Una nueva investigación pone en duda la procedencia del cuadro de Da Vinci, comprado por el Louvre Abu Dabi por más de 380 millones.
El Salvator Mundi de Leonardo Da Vinci, adquirido el pasado noviembre por el Louvre Abu Dabi por la cifra histórica de 450 millones de dólares (algo más de 380 millones de euros) vuelve a generar debate entre los expertos del Renacimiento.
Según la revista especializada The Art Newspaper, una nueva investigación de Jeremy Wood, un profesor de Historia del Arte de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, ponen en duda la proveniencia del famoso cuadro.
Como lo explica la publicación, si bien la obra fue realizada para el rey de Francia Luis XII y su esposa Ana de Bretaña entorno al 1500, no volvió a aparecer hasta el siglo XVII en Inglaterra, en posesión del rey Carlos I.
Los expertos siempre habían pensado que la adquisición del cuadro se hizo a través de su esposa, la princesa francesa Henrietta Maria, y que la obra se quedó en los apartamentos de la pareja real hasta su ejecución en 1649.
Pero según las investigaciones de Wood, el Salvator Mundi en realidad no se encontraba en la propiedad de Greenwich sino en la residencia en Chelsea de James, tercer marqués —y futuro Duque de Hamilton—, entre 1638 y 1641.
Una versión que corrobora Margaret Dalivalle, citada por la revista:
“Entendí inmediatamente de que se trataba de una obra de mayor
importancia cuando leí la descripción del cuadro en el inventario de
Hamilton (…) que lo describe con mucha precisión”.
Y añade: “El cuadro estaba en una colección ligada casi incestuosamente a la colección real.
El Rey, según un documento del 18 de octubre de 1638, quería tener la selección de pinturas compradas por Hamilton en Venecia, amenazando el pago de derechos de aduana, y la predilección del rey y la reina por Leonardo está documentada".
La especialista explica que no encontró la mínima prueba que confirme que Henrietta María trajo el cuadro, que fue registrado como parte de su dote en 1649, a Francia.
Según The Art Newspaper, las investigaciones de los especialistas del mercado del arte del siglo XVII se centrarán, a partir de ahora, en el examen de las obras que Hamilton compró a los coleccionistas venecianos y en el análisis de los cuadros que heredó de sus ancestros.
Hace unas semanas, Matthew Landrus, un especialista británico del Renacimiento, aseguraba que la obra, adquirida por un príncipe saudí en la subasta que organizó Christie en octubre 2017, y que el museo expondrá al público el próximo 19 de septiembre, no fue realizada por el maestro italiano sino por uno de sus alumnos: Bernardino Luini.
“Ojalá se consiga resolver todas las incógnitas que rodean la obra antes de la exposición que el Louvre de Paris consagrará al pintor en octubre 2019”, concluye la publicación.
Según la revista especializada The Art Newspaper, una nueva investigación de Jeremy Wood, un profesor de Historia del Arte de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, ponen en duda la proveniencia del famoso cuadro.
Como lo explica la publicación, si bien la obra fue realizada para el rey de Francia Luis XII y su esposa Ana de Bretaña entorno al 1500, no volvió a aparecer hasta el siglo XVII en Inglaterra, en posesión del rey Carlos I.
Los expertos siempre habían pensado que la adquisición del cuadro se hizo a través de su esposa, la princesa francesa Henrietta Maria, y que la obra se quedó en los apartamentos de la pareja real hasta su ejecución en 1649.
Pero según las investigaciones de Wood, el Salvator Mundi en realidad no se encontraba en la propiedad de Greenwich sino en la residencia en Chelsea de James, tercer marqués —y futuro Duque de Hamilton—, entre 1638 y 1641.
Y añade: “El cuadro estaba en una colección ligada casi incestuosamente a la colección real.
El Rey, según un documento del 18 de octubre de 1638, quería tener la selección de pinturas compradas por Hamilton en Venecia, amenazando el pago de derechos de aduana, y la predilección del rey y la reina por Leonardo está documentada".
La especialista explica que no encontró la mínima prueba que confirme que Henrietta María trajo el cuadro, que fue registrado como parte de su dote en 1649, a Francia.
Según The Art Newspaper, las investigaciones de los especialistas del mercado del arte del siglo XVII se centrarán, a partir de ahora, en el examen de las obras que Hamilton compró a los coleccionistas venecianos y en el análisis de los cuadros que heredó de sus ancestros.
Hace unas semanas, Matthew Landrus, un especialista británico del Renacimiento, aseguraba que la obra, adquirida por un príncipe saudí en la subasta que organizó Christie en octubre 2017, y que el museo expondrá al público el próximo 19 de septiembre, no fue realizada por el maestro italiano sino por uno de sus alumnos: Bernardino Luini.
“Ojalá se consiga resolver todas las incógnitas que rodean la obra antes de la exposición que el Louvre de Paris consagrará al pintor en octubre 2019”, concluye la publicación.
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