Es probable que atravesado el ecuador de agosto, la sed de encanto sea mayor.
Ese encanto más sosegado, envolvente, no parece estar en el sur, como demuestran Álvaro Morata y Alice Campello.
Cada verano, antes o después, la prensa del corazón tiene que
ocuparse de los famosos que veranean en el norte.
El agua es más fresquita y ese veraneante famoso diferente. Pastora Vega y su novio, el talentoso actor Darío Grandinetti, han sido fotografiados en Lastres, uno de los pueblos “con más encanto de nuestro país”.
Es probable que atravesado el ecuador de agosto, la sed de encanto sea mayor.
Ese encanto más sosegado, envolvente, no parece estar en el sur. Pastora y Darío también demuestran que el buen estado físico forma parte del encanto de cualquier amor y eso lo comprueban sus imágenes en bañador.
A Pastora y Darío les acompañan otros famosos en su ascenso al norte.
David Bustamante sigue su gira de conciertos, aprovechando los descansos para reencontrarse con su novia Yana, que es bailarina y rusa y no parece vigilar tanto la dieta de Bustamante como sí lo hacía su ex, Paula Echevarría.
Consciente, Bustamante se cubre con una camiseta negra, ajustada al cuerpo como les gusta a los chicos del norte.
Mucho se ha discutido sobre esa camiseta y la morfología del cantante. La vida, sea en el norte o en el sur, es cuestión de equilibrio.
Consigues un cuerpo diez y te lleva al divorcio.
Te dejas arrastrar por el buen comer y empiezas a salir con una novia rusa.
Cuando se te abre el apetito, sea por un amor o un veraneo, poco te detiene. Ni siquiera las frías aguas del norte.
A Álvaro Morata, jugador del Atlético de Madrid, lo han fotografiado practicando surf en playas asturianas junto a su esposa, Alice Campello.
Él con un neopreno de esos que te dan ganas de comprarlo creyendo que vas a verte igual y ella con un bañador coral y shorts vaqueros.
Sí, van más abrigados que los futbolistas que veranean en Ibiza. Al igual que Pastora y Darío, parecen estar bendecidos por el encanto de la serenidad del norte.
Álvaro se confirma como perfecto ejemplar de eso que se bautizó como BTN: Buen tipo normal.
Guapo pero sin agredir. El neopreno se adhiere a sus formas sin estridencias.
Buen tipo normal, que siempre se dijo que tenía mucho más recorrido que las bellezas exageradas, atiborrados de músculos y tatuajes que terminan por convertirlos en metrosexuales del montón.
Con Morata te fijas en cosas en las que no te detendrías en otros caballeros.
El agua es más fresquita y ese veraneante famoso diferente. Pastora Vega y su novio, el talentoso actor Darío Grandinetti, han sido fotografiados en Lastres, uno de los pueblos “con más encanto de nuestro país”.
Es probable que atravesado el ecuador de agosto, la sed de encanto sea mayor.
Ese encanto más sosegado, envolvente, no parece estar en el sur. Pastora y Darío también demuestran que el buen estado físico forma parte del encanto de cualquier amor y eso lo comprueban sus imágenes en bañador.
A Pastora y Darío les acompañan otros famosos en su ascenso al norte.
David Bustamante sigue su gira de conciertos, aprovechando los descansos para reencontrarse con su novia Yana, que es bailarina y rusa y no parece vigilar tanto la dieta de Bustamante como sí lo hacía su ex, Paula Echevarría.
Consciente, Bustamante se cubre con una camiseta negra, ajustada al cuerpo como les gusta a los chicos del norte.
Mucho se ha discutido sobre esa camiseta y la morfología del cantante. La vida, sea en el norte o en el sur, es cuestión de equilibrio.
Consigues un cuerpo diez y te lleva al divorcio.
Te dejas arrastrar por el buen comer y empiezas a salir con una novia rusa.
Cuando se te abre el apetito, sea por un amor o un veraneo, poco te detiene. Ni siquiera las frías aguas del norte.
