Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
29 mar 2019
Y la animación se hizo carne........................... Carlos Boyero.
El
esfuerzo imaginativo de los productores, concretamente de la factoría
Disney, para seguir alimentando sus decaídas arcas hace tiempo que
encontró una idea suculenta.
Carlos Boyero habla de 'Dumbo'.
Imagino que los ejecutivos y estrategas de Hollywood derriten sus
sesos buscando fórmulas aún más pragmáticas que mágicas para que siga
latiendo su ancestral negocio, cercado por depredadores audiovisuales
que se han propuesto lanzar la dentellada final a algo tan agonizante
como ir al cine. Disponen de una notable masa de veinteañeros colgados
de la sobredosis de superhéroes, la inacabable saga galáctica y todo lo
que lleve el sello de Marvel. El público de jubilados que todavía
acudimos a las salas le interesamos lo mínimo, aunque pueden otorgarle
de vez en cuando su mimosa atención con productos a la medida de sus
gustos como la oscarizada Green Book. Y mantienen un filón
eternamente jugoso con el cine infantil, ya que pillan no solo a los
críos, sino también a los padres o familiares que forzosa o gustosamente
deben acompañarlos.
DUMBO Dirección: Tim Burton. Intérpretes: Colin Farrell, Michael Keaton, Danny DeVito, Eva Green. Género: comedia. EE UU, 2019. Duración: 112 minutos.
El esfuerzo imaginativo de los productores, concretamente de la
factoría Disney, para seguir alimentando sus decaídas arcas hace tiempo
que encontró una idea suculenta: renovar sus múltiples clásicos en
formato de dibujos animados, con los que varias generaciones de
espectadores se sintieron embelesadas en la niñez (también sufrieron,
como en Bambi, con el intolerable asesinato de la madre del
cervatillo), convirtiéndolas en películas protagonizadas por seres de
carne y hueso. Y la innovación está funcionando. La taquilla respira.
Cualquier pretexto es bueno si prolonga la complicada supervivencia de
las salas de cine. Recurren a Tim Burton para conducir Dumbo. Apuestan sobre seguro. Lo que más le gusta a este hombre es narrar
cuentos, moverse en el terreno de la fantasía, otorgándole a veces un
tono inquietante. Hace bastante tiempo que está en baja forma, que sus
sueños y sus pesadillas han perdido su poder de fascinación, que algunos
espectadores sentimos demasiada añoranza de películas maravillosas como
Ed Wood y Big Fish. Burton hace un trabajo solvente,
aunque sin sorpresas, con la historia de aquel bebé elefante dotado de
unas orejas descomunales que propician la burla. Tengo un recuerdo muy
vago del argumento da aquellos dibujos animados, pero alguien me
pregunta si en la nueva versión aparece el borracherón que pilla el
elefantito. No. Los tiempos exigen corrección, y Burton, cuyo cine
siempre estuvo emparentado con la transgresión, se limita a filmar con
profesionalidad un guion ajeno que no ofrece sorpresas. Y es imposible no creerse a Danny DeVito interpretando al dueño de un
circo y presentador del espectáculo. O a Michael Keaton de villano
melifluo. Estoy seguro de que los críos la disfrutarán mucho. Y los
adultos pasarán un rato aceptable. Es mi caso.
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