El trabajo de María Telo para reformar el Código Civil llevó a que las mujeres pudieran abrir cuentas y trabajar sin permiso de su marido.
María Telo nació en Cáceres en 1915 y falleció en Madrid en 2014. Tal y como relata el obituario publicado en EL PAÍS, titulado "La abogada de la igualdad",
Telo estudió Derecho en Salamanca y fue entonces cuando leyó el Código
Civil.
"Me quedé horrorizada al comprobar que la mujer no pintaba nada
de nada".
Ya entonces se le metió “entre ceja y ceja” que tenía que
cambiar este código, como explicó en una entrevista publicada en 2008, poco después de ser nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca.
Por culpa de la guerra, Telo no pudo examinarse hasta 1940
de las dos asignaturas que le faltaban para licenciarse.
Y por culpa del
franquismo, no pudo alcanzar su objetivo de ser notaria, como su padre,
al estar esta carrera vedada a las mujeres.
Sí ganó la oposición al
Cuerpo Técnico de Administración Civil del Ministerio de Agricultura en
1944.
Fue la primera mujer en hacerlo: “No sin fuertes obstáculos, por
considerar aquel tribunal que ninguna mujer debía tener acceso”,
escribió en sus memorias.
En 1952 abrió uno de los pocos despachos en manos de
mujeres de Madrid, labor que compaginaba con su funcionariado, y en 1969
organizó el primer Consejo de la Federación Internacional de Mujeres de
Carreras Jurídicas, desde el que impulsó la reforma del Código Civil.
Sus propuestas no se materializaron hasta mayo de 1975, aún bajo el
franquismo.
En 1952 abrió uno de los pocos despachos en manos de
mujeres de Madrid, labor que compaginaba con su funcionariado, y en 1969
organizó el primer Consejo de la Federación Internacional de Mujeres de
Carreras Jurídicas, desde el que impulsó la reforma del Código Civil.
Sus propuestas no se materializaron hasta mayo de 1975, aún bajo el
franquismo.
Gracias a sus iniciativas, las mujeres pudieron aceptar herencias,
abrir cuentas en el banco, trabajar y disponer de su salario sin permiso
del marido, además de ser cabeza de familia y administrar los bienes
gananciales.Telo siguió trabajando hasta los 80 años y también participó en la elaboración de la ley del divorcio de 1981.
"Igualdad juríica no quiere decir igualdad de hecho -apuntaba Telo en su discurso como doctora de la Universidad de Salamanca, en 2008 (pdf)-; ahí queda un largo camino por recorrer, donde debe ser otra vez protagonista la mujer".
Y añadía: "Después de prepararse para lo más, al casarse y tener hijos encuentra cerrados todos los caminos para promocionarse en su profesión, al tener que enfrentarse si se casa a la doble jornada o, en otro caso, contentarse con trabajos a tiempo parcial o de horario flexible de distinta naturaleza, que arruinan su formación.
Todo por falta de estructuras sociales adecuadas".
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