Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
20 dic 2019
Miranda Rijnsburger, 30 años como compañera y confidente de Julio Iglesias
La
exmodelo holandesa y madre de cinco hijos del cantante, da detalles de
su matrimonio, habla de la buena salud del artista y confirma que él
está escribiendo su autobiografía.
Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger, en Marbella, en 2008.GtresonlineEn los cinco partos de Miranda Rijnsburger, Julio Iglesias
rezaba para que todo fuera bien y contaba los dedos de las manos y los
pies de sus hijos, asegurándose de que no les faltara ninguno. Es uno de
los detalles que desvela la propia Rijnsburger en una entrevista con Vanity Fair
este mes de diciembre, en la que se ha abierto más que nunca para
hablar de su matrimonio y sus casi 30 años al lado del artista español
afincado en Miami.
Nacida
en Holanda, Rijnsburger, de 54 años, es la mayor de dos hermanas que se
criaron en una casa flotante de Leimuiden, una localidad de 4.000
habitantes a unos 40 minutos en coche al sur de Ámsterdam. Allí estudió
primaria y cuando comenzó la secundaria, Miranda y su hermana, tres años
menor que ella, tenían que hacer 11 kilómetros en bicicleta para
asistir a clase. Cuando acabó el bachillerato, se matriculó en un curso
de secretariado ejecutivo y comenzó a trabajar en una compañía de
ordenadores y en otra relacionada con la moda, pero un accidente a los
19 años cambió sus planes. “Fui a esquiar por primera y última vez en mi
vida. El primer día tomé una clase, y al siguiente, me animé y subí a
una pista negra. Hacía mal tiempo y la pista estaba helada. Cuando salté
sin querer por un pequeño desnivel, me caí. Sentí un dolor horrible en
la espalda. Me fracturé una vértebra y también la nariz. Hubo mucha
sangre”, cuenta a la revista. La joven fue trasladada de inmediato al
hospital, donde estuvo ingresada durante un tiempo. “Con rehabilitación,
a los seis meses pude hacer vida normal. Tuve suerte”, agradece.
Un accidente que paradójicamente ya le unió al que unos años
después se convertiría en su marido. Julio Iglesias también tenía 19
años cuando el coche en el que viajaba se salió de la calzada en
Majadahonda (Madrid) cuando volvía de una fiesta en 1962. El impacto
casi lo deja paralítico y truncó su carrera como portero en el Real
Madrid, aunque supuso, en cambio, el comienzo de su trayectoria como
artista. 57 años después, el cantante sigue arrastrando algunas
secuelas, como los problemas de espalda que le han obligado a cantar sentado
en muchos conciertos de los últimos años y que han disparado las
alarmas por su estado de salud. Miranda llama a la calma y asegura que
está más en forma que nunca. “No hay ninguna preocupación por su salud. Hace deporte, se cuida mucho y está lleno de energía. Nunca se aburre
porque siempre está activo y es disciplinado”, detalla.
Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger junto a sus hijas gemelas Victoria y Cristina, en 2003.gtresonline
Miranda conoció a Julio en un aeropuerto de Yakarta una mañana de
diciembre de 1990.
La holandesa se encontraba en la capital de Indonesia
para trabajar de modelo, una profesión a la que había llegado de
casualidad unos meses antes.
Ese mismo año había fallecido su padre, un
operador de grúas, a causa de un tumor cerebral a los 48 años.
Le afectó
tanto que decidió tomarse unas semanas de vacaciones de su empresa de
captación de personal en Rotterdam y se fue a la isla de Santa Lucía, en
el Caribe.
Allí un fotógrafo canadiense la convenció para que posase en
ropa de baño.
Tenía 24 años y aceptó, y desde entonces no cesaron las
ofertas. Estando en el aeropuerto de Yakarta un alboroto lejano llamó su
atención.
Era Julio Iglesias con su séquito. “Lo vi rodeado de mujeres y
pensé que alguna de ellas era su esposa.
