El director estadounidense, ganador del premio Lumière de 2019, tilda de 'despreciable' el cine de superhéroes y carga contra el auge del populismo en el mundo.
Los cineastas del llamado Nuevo Hollywood cargan contra una industria
que, sometida a un nuevo sistema de producción, ha dejado de tratarlos
como vacas sagradas.
Pocos días después de que Martin Scorsese
despertase una polémica al afirmar que las películas Marvel “no son
cine”, otro mítico director, Francis Ford Coppola, lanzó un mensaje
similar durante su paso por el Festival Lumière de Lyon.
“Marvel se
parece más a un parque de atracciones que al cine”, señaló hoy sábado
durante un encuentro con la prensa.
“Cuando Scorsese dice que no es
cine, tiene razón.
Uno espera un aprendizaje y una inspiración de una
película, y no creo que obtengas eso con Marvel, porque hace películas
sin riesgo. Para mí, hacer cine sin riesgo es como tener un bebé sin
sexo”, bromeó Coppola.
“En realidad, Marty fue amable. No dijo que era despreciable, que es lo que estoy diciendo yo”.
El
director pasó por la ciudad donde los hermanos Lumière inventaron el
cine para recoger el gran premio de este festival de cine clásico, un
galardón que en los últimos años han recibido personalidades como Clint
Eastwood, Quentin Tarantino, Catherine Deneuve o Pedro Almodóvar.
Coppola recogió el galardón el viernes por la noche de manos del director Bong Joon-ho, ganador de la última Palma de Oro en Cannes con Parásitos.
En su intervención el coreano señaló al autor de El padrino como su principal inspiración.
Su paso por el festival, donde Coppola ha protagonizado una retrospectiva completa y varios encuentros con el público, ha sido también la excusa para hacer balance de su carrera, donde ha habido tantos éxitos como fracasos.
“Cuando terminas una película, [los estudios] te comunican si creen que será bien o mal recibida.
Que te digan lo segundo es como que te anuncien que tu bebé tiene un problema en el corazón”, relató el director.
“Aceptas hacer lo necesario para curarla, como acortarla o quitarle lo que pueda molestar.
Pero, con el tiempo, ese bebé se hace mayor y le van bastante bien las cosas.
Entonces te dices que no tendrías que haber hecho esas concesiones…”, reflexionó.
Coppola dijo no tener el talento de algunos de sus colegas.
“Hay cineastas, como Polanski o Spielberg, que disponen de un talento innato, como esos niños que dibujan o bailan bien desde pequeños.
Y luego están los que no tienen el mismo don pero trabajan duro, reescribiendo sin cesar y mejorando un 1% cada versión del guion. Ese es el tipo de talento que tengo yo: imaginación, entusiasmo y, tal vez, visión de futuro”, dijo.
El director también dio algunos detalles sobre su próxima película, Megalopolis, proyecto largamente acariciado que por fin podría convertirse en realidad.
“Será mi película más ambiciosa, más que Apocalypse Now”, avanzó.
También sería la más cara.
“El problema es que, para hacer una película de ese nivel, tengo que competir con el cine de Marvel.
El prototipo de Marvel se queda con todos los recursos existentes”, insistió Coppola.
Su próxima película hablará de “un hombre visionario que se enfrenta a otro aferrado a las tradiciones del pasado” y condensará tanto una gran historia de amor —“No he rodado ninguna y quiero hacerlo antes de marcharme”, dijo—, como la descripción de una sociedad utópica, basada “en la inteligencia, la creatividad y la amistad”.
El director empezó a filmar la en 2001 –“La segunda unidad está terminada desde hace 20 años”, reveló–, pero tuvo que suspender el rodaje tras los atentados del 11-S.
“Era imposible hablar de una utopía en tiempos de terrorismo”, apuntó Coppola.
Preguntado por la tempestad política que atraviesa su país, el director criticó la ola de populismo que sacude todo el mundo. “Nos dividimos en grupos cada vez más pequeños y señalamos a los demás diciendo que ellos son el problema, ya sean inmigrantes o lo que sean”, denunció. Coppola también hizo alusión a la actual situación en Europa, en lo que pareció una referencia velada a hechos como el Brexit o la crisis catalana.
“Los países grandes quieren dividirse en países más pequeños. No soy un experto, pero me pregunto qué ganó Checoslovaquia al separarse en dos Estados.
Cuando vas a cualquier ciudad china es cinco veces más grande que Europa…
Debemos preservar la diversidad cultural para no vivir en un mundo que sea homogéneo, pero veo muchas tendencias que se oponen a lo que, en realidad, tendríamos que estar haciendo”, señaló Coppola.
“La buena noticia es que no existe el infierno.
La otra noticia es que esto es el paraíso. Y, si no nos sentimos en el cielo, es que algo estamos haciendo mal”.
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