Nueve inquietantes cosas que ya estaban en ‘1984’ de Orwell y ahora tienes en tu casa.
El clásico del escritor británico sobre un Gobierno obsesivo con el control se escribió hace 70 años. Hoy, muchos de los artefactos que utilizamos a diario se parecen a los que se describe en el texto-
Ha despachado más de 30 millones de ejemplares y sufre repuntes de ventas con regularidad: los últimos en 2013 tras las filtraciones de Snowden y en 2017 con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE UU.
La distopía imaginada por George Orwell (India, 1903- Reino Unido, 1950) en su libro 1984
es el ejemplo más recurrente cuando se quiere explicar cómo sería una
sociedad dictatorial del futuro.
En ella se describe un Estado que es
gobernado por el Gran Hermano a través de una serie de mecanismos y
dispositivos que, lejos de ser algo de ciencia ficción, conviven con
nosotros en la actualidad. Orwell lo publicó el 8 de junio de 1949, hace
ahora 70 años.
Ha despachado más de 30 millones de ejemplares y sufre repuntes de ventas con regularidad: los últimos en 2013 tras las filtraciones de Snowden y en 2017 con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE UU. La distopía imaginada por George Orwell (India, 1903- Reino Unido, 1950) en su libro 1984
es el ejemplo más recurrente cuando se quiere explicar cómo sería una
sociedad dictatorial del futuro. En ella se describe un Estado que es
gobernado por el Gran Hermano a través de una serie de mecanismos y
dispositivos que, lejos de ser algo de ciencia ficción, conviven con
nosotros en la actualidad. Orwell lo publicó el 8 de junio de 1949, hace
ahora 70 años.
A continuación, repasamos algunas de las cosas que Orwell imaginó y ya están en casi cualquier casa.
- Micrófonos que te graban para controlarte
¿Qué es en '1984'? Todos los rincones urbanos de 1984
están llenos de cámaras y micrófonos.
Incluso en las zonas rurales de
las afueras, donde se supone que ya no llega el control del Hermano
Mayor, también hay algún que otro micrófono para controlar a los
ciudadanos.
La cantidad de información recopilada es tal que esos
receptores poseen un sistema de reconocimiento de voz para facilitar la
identificación de disidentes y disolventes.
¿Cuál es su equivalente actual? En 1984
el encargado de la vigilancia mediante grabaciones de voz era el
Estado; hoy en día esas grabaciones son realizadas por empresas
privadas.
Google, por ejemplo, ha estado espiando a los usuarios de su
buscador, empleando para ello el micrófono del ordenador. Por lo que se
ve, no basta con poner un trozo de papel en la cámara del ordenador; también hay que tapar el micrófono con un corcho.
- El 'hablaescribe'
¿Qué es en '1984'? En el futuro
imaginado por George Orwell las personas apenas escriben.
“La pluma era
un instrumento arcaico, que rara vez se utilizaba siquiera para firmar”,
explica el escritor en la novela, que describe a Winston Smith,
el personaje protagonista, como un hombre que “no estaba habituado a
escribir a mano” porque, “aparte de notas muy breves, lo normal era
dictarlo todo en el hablaescribe”.
Este dispositivo, presente en oficinas y domicilios, registraba la voz humana y la convertía en texto o la archivaba.
¿Cuál es su equivalente actual? El hablaescribe
parece un pariente remoto de los mensajes de voz de WhatsApp, aunque un
poco más aparatoso porque el dispositivo no se podía llevar en un
bolsillo como un móvil.
En todo caso, desde que los desarrolladores
incorporaron esos mensajes de voz a la aplicación, lo que es un hecho es
que son muchos los que ya se han olvidado de escribir.
- Los dos minutos de odio
¿Qué es en '1984'? El Hermano Mayor y
su estructura opresiva organizan diariamente lo que llaman
“Los dos
minutos de odio”. Durante ese tiempo, las telepantallas emiten
información sobre enemigos del sistema hacia los que los miembros del
partido deben expresar su ira.
Para aquellos a los que les parecen pocos
estos 120 segundos de linchamiento, una vez al año, se celebra “La
semana del odio”.
¿Cuál es su equivalente actual? "Los dos minutos de odio" de 1984
se parecen mucho a las redes sociales (en especial a Twitter), para qué
nos vamos a engañar.
A través de sus pantallas y dispositivos móviles,
los usuarios arrojan hiel contra los enemigos del Estado, contra sus
vecinos, contra ese artista al que detestan, contra ese delantero que
falló en la última jornada deportiva…
La diferencia con 1984 es que en Twitter se puede hacer anónimamente y de manera voluntaria.
El odio no como obligación, sino como vocación.
- La telepantalla
¿Qué es en '1984'? Colocada en el
interior de los domicilios o de los recintos públicos, las telepantallas
transmiten mensajes institucionales y recopilaban información del
entorno. Según se explica en el libro, “era capaz de captar cualquier
sonido que hiciera Winston por encima de un susurro muy bajo, es más,
mientras estuviera en el campo de visión dominado por la placa metálica
podían verle y oírle”.
¿Cuál es su equivalente actual? La telepantalla es lo más parecido a Alexa de Amazon, a Google Home, a su evolución, el Nest Hub Max,
a Portal de Facebook e incluso a esos televisores inteligentes
conectados a Internet que, sin que los usuarios lo sepan, les graban en
casa.
Dispositivos que lo mismo te ponen música, que te hacen la compra online, te apagan las luces del salón o te graban un audio mientras cantas en la ducha y un vídeo cuando sales de ella.
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