Barberá es la consistencia del apetito. El apetito es una manera de ser. Quien disfruta teniendo hambre porque está seguro de que va a saciarlo sabe que la anchoa abre el apetito. A lo mejor lo que Rita Barberá ha querido hacer es abrirnos el apetito a todos, incluido a Camps. Y de paso le ha hecho una propaganda inmensa a la anchoa del Cantábrico. La reina del sabor.
jcruz@elpais.es
JUAN CRUZ 12/07/2009
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Con la anchoa siempre hemos sido injustos, y ahora le ha tocado la cruz que ha puesto sobre ella Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia. Ya la había consolidado el cántabro Revilla como objeto de regalo, y Rita la convierte en un instrumento de corrupción. Y todo lo hace la señora Barberá por defender al señor Camps, su correligionario. Rajoy había dicho que quienes persiguen a Camps son inquisidores. Para la alcaldesa son traficantes de anchoas. Qué contraste de sabores.
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Ella tiene derecho a defender a Camps, faltaría más; y no es la única. Es verdad que es la única a la que se le ha ocurrido semejante metáfora que deja a la anchoa a la altura del tiburón. Es curioso: cuando se habla de gente capaz de hacer de la nada un dinerito, se cita al tiburón como estímulo para imaginar sus habilidades. Ahora ha habido un caso, el del ex jefe de los espías, Alberto Saiz, que saltó a la palestra, entre otras cosas, porque lo hallaron cautivando a un pez espada y trucó las fotos. Pez espada, tiburón, anchoa. Qué mar tan animado.
La anchoa no se había visto en otra. En el triste camino que hizo Antonio Machado hacia el exilio y la muerte, en La Escala, la anchoa es algo así como el sabor del paraíso; pero Machado pasó de largo, hacia un destino que le aguardaba desnudo como los hijos de la mar. Ésa sí que era una metáfora: desnudo, como los hijos de la mar.
Pero Barberá no fue a las sutilezas de la poesía, sino a las vituallas de la guardarropía, y perdón por el pareado. ¿Un traje? Y qué más da: peor son las anchoas. ¿Peor? Las anchoas son riquísimas, y aunque cuesten baratas -lo dijo Revilla-, alimentan y entonan. Demasiada sal es un peligro, pero también las dan sin sal; ahora cualquier cosa, hasta los trajes, los hacen sin.
Las anchoas son, pues, un alimento recomendable. Y por eso lo regala Revilla. Claro, él regala anchoas del Cantábrico, que son las que Rita ha convertido en instrumento del cohecho. Le regaló anchoas a Zapatero, persíganlo. Luego resultó que le regala anchoas a todo Cristo, incluidos Camps y Rajoy.
Podía haberle regalado anchoas a Rita Barberá. La primera vez que este cronista vio a la alcaldesa, ella comía anchoas con tomate en una arrocería de Madrid, antes de abordar el patriótico gesto de hacerle los honores a una paella de mariscos, quizá de Vinaroz. De las mejores cosas que exhala Rita Barberá es la consistencia del apetito. El apetito es una manera de ser. Quien disfruta teniendo hambre porque está seguro de que va a saciarlo sabe que la anchoa abre el apetito. A lo mejor lo que Rita Barberá ha querido hacer es abrirnos el apetito a todos, incluido a Camps. Y de paso le ha hecho una propaganda inmensa a la anchoa del Cantábrico. La reina del sabor.
jcruz@elpais.es
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