Maud, la primogénita del escritor que se suicidió el día de Navidad y la princesa Marta Luisa, ha recordado a su padre con un emotivo discurso en su funeral.
La familia real noruega, autoridades, amigos y cientos de ciudadanos anónimos llenaron este viernes la catedral de Oslo para despedir a Ari Behn, exmarido de la princesa Marta Luisa, en un funeral de alta carga emotiva. Behn, de 47 años, estuvo casado con Marta Luisa entre 2002 y 2017 y se suicidó el pasado día de Navidad, según confirmó entonces su representante, Geir Håkonsund."Debíamos pasar las Navidades juntos, y tenía tantas ganas de verte.
Pero ahora nunca más podré ver tu tierna sonrisa y tus hermosos ojos", se lamentó Maud Angelica, de 16 años y la mayor de sus tres hijas.
Maud, acompañada por su madre en el estrado, lamentó entre sollozos que nunca pudo entregarle a Behn un retrato suyo que pensaba regalarle y que situó sobre el féretro, rodeado de decenas de coronas como la que le dedicó junto a sus hermanas, que llevaba el lema: "Te querremos siempre".
“Te iba a dar este dibujo por Navidad. Trabajé en él durante diez horas, y mientras lo dibujaba pensé en lo mucho que te quiero y en lo emocionante que sería ver tu reacción”, ha comenzado a decir después de colocarlo sobre el féretro.
“Hace solo dos semanas que no te veo y ya te echo de menos. Queríamos celebrar la Navidad juntos, pero ahora nunca podré volver a ver tu sonrisa.
Me rompe el corazón no poder darte este dibujo”, ha lamentado. Especialmente, porque el dibujo y el arte eran aficiones que la joven compartía con su padre.
"Siempre estabas más entusiasmado con mi arte. Más que nadie, que yo sepa".
Eras mi héroe, te quiero tanto, te necesito tanto", dijo Maud Angelica, que defendió que un suicidio "no es culpa de nadie" y rogó con "corazón" y "alma" que quienes tengan problemas psíquicos pidan ayuda.
La hija mayor de Ari Behn y Marta Luisa de Noruega ha agradecido también a su padre la seguridad en sí misma que le inculcó de niña.
“Cuando tenía miedo de los monstruos debajo de mi cama, me decías que me cuidarías. Eras mi héroe, papá.
Nos hiciste pensar que podíamos hacer cualquier cosa.
Nos hiciste sentir una fuerza y una alegría infinitas al creer en nosotros de esa manera.
Por eso, Leah, Emma, mamá y yo te echaremos mucho de menos”.
Los padres y los dos hermanos de Behn pronunciaron también emotivos discursos; en especial su hermano menor, Espen Bjørshol, incapaz por momentos de continuar su elogio del "protector" que le había ayudado a superar varias crisis personales a lo largo de su vida.
La ceremonia estuvo presidida por los reyes Harald V y Sonia, acompañados por los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit y el resto de la familia real, incluida Marta Luisa, sin su actual pareja, el chamán estadounidense Durek Verret.
La primera ministra Erna Solberg, su predecesor en el cargo y ahora secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; ministros y políticos asistieron también al funeral, además del príncipe Daniel de Suecia y la princesa Lorenza de Holanda.
Por deseo de la familia, la ceremonia estuvo abierta al público: muchos hicieron cola en el exterior de la catedral desde horas antes de que se abrieran las puertas y un par de cientos de personas quedaron fuera al llenarse el aforo, para unas 900 personas.
El suicidio de Behn ha causado conmoción en Noruega y se han sucedido en las últimas semanas numerosas manifestaciones de duelo de familiares, políticos, artistas, famosos y ciudadanos comunes.
El propio Behn, que tenía la tutela compartida de sus tres hijas, ya había confesado con anterioridad sus problemas personales: en una entrevista en 2009 habló de que se sentía deprimido y solo y de que no era una persona con la que fuera fácil convivir.
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