El director no encuentra patrocinadores para financiar sus nuevas películas tras haber sido acusado de abuso sexual por su hija adoptiva, Dylan Farrow.
Por primera vez en décadas, Woody Allen ha decidido tomarse un descanso este año, según ha informado el medio estadounidense Page Six.
"Woody ama trabajar. Nunca toma un descanso
. Pero se tomará un tiempo libre este año hasta que pueda encontrar un patrocinador", ha revelado una fuente al medio estadounidense. El cineasta ha sido acusado de abuso sexual por su hija adoptiva, Dylan Farrow, en 2014.
Desde entonces, y como consecuencia del movimiento #MeToo —encabezado por Ronan Farrow, el hijo de Allen—, el director de cine ha tenido problemas para encontrar financiación para sus proyectos.
Allen, de 82 años, ha dirigido al menos una película por año desde 1981.
En este momento, está buscando patrocinador para un proyecto sin nombre pensado para 2020.
A Rainy Day in New York es la segunda de las cinco películas que Woody Allen acordó dirigir para Amazon Studios, aunque algunos medios como Hollywood Reporter informaron a principios de año que esta colaboración parece cada vez más inestable y es posible que la productora tenga que cortar los lazos con el cineasta.
Según Page Six, el director de Annie Hall o Café Society está siendo percibido por algunos profesionales de Hollywood como una persona "tóxica".
Desde que el escándalo salió a la luz, actores con los que Allen había trabajado, como Timothee Chalamet, Rebecca Hall y Griffin Newman, se desolidarizaron del director y donaron sus salarios a organizaciones benéficas que defienden a víctimas de abusos. Incluso actores destacados como Michael Caine, ganador de un Oscar por Hannah y sus hermanas, han dicho que no volverán a trabajar nunca más con Allen.
"Woody ama trabajar. Nunca toma un descanso
. Pero se tomará un tiempo libre este año hasta que pueda encontrar un patrocinador", ha revelado una fuente al medio estadounidense. El cineasta ha sido acusado de abuso sexual por su hija adoptiva, Dylan Farrow, en 2014.
Desde entonces, y como consecuencia del movimiento #MeToo —encabezado por Ronan Farrow, el hijo de Allen—, el director de cine ha tenido problemas para encontrar financiación para sus proyectos.
Allen, de 82 años, ha dirigido al menos una película por año desde 1981.
En este momento, está buscando patrocinador para un proyecto sin nombre pensado para 2020.
A Rainy Day in New York es la segunda de las cinco películas que Woody Allen acordó dirigir para Amazon Studios, aunque algunos medios como Hollywood Reporter informaron a principios de año que esta colaboración parece cada vez más inestable y es posible que la productora tenga que cortar los lazos con el cineasta.
Según Page Six, el director de Annie Hall o Café Society está siendo percibido por algunos profesionales de Hollywood como una persona "tóxica".
Desde que el escándalo salió a la luz, actores con los que Allen había trabajado, como Timothee Chalamet, Rebecca Hall y Griffin Newman, se desolidarizaron del director y donaron sus salarios a organizaciones benéficas que defienden a víctimas de abusos. Incluso actores destacados como Michael Caine, ganador de un Oscar por Hannah y sus hermanas, han dicho que no volverán a trabajar nunca más con Allen.
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