Al igual que al resto de consortes, a Camilla le correspondería el título de reina consorte. No obstante, le podrían privar de este excepcionalmente como muestra de respeto a la memoria de la princesa Diana. Algo que el palacio de Buckingham todavía no se ha decidido, tal y como se desprenden de las palabras que su hijo, el crítico culinario Tom Parker Bowles, ha vertido durante una entrevista publicada el pasado jueves 29 de abril por el diario The Times. “La verdad es que no sé si mamá será reina. Es algo que aún no está decidido”, ha asegurado muy sincero.
El joven también ha hablado sobre lo que supuso para él que su madre saliera a la palestra cuando Lady Di habló sobre el affaire en su polémica y recordada entrevista en la BBC. Algo que a día de hoy todavía afecta a los dos hijos de Tom, de 13 y 11 años, quienes sufren algunos insultos en las redes sociales. “Yo les digo: ‘No os lo toméis de una manera personal. Os atacan porque creen que os conocen, pero no es así’. Pero el colegio ha sido muy bueno, y siendo honestos, creo que el apellido Parker Bowles ya no es tan conocido como antes. Ahora me conocen por estar en MasterChef” ha afirmado haciendo referencia a su participación como juez en la versión inglesa del talent culinario.
Además, no ha dudado en criticar el retrato que en The Crown se hace de los miembros de su familia: “The Crown está interpretada y grabada de una manera preciosa, pero es mayormente una gilipollez. Vi un poco con mi padre y pensé: ‘Dios, os habéis equivocado con él”.
Desde que saltó el escándalo por la emisión del
documental sobre Rocío Carrasco, Belén Esteban ha mostrado su apoyo a la
nieta de Rocío Jurado.
Belén Esteban ha sido una de las colaboradoras que más apoyo ha mostrado a Rocío Flores desde que saltó el escándalo por la emisión del documental Rocío: contar la verdad para seguir viva, donde Rocío Carrasco cuenta todo lo que se ha estado callando durante 25 años. La colaboradora de Sálvame siempre
se ha mostrado partidaria de una futura reconciliación entre madre e
hija a pesar de los desencuentros que han tenido en los últimos años.
Este martes, Belén Esteban continuó hablando sobre el tema, asegurando que Rocío Flores le hizo una confesión hace tiempo: "Me dijo que quiere mucho a su madre, y yo me la creo".
Con estas palabras, la de Paracuellos quiere "tender puentes" entre
ellas, con el fin de que puedan tener por fin una conversación.
Según la tertuliana, Rocío Flores no tiene
"ningún problema" en compartir con su entorno cercano el sentimiento que
tiene hacia su madre. La colaboradora no tiene ninguna duda de que esto
es así: "Conozco a la niña y sé que no está haciendo ningún papel".
Además, cree que Rocío Flores dará su versión de los hechos, pero una
vez que haya acabado el documental sobre su madre: "Mientras se emita la
serie, no va a hablar".
La experiencia de
leer sus versos solo se ve superada por la de escucharlos en su propia
voz. José Miguel Junco Ezquerra es heredero directo de esa estirpe de
vates atlánticos que desde mediados del pasado siglo fueron configurando
las claves en las que hoy se reconoce el temperamento poético de las
Islas: poesía humana y directa, social aun en lo íntimo, íntima en lo
social, poesía de luz y calima, de brisa y sal, verbo preciso y ritmo
sincopado. Junco talla sus poemas en la piel del basalto, esculpe sus
versos con la precisión del orfebre y nos transporta, sin aparente
esfuerzo, a esos territorios inexplorados y vírgenes que previamente ha
imaginado. El poeta protagoniza este viernes en el Palacete Rodríguez
Quegles de la capital grancanaria, a partir de las 19.30 horas, un encuentro y recital poético.
La pista sobre el
paradero de las misivas reapareció a finales de 2020 cuando un librero
de Madrid aseguró haberlas visto en una casa de la capital hacía unos 30
años.
