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Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
21 dic 2019
El año más convulso para los hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau
Los niños
del cantante y de su expareja celebrarán la Navidad por separado,
mientras ya hay fecha para el juicio de doble filiación que decidirá si
ambos progenitores lo son de los cuatro menores.
Miguel Bosé, con sus perros Pancho y Max, con la decoración navideña del jardín de su casa de México.Twitter
El pasado domingo Miguel Bosé publicó en sus cuentas de Instagram y Twitter fotografías en las que aparecía en el jardín de su casa de Ciudad de México decorado para la Navidad. A los duendes, setas y proliferación de luces que mostraban un mundo de
fantasía digno de un parque temático para niños se sumaba un gran árbol
decorado para las fiestas donde se podían leer los nombres de sus hijos: Tadeo y Diego. Ni rastro de Ivo y Telmo, los hijos de Nacho Palau con quienes vivió
como familia hasta junio de 2018, cuando saltó por los aires la relación
de pareja que había unido a sus progenitores durante 26 años.
Nacho Palau delante de su árbol de Navidad en su casa de Chelva, Valencia.Instagram
Nada ha cambiado en el conflicto que les enfrenta en los tribunales.
Hay fecha para el juicio en el que se verá la reclamación de Palau
sobre la doble filiación de los niños, con la que persigue que se
reconozca que tanto Bosé como él son padres de los cuatro menores y no
solo de sus hijos biológicos.
Se celebrará en Madrid en los primeros
meses de 2020 después de que se retrasara el señalamiento inicial,
fijado para finales de octubre.
Los meses pasan y el temor a los efectos
de la distancia que hay entre los cuatro hermanos —que no lo son
legalmente— pesa en el ánimo de Nacho Palau. A
9.000 kilómetros de distancia, en Chelva, una localidad de Valencia de
1.500 habitantes, Nacho Palau también posaba sonriente frente a un árbol
navideño decorado con espumillón, bolas y luces parpadeantes donde
destacaban en azul y naranja los nombres de sus dos hijos biológicos, Ivo y Telmo,
y los de Tadeo y Diego, los hijos biológicos de Bosé. La imagen estuvo
publicada brevemente en la cuenta de Instagram de un amigo de Palau y
después se eliminó. Lo que no podía mostrar ninguna de las fotografías
era lo que pasaba por la mente de sus protagonistas en esos momentos en
los que volvía a escenificarse la ruptura de su pareja y la distancia
que separa a cuatro niños que se criaron como hermanos durante ocho
años. La distancia no es solo física, también lo es su estilo de vida. Tadeo y Diego disfrutan de los lujos y privilegios
que conlleva estar con un cantante internacionalmente conocido como es
Miguel Bosé. Ivo y Telmo van a una escuela pública, viven en casa de su
abuela en Chelva, donde su padre se dedica a recoger las cosechas de
aceituna y almendra, mientras finaliza un curso de cocina de los que
ofrecen las oficinas del paro. Su prestación de desempleo está a punto
de finalizar y le urge encontrar un trabajo para continuar con la nueva
vida que inició cuando se acabó su relación con el artista. Mientras, los niños se comunican entre ellos y con sus otros padres
todos los fines de semana y nada más. Fuentes próximas a Palau
reconocen que Miguel Bosé insistió en que Ivo y Telmo viajaran durante
estas fiestas hasta México, pero finalmente cada par de hermanos
permanecerá con sus respectivos padres biológicos. Pese al conflicto,
hace un par de semanas Lucía Bosé,
madre del cantante, se desplazó hasta Chelva y se alojó en la casa en
la que vive Nacho Palau para ver a sus dos nietos antes de viajar hasta
México para pasar las Navidades junto a su hijo. La mami, como la llama
Nacho Palau, dejó constancia de su paso por la localidad valenciana en sus propias redes sociales y quienes conocen la historia de esta familia afirman que Lucía y Palau se quieren y disfrutaron de unos días agradables.
También explican que Ivo, Telmo y Nacho viven justos de dinero pero
felices. "Los niños se sienten muy queridos y en Chelva todo el mundo
les trata a los tres de maravilla. Llevan una vida de lo más normal en
el pueblo al que Nacho iba de vacaciones durante su infancia porque era
donde vivía la familia de su padre", explican. Y añaden: "Nacho ha vuelto a ser él,
ha vuelto a sonreír, viven muy libres y creemos que él no quiere volver
a saber nada del tipo de vida que rodea a la gente famosa. Está feliz",
afirman. Pero en su ánimo pesa el futuro de los cuatro niños que esta expareja decidió tener recurriendo a vientres de alquiler. Ya no hay nada personal que ate a los adultos . Palau estaba dado de
alta en una empresa de Miguel Bosé y los salarios que le debía al
romperse esta relación laboral ya quedaron solucionados. Quienes le
frecuentan afirman que no reclama nada para él, que solo quiere que los
cuatro niños tengan un futuro igualitario y que se les declare
legalmente hermanos. Sabe que pasarán años hasta que la Justicia se
pronuncie de forma definitiva. Miguel Bosé muestra mejor aspecto que hace unos meses
y sigue sin pronunciarse sobre este tema. Un caso cuya resolución
esperan muchas familias diversas que aguardan esta resolución judicial
como el maná de la jurisprudencia que abra una puerta legal a
situaciones sociales que aún no encuentran respuesta en las leyes. Mientras Ivo, Telmo, Tadeo y Diego han vivido su año más convulso, aquel
en el que sus padres decidieron separarse y lo cambió todo.
La expareja llegó a un acuerdo este verano
que significó el reencuentro de los cuatro niños después de meses en
los que solo tuvieron contacto telemático. Sus padres habían conseguido
negociar que durante las vacaciones los cuatro hermanos estuvieran
juntos con uno y otro progenitor en semanas alternas y que lo mismo
ocurra cada vez que Miguel Bosé vuelva con Tadeo y Diego a España. De
momento eso es todo. Cualquier acuerdo de tipo económico que atienda a
las necesidades de Ivo y Telmo, a quienes durante años Miguel Bosé
presentó en los medios como hijos propios, parece lejano, por no decir
imposible.
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