EL VENDEDOR DE NARANJAS-JUANA DE IBARBOUROU |
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Muchachuelo de brazos cetrinos
que vas con tu cesta, rebosando naranjas pulidas de un caliente color ambarino; Muchachuelo que fuiste a las chacras y a los árboles amplios trepaste como yo me trepaba cuando era una libre chicuela salvaje: Ven acá muchachuelo, yo ansío que me vuelques tu cesta en la falda. Pide el precio mas alto que quieras. ¡ Ah qué bueno el olor a naranjas! A mi pueblo distante y tranquilo, naranjales tan prietos rodean, que en agosto semeja de oro, y en diciembre de azahares blanquea. Me crié respirando ese aroma y aun parece que corre en mi sangre. Naranjitas pequeñas y verdes, siendo niña enhebrada en collares. Después lejos llevóme la vida, me he tornado tristona y pausada. ¡ Qué nostalgia tan honda me oprime cuando siento el olor a naranjas! Si a otros pagos muy lejos del tuyo, indiecito , algún día te llevan, y no eres feliz y suspiras por volver a tu vieja querencia, y una tarde en un soplo de viento el sabor a tus montes te asalta, ¡ ya sabrás indiecito asombrado, lo que es la palabra "nostalgia"!. |
11 nov 2019
EL VENDEDOR DE NARANJAS-JUANA DE IBARBOUROU
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