Agustín González de Amezúa y Mayo en su biblioteca, en una imagen facilitada por la familia
Tras la muerte del
académico, dueño de una de las bibliotecas más importantes de España
(con gran cantidad de documentos de Lope de Vega, Menéndez Pelayo y la
Inquisición), su patrimonio se dividió entre sus tres hijos. Clara María
González de Amezúa, la única hija que sigue viva, aseguró a este diario
que había visto las cartas después de que la pista sobre este
intercambio epistolar reapareciera a finales de 2020, cuando un librero de Madrid afirmó haberlas visto en una casa de la capital hacía “unos 30 años”.
Hasta ahora se creía que habían sido destruidas por la que fue esposa
del dictador Francisco Franco, Carmen Polo, o en el incendio del pazo de
Meirás en 1978. No existen datos de su paradero entre el 56, año de la
muerte de Amezúa, y el 78, cuando pudieron ser eliminadas.
Uno de los días de Pascua, en Madrid, la familia de Amezúa
decidió interponer la denuncia, según cuentan esas mismas fuentes. El
interés de los herederos es cumplir con lo que Clara María González de
Amezúa considera que era el deseo de su padre, que “estuvieran en la
RAE”. “No hay ánimo lucrativo”, aseguran las fuentes consultadas, que
explican que la denuncia se ha puesto en este momento después de que la
heredera, de 91 años y premio Nacional de Gastronomía en 2015, lo
meditara y debatiera con sus familiares durante estos meses, desde que
saltara la noticia a finales de 2020.
El objetivo de los
herederos es que si aparecen las cartas, se guarden con las de Galdós
que formaban parte del material histórico y literario que el académico
donó a la RAE en 1953. Según la información que aparece en la web de la institución, entre toda la documentación hay 38 cartas que Pardo Bazán envió a Pérez Galdós bajo el título: Correspondencia amorosa de “una célebre escritora con otro famoso novelista”. Esta colección se difundiría posteriormente en libros como Miquiño mío y ensayos biográficos sobre la escritora.
Clara
María González de Amezúa contaba a EL PAÍS por teléfono en diciembre de
2020 que vio las cartas. En su momento, no fue consciente de la
importancia de estos documentos.
En la conversación aseguró no recordar
el momento con precisión, pero creía que esta correspondencia fue robada
de la biblioteca de su padre. Relataba que debió ser en un descuido:
“Tal vez las dejó en una mesa y alguien entró y se las llevó”.
Tras la muerte de González de Amezúa, el patrimonio se
dividió en tres partes, y cada una fue a parar a uno de los tres hijos
que aún vivían. Dos de los familiares que han custodiado la parte que
Clara María González de Amezúa y su hermana María del Buen Consejo
González de Amezúa, Maruja, recibieron en herencia aseguraron a
este diario que ninguna de ellas recibió las cartas de Benito Pérez
Galdós. La tercera parte de la herencia fue para los herederos de Ramón
González de Amezúa, el que fuera director de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando en 1991, que falleció en 2015.
La
denuncia abre un proceso de investigación que, según ha podido saber EL
PAÍS, puede durar años, ya que no hay pistas concretas sobre el paradero
de las cartas o si estos documentos aún existen.
Académico de la letra Z, además de colaborador en medios como ABC y La Vanguardia, González de Amezúa, entregó a también a la RAE antes de morir sus memorias, Epistolario sentimental,
que no podrán leerse hasta 2026, cuando se cumplan 70 años de su
muerte, según quedó establecido en su testamento. Un documento que dará
más pistas sobre la correspondencia entre Pérez Galdós y Bazán.
Los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades y la Administración de Alimentos
y Medicamentos aconsejan que el país deje de usar el fármaco, que han
recibido siete millones de personas
Los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados
Unidos (CDC, en sus siglas en inglés) y la Administración de Drogas y
Alimentos (FDA, ídem) han recomendado
que se suspenda el uso de la vacuna monodosis de Janssen, una de las
tres que se administran en el país, tras haberse registrado seis casos
de un tipo de coágulo sanguíneo “raro y grave”, han comunicado este
martes las autoridades sanitarias federales, según ha adelantado el diario The New York Times.