Un Blues

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23 ene 2020

La metáfora del iceberg de Sigmund Freud


  • Esta masa de hielo flotante representa los niveles de consciencia según el psicoanálisis freudiano. Wikimedia Commons.

  • El concepto de inconsciente, el cual ha sido especialmente estudiado por la corriente psicoanalítica y psicodinámica.
     De hecho, el inconsciente es uno de los pilares bases que utilizó Sigmund Freud para elaborar sus conocidas teorías.
    El concepto de inconsciente, el cual ha sido especialmente estudiado por la corriente psicoanalítica y psicodinámica.
     De hecho, el inconsciente es uno de los pilares bases que utilizó Sigmund Freud para elaborar sus conocidas teorías.
    Pero aunque el psicoanálisis puede ser algo complejo de entender, en ocasiones incluso desde el psicoanálisis se han empleado metáforas o comparaciones con otros aspectos de la realidad con el fin de facilitar el entendimiento de lo que su teoría propone.
     Un ejemplo es es de la metáfora del iceberg de Freud, de la cual vamos a hablar a lo largo de este artículo.

    El psicoanálisis y la consciencia

    El psicoanálisis es una de las corrientes teóricas más conocidas y populares de la historia de la psicología, si bien no es la más validada y a menudo ha sido mal considerada por otras corrientes psicológicas.
    Esta escuela de pensamiento y corriente teórica, que tiene como padre y fundador a Sigmund Freud, se centra principalmente en el estudio del inconsciente, considerando que la conducta humana actual es el producto de conflictos entre nuestra parte pulsional y la represión y gestión de estos por parte del consciente.
    Su surgimiento bebe en gran medida de las corrientes de pensamiento de la época y de la visión cada vez más médica de la histeria, y según fueron pasando los años el autor fue elaborando una visión cada vez más compleja de su teoría respecto al funcionamiento psíquico.
    Resultan especialmente conocidas sus teorías sobre el desarrollo psicosexual de los menores (en etapa oral, anal, fálica, de latencia y genital) y su diferenciación entre ello o elemento pulsional, yo y superyó o censura.
    También es relevante su consideración de la líbido o energía sexual como la principal fuente de energía psíquica y pulsional, y su profundo trabajo sobre las neurosis y la histeria femenina (especialmente prevalente en una época de fuerte represión sexual como la victoriana, algo que ha de tenerse en cuenta a la hora de valorar su centración en este aspecto) .
    Pero para entender todo esto es necesario entender primero qué diferencia hay entre lo consciente y lo inconsciente, algo que puede ser fácilmente visible gracias a la metáfora del iceberg de Freud. 
    Aparte de sus revolucionarios conceptos del inconsciente, deseo inconsciente y represión, Sigmund Freud dividió la mente en tres partes: el ello, el yo y el súperyo. También definió el Eros o pulsión de vida y el Tánatos o pulsión de muerte.
     Y desarrolló un método psicosexual que -pese a ser criticado por relacionar la sexualidad con conceptos como incesto, perversión y trastornos mentales- incorporó teorías como el complejo de Edipo y derribó tabúes en una sociedad todavía enfermiza y reprimida.

    Sigmund Freud  
     
    Los sueños de la razón de Sigmund Freud
    Pese a lo cuestionado que fue por algunos compañeros, la influencia de Sigmund Freud en la filosofía, la política, el lenguaje y el arte del siglo XX es incuestionable.
     Sin él no podría entenderse la obra de artistas como André Bretón o Dalí y cineastas como Buñuel, Hitchcock o Woody Allen, que con su cine ha modelado la imagen que tenemos del psicoanálisis: un hombre contándole su vida a su terapeuta desde el confort de un diván.
    Sigmund Freud fue controvertido hasta el último día de su vida. En 1938 fue declarado enemigo del Tercer Reich y tuvo que huir a Londres. Sus libros fueron quemados públicamente y sus hermanas (tenía cinco) fallecieron en los campos de concentración. 
    Murió un año después por culpa de un cáncer de paladar que le provocó su afición al tabaco. Su médico le suministró tres dosis de morfina y se sumergió, para siempre, en el mar de su subconsciente. 
    Un pequeño cráter en la luna lleva su nombre.

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