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20 sept 2018

El libro de Pedro Sánchez y Carlos Ocaña copia párrafos de la conferencia de un diplomático

El libro de Pedro Sánchez y Carlos Ocaña copia párrafos de la conferencia de un diplomático.

La Moncloa sostiene que se trata de "un error involuntario" y los coautores se comprometen a subsanarlo "en el más breve plazo".

Pedro Sanchez

 

La tesis doctoral de Sánchez fue objeto de polémica la semana pasada, pero hasta tres programas informáticos empleados por este periódico no hallaron indicios de obras ajenas sin atribuir. 
Sin embargo, no ocurre lo mismo con el libro posterior del presidente y Carlos Ocaña. 
La conferencia de Manuel Cacho es el caso más notorio.
 Las ponencias se encuentran en un documento alojado en la web de la Camilo José Cela y la universidad también confirma que se trata de la transcripción de las intervenciones. 
Hasta cinco páginas del libro, de la 62 a la 66, en el cuarto capítulo, reproducen gran parte del discurso del diplomático. 
Se utilizan cinco de los siete folios de la intervención.
 Se desconoce qué partes del libro, fuera de la tesis doctoral, son cosecha de Sánchez o de Ocaña, que fue entre 2008 y 2011 jefe de gabinete del ministro de Industria, Miguel Sebastián, autor del prólogo del libro.
 Ninguno de los dos autores ha querido aclararlo.
El actual embajador en Australia confirma a este diario que participó en aquellas jornadas y que no leyó un texto escrito. 
“No tenía tiempo y preparé un guion, fue una cosa improvisada. Después me enviaron unos borradores de la universidad con la transcripción para publicar en su página web”, explica Cacho. 
Desconocía qué parte de su intervención había acabado en el libro de Sánchez.
 Nadie le pidió permiso para ello, sostiene, aunque ha preferido no hacer valoraciones.

Otro pasaje del discurso, de 14 líneas, está incluido con leves variaciones en el volumen, en la página 65.
 El final de este extracto es el siguiente: “Finalmente, las fundaciones desarrollan colaboraciones puntuales con distintas instituciones de los países para los que están pensadas. Pienso por ejemplo en la colaboración con el China Club Spain o con la Japan Foundation. Todo ello, en definitiva, lo que busca es el acercamiento entre sociedades civiles”. El libro repite el párrafo con pequeños retoques: “Finalmente, las fundaciones desarrollan colaboraciones puntuales con distintas instituciones de los países. Así, existe colaboración con el China Club Spain o con la Japan Foundation. Todo ello, en definitiva, con el propósito de lograr el acercamiento entre sociedades civiles”.
Las partes copiadas de la intervención de Cacho componen el núcleo argumental y la mayor parte del epígrafe 4.2 del libro, y el resto coincide con lo publicado en la tesis doctoral de Sánchez. Están insertadas entre fragmentos de un artículo del líder del PSOE, el titulado La diplomacia comercial en el centro de la diplomacia comercial española, que Sánchez publicó en septiembre de 2012. La transcripción del texto es prácticamente literal, salvo en algunos giros y expresiones que en el libro se cambian por sinónimos.
 Por ejemplo, esta frase de Cacho: “… con los países de la Unión Europea tenemos canales de sobra…” se convierte en “con los países europeos existen canales sobrados…”

Copias de otros textos

Además de esa conferencia, el libro de Sánchez y Ocaña también echa mano de otros textos ajenos, sin atribuir la fuente ni incluirla en la bibliografía final.
 Los más destacados, por su extensión, son cinco: un discurso en el pleno del Congreso del entonces ministro Miguel Sebastián (páginas 55 y 56 del libro); una respuesta parlamentaria (página 154 y 156); un informe del Ministerio de Economía (páginas 87 y 88); un teletipo de agencia de un acto oficial (páginas 146 y 147), y un comunicado de prensa del Consejo de Ministros (páginas 57 y 59).
En cuanto a estos cinco textos, La Moncloa afirma que “está todo en orden”. 
“Está permitida la utilización de iniciativas y documentos de carácter parlamentario, que son de uso público”, argumenta dicha fuente. 
 “Se trata de documentos que no generan derechos de autor por no tener la consideración de obras, ya que son de uso público al formar parte del debate político, el cual debe ser difundido a todos los ciudadanos”.
El Gobierno sostiene que el artículo 33 de la Ley de Propiedad Intelectual “excluye explícitamente los discursos pronunciados en sesiones parlamentarias”. 
“Por tanto, son documentos públicos de consulta abierta a todos, por lo que está todo en orden”, concluye La Moncloa.

 

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