El
nuevo jefe de la casa más aristocrática de España no ha hecho grandes
cambios.
Su papel es continuista porque él, de hecho, ya estaba al
frente de la familia en vida de su madre con la ayuda de algunos de sus
hermanos.
Pero cuando este 20 de noviembre se cumplen cuatro años de la muerte de la duquesa,
su sucesor ya ha delimitado su territorio dejando claro que él es el
depositario del legado y su administrador. Esta definición de funciones
ha supuesto en algunos casos una quiebra en las relaciones de los hijos
de Cayetana.
En público no hablan de desavenencias, pero los hechos
confirman que cada uno hace su vida.
Este martes en Sevilla se oficiará
un funeral en recuerdo de la aristócrata fallecida y, salvo sorpresas de
última hora, solo asistirán dos de sus hijos:
Cayetano, que ha
organizado el oficio religioso, y Fernando, el más conciliador de los
seis hermanos.
La duquesa bailando con Curro Romero, el día de su bda con Alfonso Díez.GETTY
Eugenia, la menor de todos, el año pasado escogió precisamente las
fechas del aniversario de la muerte de su madre para contraer matrimonio
con Narcís Rebollo, presidente de la compañía de discos Universal, en
Las Vegas. Preguntada por ello, la duquesa de Montoro señaló: "No
necesito nada para recordar a mi madre, la llevo todos los días en mi
corazón". Este año tampoco se espera al actual duque de Alba, que asegura tener
compromisos profesionales que cumplir. Pero a nadie se le escapa que la
muerte de la aristócrata ha dejado al descubierto muchas heridas. Que la duquesa fue una mujer singular resulta de sobra conocido. Amante del flamenco,
de los toros, de los artistas, no fue una aristócrata al uso. Pero lo
desconocido para muchos es su faceta de madre y esposa. El actual duque
de Alba, sentado en uno de los impresionantes salones del Palacio de
Liria rodeado de cuadros de Goya, recordó para el programa de TVE Lazos de sangre
una infancia que no fue fácil en lo emocional. “Conmigo era
especialmente dura. Con los pequeños más cariñosa”, contó con un punto
de emoción. Pese a ello, el aristócrata explicó que sigue sus pasos como
actual responsable de la Casa. “Yo sabía lo que le gustaba y eso es lo
que yo sigo haciendo. Limpio los cuadros, cuido de que todo esté como
ella hubiera querido”, desveló. Y añadió: "Nunca me dijo que me quería, pero yo sabía que me quería".
Catorce veces Grande de España, Cayetana fue la jefa de la Casa
de Alba y una destacada figura de la vida social pero, por encima de
todo, un personaje irrepetible que no dejaba a nadie indiferente. Para
casarse por tercera vez repartió su gran patrimonio y antes de morir
pidió a los suyos que permaneciesen unidos. Pero poco se ha cumplido. Los Alba no son una familia unida, el reparto de la herencia abrió heridas que no han cicatrizado. La llegada de otro hombre, Alfonso Díez, a la vida de su madre, supuso una nueva revolución. El que fuera duque consorte
venera su recuerdo en silencio. Resuelta su herencia mantiene una
correcta relación con los hijos de quien fuera su esposa. "Ella ha sido
lo mejor que me ha pasado", dice cuando se le pregunta por ella.
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