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Del material conque están hechos los sueños
20 nov 2019
Vía libre para construir el Telescopio de Treinta Metros en La Palma
El
consorcio científico del TMT tiene todos los permisos para construir en
Canarias, el plan b, frente al bloqueo total provocado por los nativos
en Hawái.
Recreación del TMT en la cumbre de La Palma. En vídeo, los detalles de su construcción.TMT La PalmaVídeo: TMT
El Consistorio del pequeño municipio de Puntagorda, en la isla de La Palma, abrió este martes la puerta a la construcción de una gigantesca instalación científica de vanguardia
de 1.200 millones en sus terrenos. El Telescopio de Treinta Metros
(TMT), de 18 plantas de altura, ya tiene todos los papeles en regla para
instalarse en la localidad canaria. Ya solo faltaría que el consorcio que dirige el proyecto se decida a cruzar el umbral y dé la orden de construcción, que pretenden que comience en la primavera de 2020. La situación sigue bloqueada en las cumbres de Hawái,
donde los nativos impiden físicamente el inicio de las obras en el
lugar elegido. Ahora, el TMT tiene por fin todas las facilidades para
elegir el plan b: construirlo en Canarias.
"Estamos entusiasmados y agradecidos de que se haya otorgado la
concesión de las licencias en La Palma. Mauna Kea sigue siendo el sitio
preferido para TMT, pero este es un paso esencial en el proceso para
desarrollar el sitio del plan b en La Palma,
si no fuera posible construir en Hawái", aseguran fuentes del
consorcio. Precisamente, hay convocada ya una reunión de los líderes del
consorcio el próximo día 23, y esta buena noticia puede ayudar a
decidir. "En este momento, no hay fecha establecida para determinar
nuestros próximos pasos para la construcción del TMT", continúa estas
fuentes. "El comité de directores del TMT se reúne regularmente. Esta es
una reunión programada para seguir la evolución del proyecto tanto en
Hawái como en La Palma junto con otros asuntos. En este momento, no hay
fecha establecida para determinar nuestros próximos pasos para la
construcción del TMT", aseguran desde el consorcio.
La
licencia de obras otorgada por Puntagorda en sus terrenos, 10 hectáreas
que se ceden al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), llega
después de que la solicitara
hace unas semanas el consorcio, que ha estado haciendo avanzar en
paralelo sus dos opciones. Ya solo quedaría que el TMT, un consorcio
formado por universidades de EE UU (Caltech) junto a Japón, India,
Canadá y China, renuncie a Hawái y elija La Palma para comenzar a
levantar el telescopio y sus instalaciones de apoyo, que llevarán 10
años de obras. Esto son muchos puestos de trabajo, a los que hay que
sumar medio siglo de explotación científica del aparato, que contará con
numerosos empleos técnicos directos, sumados a los que se podrán
generar en el desarrollo de aparatos para las instalaciones. Además, el TMT aspira a ser un "buen vecino"
de la isla, después de la reacción negativa de parte de la sociedad
hawaiana, y se prevén importantes inversiones en formación y educación
por parte del consorcio. En las cumbres de La Palma también hay
funcionando más de una docena de telescopios y algunos de sus científicos e ingenieros son palmeros;
este nuevo proyecto podría multiplicar las vocaciones y oportunidades
para los locales. Además, la ciencia española tendría el 10% del tiempo
de observación a través del telescopio para realizar sus propios
proyectos astronómicos. Los problemas para el TMT comenzaron en 2014, cuando se decidió
comenzar las obras en Mauna Kea, la cumbre más alta de Hawái, que los
nativos consideran sagrada. Allí arriba ya hay una docena de
observatorios instalados, pero el colectivo dijo basta: bloquearon las
carreteras y la construcción de paralizó, comenzando una agotadora
batalla legal que finalizó hace unos meses. En julio de este año se
volvió a dar luz verde a la construcción del telescopio y, de nuevo, los
activistas cortaron la carretera. Cuatro meses después, el bloqueo
continúa y el TMT comienza a perder la batalla de la opinión pública. Incluso muchos destacados científicos de EE UU piden que se construya en Canarias.
En cambio, todas las instituciones españolas, desde el Gobierno al
Congreso, y Canarias, en todos los niveles, han mostrado públicamente su
apoyo a la construcción del TMT en España. Pero no es solo el apoyo político: desde que comenzaron a buscar una
solución alternativa a Hawái, los líderes científicos del TMT han ido
descubriendo las excelentes condiciones de las cumbres palmeras para la
observación del espacio. No son tan buenas como en Mauna Kea (2.300
metros de altitud frente a 4.200), pero los costes de funcionamiento en
Canarias serán la mitad de los 40 millones planeados en territorio
estadounidense, un importante ahorro para un aparato con más de 50 años
de vida útil. Todo este papeleo institucional sufrió un traspié cuando
la justicia tumbó la cesión de los terrenos al IAC por carecer de
declaración de impacto ambiental inicial, ya corregida, tras la denuncia
del colectivo ecologista Ben Magec, que promete mantener su oposición
al proyecto en La Palma por todos los medios.
Además, el TMT aspira a ser un "buen vecino"
de la isla, después de la reacción negativa de parte de la sociedad
hawaiana, y se prevén importantes inversiones en formación y educación
por parte del consorcio. En las cumbres de La Palma también hay
funcionando más de una docena de telescopios y algunos de sus científicos e ingenieros son palmeros;
este nuevo proyecto podría multiplicar las vocaciones y oportunidades
para los locales. Además, la ciencia española tendría el 10% del tiempo
de observación a través del telescopio para realizar sus propios
proyectos astronómicos. Los problemas para el TMT comenzaron en 2014, cuando se decidió
comenzar las obras en Mauna Kea, la cumbre más alta de Hawái, que los
nativos consideran sagrada. Allí arriba ya hay una docena de
observatorios instalados, pero el colectivo dijo basta: bloquearon las
carreteras y la construcción de paralizó, comenzando una agotadora
batalla legal que finalizó hace unos meses. En julio de este año se
volvió a dar luz verde a la construcción del telescopio y, de nuevo, los
activistas cortaron la carretera. Cuatro meses después, el bloqueo
continúa y el TMT comienza a perder la batalla de la opinión pública. Incluso muchos destacados científicos de EE UU piden que se construya en Canarias. En cambio, todas las instituciones españolas, desde el Gobierno al
Congreso, y Canarias, en todos los niveles, han mostrado públicamente su
apoyo a la construcción del TMT en España.
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