A Álvaro Morata, jugador del Atlético de Madrid, lo han fotografiado practicando surf en playas asturianas junto a su esposa, Alice Campello.
Él con un neopreno de esos que te dan ganas de comprarlo creyendo que vas a verte igual y ella con un bañador coral y shorts vaqueros.
Sí, van más abrigados que los futbolistas que veranean en Ibiza. Al igual que Pastora y Darío, parecen estar bendecidos por el encanto de la serenidad del norte.
Álvaro se confirma como perfecto ejemplar de eso que se bautizó como BTN: Buen tipo normal.
Guapo pero sin agredir. El neopreno se adhiere a sus formas sin estridencias.
Buen tipo normal, que siempre se dijo que tenía mucho más recorrido que las bellezas exageradas, atiborrados de músculos y tatuajes que terminan por convertirlos en metrosexuales del montón.
Por ejemplo, sus pies.
Para ser un futbolista, parecen largos,
propios de un bailarín y con una pedicura vigilada.
La manera en que
abraza a su esposa te da a entender que hay protección, pero también
espíritu de equipo.
Todo se vuelve más cool al estar bañados por esa luz nublada del norte. “Vayamos hacia el norte”, le susurra el personaje de Sebastián a Elizabeth Taylor en De repente, el último verano,
la abigarrada película del año 1959.
“No quiero más sur”, insiste
Sebastián. Así es, conviene ir hacia el norte.
Incluso hasta llegar a
Noruega y asistir al encaje de la princesa Marta Luisa y su nuevo novio, el chamán afroamericano Durek Verret, en la sociedad noruega.
Le exigen que abandone sus títulos para dedicarse a las actividades
comerciales que comparte con su novio.
Ella ha accedido, pero solo a lo
que tenga que ver con la promoción de los productos espirituales que
abanderan.
Un pequeño inconveniente, porque a mí me convencería más
rápido adentrarme en un evento espiritual si atisbo la luz de una alteza
real.
Marta Luisa tiene mucha cabeza y no se aprovecha de sus títulos, como
hacen otras.
Y aclara, en un entorno tan variopinto y proclive a la hipérbole como la gala Starlite, que “cuando encuentras un alma gemela, lo sabes”.
Estoy de acuerdo, yo sentí exactamente eso cuando la conocí en Londres o cuando entrevisté esta semana a María Luisa Merlo en Lazos de Sangre.
Pero la vida espiritual choca con la material y justo al mismo tiempo que Marta Luisa concedía estas declaraciones, el fondo soberano noruego confirmaba 100.000 millones de ganancias hasta junio.
O sea, hay mucho dinero en ese reino para que la princesa ande con chamanismos.
Chamanes y fondos soberanos son una mezcla explosiva.
Quizás por eso, la prensa sensacionalista inglesa ha desempolvado a un exnovio del chamán que declara que “siente mucho amor por Durek, pero que no tiene nada bueno que decir sobre él”.
No hay nada como ir hacia el norte para volver al sur.
Y aclara, en un entorno tan variopinto y proclive a la hipérbole como la gala Starlite, que “cuando encuentras un alma gemela, lo sabes”.
Estoy de acuerdo, yo sentí exactamente eso cuando la conocí en Londres o cuando entrevisté esta semana a María Luisa Merlo en Lazos de Sangre.
Pero la vida espiritual choca con la material y justo al mismo tiempo que Marta Luisa concedía estas declaraciones, el fondo soberano noruego confirmaba 100.000 millones de ganancias hasta junio.
O sea, hay mucho dinero en ese reino para que la princesa ande con chamanismos.
Chamanes y fondos soberanos son una mezcla explosiva.
Quizás por eso, la prensa sensacionalista inglesa ha desempolvado a un exnovio del chamán que declara que “siente mucho amor por Durek, pero que no tiene nada bueno que decir sobre él”.
No hay nada como ir hacia el norte para volver al sur.
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