El protagonista de 'The Good Doctor', licenciado en Filología Hispánica y Árabe por Cambridge, lleva en la actuación desde los siete años.
—No sé si prefiere que le pregunte en inglés o en castellano.
—Puedes preguntar en español, sí, sí.
Freddie Highmore (Londres, 27 años) habla un perfecto castellano, casi sin acento.
Solo se le resisten un poco los subjuntivos (“es que los subjuntivos...”, ríe tímidamente).
El protagonista de The Good Doctor, serie cuya segunda temporada acaba de terminar de emitir AXN (donde está disponible entera bajo demanda), entrega que próximamente se verá en Telecinco, es licenciado en Filología Hispánica y Árabe por la Universidad de Cambridge.
Vivió nueve meses en Madrid en 2012 mientras trabajaba haciendo traducciones en un bufete.
“Sí, una cosa bastante distinta de la actuación.
Ya veremos qué pasa con las series, pero si no, siempre puedo convertirme en abogado”, bromea.
Al final, contestó en una entrevista la semana pasada en Madrid a las preguntas de EL PAÍS en castellano, aunque al hablar de la serie saltaba al inglés.
La primera vez que se puso delante de una cámara tenía siete años. Desde entonces, ha trabajado tanto en el cine como en la televisión. Fue uno de los niños de Descubriendo Nunca Jamás (2004) y repitió con Johnny Depp un año después dando vida a Charlie en Charlie y la fábrica de chocolate.
Más tarde, interpretó a un joven Norman Bates en la serie Bates Motel (2013-2017), que imaginaba lo ocurrido antes de la historia que Hitchcock narró en Psicosis. Y ahora encarna al doctor Shaun Murphy de The Good Doctor.
Freddie Highmore (Londres, 27 años) habla un perfecto castellano, casi sin acento.
Solo se le resisten un poco los subjuntivos (“es que los subjuntivos...”, ríe tímidamente).
El protagonista de The Good Doctor, serie cuya segunda temporada acaba de terminar de emitir AXN (donde está disponible entera bajo demanda), entrega que próximamente se verá en Telecinco, es licenciado en Filología Hispánica y Árabe por la Universidad de Cambridge.
Vivió nueve meses en Madrid en 2012 mientras trabajaba haciendo traducciones en un bufete.
“Sí, una cosa bastante distinta de la actuación.
Ya veremos qué pasa con las series, pero si no, siempre puedo convertirme en abogado”, bromea.
Al final, contestó en una entrevista la semana pasada en Madrid a las preguntas de EL PAÍS en castellano, aunque al hablar de la serie saltaba al inglés.
La primera vez que se puso delante de una cámara tenía siete años. Desde entonces, ha trabajado tanto en el cine como en la televisión. Fue uno de los niños de Descubriendo Nunca Jamás (2004) y repitió con Johnny Depp un año después dando vida a Charlie en Charlie y la fábrica de chocolate.
Más tarde, interpretó a un joven Norman Bates en la serie Bates Motel (2013-2017), que imaginaba lo ocurrido antes de la historia que Hitchcock narró en Psicosis. Y ahora encarna al doctor Shaun Murphy de The Good Doctor.
"Desde el principio, David Shore [el responsable de la ficción] y yo trabajamos con un consultor que está todo el día en la serie, compartimos documentales y libros que nos fueron útiles para construir el personaje, y también personas de nuestras vidas con autismo.
Todo sirvió como inspiración, pero al mismo tiempo, Shaun no se basa en una persona específica", precisa Highmore.
Otro desafío era no caer en la caricatura o la exageración.
"En realidad, eso puede pasar siempre.
Cada personaje puede convertirse en algo sobredimensionado. Siempre lo interesante es ver los matices de cada personaje, especialmente con alguien como Shaun, que no expresa necesariamente sus emociones de una forma que solamos ver en televisión.
Queríamos que el espectador hiciera el viaje emocional con él. Parte de cuestión era ir contra el estereotipo de que la gente con autismo no tienen emociones".
En un género tan clásico y manido como el de las series de médicos, The Good Doctor sorprendió con muy buenos datos de audiencia en Estados Unidos, que se han repetido también a España tanto en AXN, donde es la serie más vista del canal desde que comenzó a emitirla, como en Telecinco, con una media de 3.049.000 espectadores en su primera temporada. ¿Cómo explica este éxito?
"Hay un mensaje optimista detrás: Shaun nos da más fe en la humanidad.
Imagino que será lo mismo en España, pero en Estados Unidos y Reino Unido en este momento hay muchísima negatividad que se puede ver cada vez que encendemos la televisión.
Con el entretenimiento, las personas están buscando algo un poco diferente y algo más optimista.
No necesitamos antihéroes en la televisión si los tenemos en la realidad", reflexiona.
Se tomó un descanso en la interpretación para estudiar en Cambridge justo antes de embarcarse en el rodaje de Bates Motel. "Ese fue el momento clave en el que decidí qué era lo que iba a hacer como adulto.
La interpretación nunca fue el centro durante mi niñez, siempre tenía una vida normal cada vez que regresaba a Londres con mi familia, yendo al cole y eso", recuerda.
El trabajo le traerá de regreso a España en las próximas semanas para rodar en inglés la película Way Down a las órdenes de Jaume Balagueró.
Entonces aprovechará para ver más cine y series españolas. "Acabo de ver por primera vez Ocho apellidos vascos; he visto un poco de La casa de papel, como todo el mundo, pero necesito más.
Me encantaría hacer algo en España en español", apunta.
¿Y por qué quiso aprender castellano (y árabe y francés, que también habla de forma fluida)?
"Siempre me interesaron los idiomas en general.
Y también por el fútbol. Me gusta mucho el fútbol, y cuando el Arsenal no ganaba, prefería centrarme en los equipos de aquí", ríe.
Ante la posibilidad de que The Good Doctor se prolongue durante años y años, dados sus buenos datos de audiencia, Highmore no se asusta, al contrario.
"Es lo que me encanta de hacer una serie, tener la oportunidad de interpretar un papel a lo largo de mucho tiempo y profundizar en el personaje", dice el actor, que también ha firmado ya uno de los episodios de la serie como guionista y ha dirigido otro.
"Me encantaría tener algún día una serie que escriba yo, o una película".
Para el doctor Shaun Murphy, Highmore tiene un ambicioso deseo: "me encantaría que terminara siendo el director del hospital, eso sería genial", remata con una sonrisa que no ha perdido durante toda la entrevista.
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