Se acercó y me propuso que
fuese a verlo cantar esa noche. Me lo pensé y finalmente accedí”,
rememora.
Tras la actuación, el cantante le propuso que lo acompañara en su
gira por Kuala Lumpur, Singapur y Tokio, y volvió a aceptar. Él tenía 47
y ella 25.
Rijnsburger e Iglesias, durante unas vacaciones en Punta Cana, en 2006.gtresonline
Cuando volvió a Holanda por Navidad, las llamadas de Julio Iglesias
eran constantes.
“Me invitó al concierto de Año Nuevo que daba en Las
Vegas y, poco a poco, fue surgiendo todo.
La rapidez con la que se inició todo no molestó en su casa —su madre
era una admiradora del cantante español— y Miranda cuenta que la acogida
por parte de Enrique, Julio José y Chábeli, los hijos que Julio
Iglesias tuvo con Isabel Preysler, también fue positiva.
“Tengo una relación buena con ellos. Y me encanta que también la tengan nuestros hijos con sus hermanos”, admite.
Hace un par de semanas Enrique Iglesias actuó en Madrid, después de
varios años sin venir a España. El hijo de Julio Iglesias e Isabel
Preysler estuvo acompañado de su madre y la pareja de esta, el escritor
Mario Vargas Llosa, sus hermanas Tamara Falcó y Ana Boyer, y también
asistieron Victoria y Cristina, las hijas gemelas de Miranda y Julio. Ellas han alcanzado la mayoría de edad este año y, tras su primer
contacto con la alta sociedad cuando fueron invitadas a la gala del MET el pasado mayo, a comienzos de diciembre participaron en el clásico y exclusivo baile de debutantes de París. Las dos están instaladas en Nueva York y, siguiendo los pasos de su
padre, quieren labrarse una carrera en el mundo de la moda.
Victoria y Cristina Iglesias (derecha), en una imagen de su cuenta de Instagram.
“Nos encantaría protagonizar campañas para marcas, pero tenemos otras
ideas, como desarrollar aplicaciones móviles”, dice Cristina, la más
extrovertida de las dos, para Vanity Fair. “Quieren ser
emprendedoras”, apunta su madre. Las jóvenes son partidiarias de una
sistema educativo libre. Solo fueron al colegio de los 10 a los 14 años,
el resto del tiempo estudiaron en casa. No tienen novio y no les gusta salir de fiesta. Prefieren montar a caballo en la mansión que el matrimonio Iglesias
Rijnsburger posee en Ojén (Málaga) o en la finca de Connecticut que es
propiedad de Annete de la Renta, viuda del diseñador dominicano y amigo de la familia, Oscar de la Renta.
Las
gemelas Victoria y Cristina han sido las últimas en abandonar el hogar
familiar. El mayor, Miguel, de 21 años, el que guarda un mayor parecido
con Enrique Iglesias y sale desde hace unos años con la tenista Danielle Obolevitch, trabaja para la división inmobiliaria de Sotheby’s y se mudó hace tiempo de su casa. Rodrigo, de 20, está produciendo su propio disco de música indie
y se independizó hace tres años, con solo 17. Con Miranda y Julio ya
solo vive en su casa de Miami Guillermo, de 12 años, “un niño con mucho
talento para la música que ha aprendido a tocar el piano solo y también
la batería”, dice su madre a Vanity Fair.
Miranda Rijnsburger y su hijo Miguel con su novia Danielle Obolevitch, en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, en julio.
gtresonline
El matrimonio vive la mayoría del año en su casa de Miami y, en
verano, al menos Miranda suele viajar a España con los niños,
instalándose en la finca de Ojén. El cantante los acompaña cuando puede. A sus 76 años dedica su tiempo a los conciertos, a recoger premios a su
trayectoria, a batallar en los tribunales contra Javier Santos, que
reclama ser su hijo —y la Justicia le ha dado la razón— y, desde hace unos meses, a preparar su autobiografía: “Julio tiene una memoria prodigiosa y ahora quiere contar sus vivencias”.
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