Un terrible crimen sirve de excusa a los ultras alemanes para avivar la xenofobia
El país,
conmocionado después de que un hombre arrojase a las vías del tren a una
madre y a su hijo, que murió arrollado en Fráncfort. El ministro del
Interior interrumpe sus vacaciones.
Bomberos
y policías en la estación de Fráncort después de que un hombre empujara
a un niño a la vía, el 29 de julio. En vídeo, Alemania conmocionada
después del suceso. Frank Rumpenhorst
Un crimen espeluznante ha consternado a Alemania y ha evidenciado la crispación política que vive el país.
A las 9.50 del lunes, un hombre de 40 años arrojó a una madre y un niño
de ocho años a la vía de un tren de alta velocidad en la estación
central de Fráncfort.
El niño murió arrollado por el tren y la madre
logró salvarse.
Una tercera persona, una mujer de 78 años y a la que el
presunto asesino trató también de arrojar al tren, logró zafarse, según
el relato de la policía.
El sospechoso escapó corriendo, pero enseguida
fue aprehendido por varios testigos y arrestado por la policía en la
capital financiera alemana, donde se encuentra detenido.
Este
crimen ha conmovido a Alemania.
El ministro del Interior, Horst
Seehofer, ha interrumpido sus vacaciones y convocado un gabinete de
crisis en Berlín.
Este martes, ha comparecido para ofrecer los datos a
los que van teniendo acceso los investigadores.
Se trata de “un
asesinato a sangre fría”, dijo.
Mientras, los medios de comunicación han
seguido al minuto un caso, que conduce hasta Suiza, el lugar de
residencia del presunto culpable.
A., padre de tres hijos y de origen eritreo, llegó a Suiza en 2006 y
dos años más tarde obtuvo asilo, convirtiéndose en “un ejemplo de
integración”, como señaló la policía en Berlín.
Hasta enero de este año,
tuvo un trabajo fijo
. Desde el pasado jueves, sin embargo, estaba
siendo buscado por la policía suiza después de encerrar a su familia en
su casa y de amenazar a una vecina con un cuchillo, para después darse a
la fuga.
La policía de Zúrich compareció también el martes ante la
prensa y explicó que A. se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico y
que no habían hallado indicios de una motivación ideológica.
La Fiscalía de Fráncfort acusa a A. de homicidio en el caso del menor
y de dos intentos de homicidio en el caso de la madre y de la otra
mujer atacada en el andén siete de la estación central.
Una portavoz de
la Fiscalía indicó que no se habían encontrado restos de alcohol ni de
drogas en el cuerpo del agresor y que barajaban la posibilidad de algún
trastorno mental.
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