El Rey encarga al candidato socialista que intente formar Gobierno tras la ronda de consultas con los principales líderes políticos.
Carlos E. CuéEl presidente en funciones, que ganó las elecciones y es el único en condiciones de formar una mayoría, transmitió a Felipe VI que cree que podrá lograr los votos necesarios y el jefe del Estado actuó en consecuencia.
Sánchez, sin embargo, no tiene aún cerrados esos apoyos.
Le falta sobre todo la abstención de ERC.
Para lograrla, Sánchez dio un paso inesperado: anunció que hablará con “todos los presidentes autonómicos”, esto es, retomará el diálogo con Quim Torra, algo que reclaman los independentistas.
Si no llegase a haber una primera sesión de investidura, los plazos para celebrar nuevas elecciones desde ese acto parlamentario no empiezan a correr y Sánchez podría ser presidente en funciones eternamente.
La legislación no prevé otra opción.
Para que haya nuevas elecciones tiene que haber primero una sesión de investidura y que el candidato lo intente a lo largo de ocho semanas.
Transcurridas, los comicios se convocan automáticamente.
Las comparecencias de los representantes de los grupos políticos tras sus audiencias con el Rey no aportaron novedades.
Todos se reafirmaron en sus posiciones.
Podemos, Izquierda Unida y En Comú Podem dejaron claro que forman parte de la negociación para un Gobierno de coalición, por lo que están en el mismo barco que el PSOE. El PNV no aclaró aún su postura, aunque se inclina por facilitar el desbloqueo.
El líder del PP, Pablo Casado, subrayó que en ningún caso buscará algún tipo de entendimiento con los socialistas. Su solución para que la investidura no dependa de los independentistas sería responsabilidad de otros grupos:
Casado invitó a abstenerse a Ciudadanos y Navarra Suma, la coalición de los partidos de derecha en esa comunidad autónoma.
Los aliados del PSOE metieron presión a Esquerra para que acelere las negociaciones a fin de despejar el panorama cuanto antes.
El portavoz de En Comú Podem, Jaume Asens, lo manifestó en tono grave:
“Cada día que pasa sin Gobierno es un día más que los enemigos del Gobierno se organizan. Es tiempo que gana la derecha y la extrema derecha”.
El PSOE tiene cerrado ya el apoyo de Unidas Podemos y ambos están manteniendo una gran reserva sobre el contenido de sus acuerdos.
Más secretismo aún hay alrededor de las negociaciones con ERC. Con estos, los socialistas tienen que extremar el cuidado para que todos los compromisos a los que lleguen con los independentistas no hagan saltar los resortes del marco constitucional.
Los republicanos, por su parte, tampoco pueden dar muestras de excesivo acercamiento al PSOE, vigilados como están por Junts per Catalunya, que ya ha declarado su voto de rechazo.
ERC ha dejado claro que no tiene prisa para cerrar el acuerdo que garantizaría su abstención y permitiría la investidura de Sánchez. Está pendiente de su congreso, entre otros acontecimientos, que se celebrará el próximo 21 de diciembre.
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