La cantante presenta su regreso a los escenarios hablando sin tapujos de su vida sexual y su separación matrimonial.
Algo ha cambiado en Mónica Naranjo (Figueras, 1974) en el último año, un 2018 muy duro y crucial en su vida por la separación de su marido y representante Óscar Tarruella, con el que estuvo 16 años. Una ruptura que ha llevado a la cantante, a los 44 años, a embarcarse en proyectos sorprendentes y a mostrarse como nunca lo había hecho.Comenta con una de sus asistentes que ha estado haciendo meditación esa mañana mientras recibe a los periodistas en un hotel de Madrid.
Es la presentación de su regreso a los escenarios con una gira titulada Rennaisance, que pasará por España, Estados Unidos y México a partir del próximo otoño.
Un renacer tras una separación que la afectó, pero de la que se ha recuperado totalmente.
“En mi ruptura no hubo destrucción personal para renacer después. Sí decepción por las mentiras de esa persona.
Soy una persona obsesionada con encontrar una lógica a todo, y a veces las cosas no tienen lógica.
Al final hay que ponerse la tirita en el corazón y tirar para adelante con la familia y los amigos, hasta que con la perspectiva del tiempo descubres que esa persona ha sido un gran maestro”.
La diva, que nunca hizo partícipe al público de los entresijos de su personalidad y de su vida privada, ahora no tiene reparo alguno en confesar sus secretos más íntimos.
Su nuevo espectáculo se ha anunciado unos días después de Mónica y el sexo,
el programa de docurrealidad que ha grabado para Mediaset y en el que
la catalana mostrará con la ayuda de personajes famosos distintas formas
de vivir la sexualidad alrededor del mundo.
Durante una entrevista en
Telecinco el pasado fin de semana confesó ser bisexual,
algo que hasta ahora no había trascendido aunque se siente muy
sorprendida por la repercusión de esas declaraciones.
“Siempre lo he
dicho.
Nunca me he escondido a la hora de hablar de sexualidad, ¿dónde
os metíais los periodistas? Yo soy una de las mayores defensoras del colectivo LGTB…
¿cómo iba a ocultar algo así? En mi casa siempre hubo muchísima
libertad.
Yo le llegaba a mi madre y le decía: me gusta María, o me he
enamorado de Manuel.
Pues genial, hija, respondía ella. Al final te
enamoras de personas”.
No se planteó hacer el programa porque crea que la
gente es mojigata.
“Lo quería hacer porque me apetecía crear un espacio
donde la gente pueda conocer distintas formas de vivir la sexualidad,
pero desde el crecimiento, no desde lo soez.
Si te gustan puedes
hacerlas y realizarte con tu pareja”, explica. “No creo que vayamos
hacia atrás. La información sobre sexo hace falta siempre.
¿Cómo puede
ser tabú algo que te da tanto junto a una pareja y que te hace disfrutar
tanto?
Deberíamos hacerlo más por salud, y hablarlo más”.
Predica con el ejemplo y habla entusiasmada de su vida
sexual y de lo que le ha enseñado el programa.
“Lo que he aprendido es
que sabemos de todo menos de las bases, de los preliminares.
Está la
excusa de estar cansado, de los niños, pero no, nunca hay que dejar de
ser seductor, no puedes dejar que la monotonía entre en casa.
Si ya no
te sientes igual que al principio de la relación, investiga por qué”.
Se declara bisexual, pero no es de tríos, y se atreve a
rememorar su experiencia más fuerte.
“Mi noche más salvaje fue en
Bangkok en una habitación de hotel. Tuve relaciones con una persona
hasta perder la cuenta”, comenta y tras un suspiro evocador cuenta que
no tiene ningún tabú, como tampoco ha habido restricciones en el
programa.
“Para mí ha sido una catarsis, y ha llegado en un momento de
mi vida que no sé si porque yo estaba más receptiva, pero he conocido a
gente tan bonita… Ha sido brutal, la experiencia de mi vida. Cuando
acabó la grabación lloré mucho, porque me negaba a que algo tan bello
terminase”.
También promete que la gira que celebrará el 25º aniversario de su primer disco y en la que repasará todos sus éxitos será una experiencia inolvidable para sus fans.
Quiere confeccionar el show
con cariño y tiene mucha ilusión por ponerse de nuevo ante los focos… y
por volver a enamorarse. “Estoy abierta al amor, no al sexo ocasional.
Lo que no he hecho con 20 años no lo voy a hacer ahora.
Soy de conocer a
alguien que me lo mueva todo, por su conversación, sonrisa, sentido del
humor…” Lo cuenta como si esa persona ya hubiese aparecido.
"No, se me
ilumina la mirada porque es lo que deseo", dice riendo.
“Cuando se rompe una relación, si eres valiente hay
que mirarse el ombligo y ver cosas que no te van a gustar. La ruptura no
ha sido cosa de uno solo.
Por mi parte, esos errores no los voy a
volver a cometer, y cosas que he dejado pasar la próxima vez no dejaré
que pasen”.
La Mónica más mística hace alarde de un gran trabajo de introspección.
“Esa siempre ha sido la prioridad de mi vida.
Ser cada día mejor
persona. No quiero repetir curso… (silencio) Sí, creo en otras vidas.
Siempre he sido una mujer con mucha fe”.
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