No era la primera vez que trabajaban juntas, pero parece que será la
última. La próspera unión entre la celebérrima Angelina Jolie y la no
menos famosa en el mundo de la abogacía Laura Wasser ha tocado a su fin. Tal y como informa la revista People, que ha obtenido la exclusiva de este mediático divorcio, Jolie "trata de permanecer centrada en la seguridad de su familia". Y esa seguridad deja fuera de juego a Wasser. Ha
sido la todavía esposa de Brad Pitt la que ha decidido prescindir de
los servicios prestados por la que se considera una de las letradas más
célebres de Hollywood, Laura Wasser, que ha llevado divorcios como los de Gwyneth Paltrow y Chris Martin, Ashton Kutcher y Demi Moore, Antonio Banderas y Melanie Griffith o Kim Kardashian y Kris Humphries (estos últimos tras apenas 72 mediáticos días casados). De hecho, Wasser —de 50 años, también divorciada, de un español con el que estuvo casada durante un año—ya gestionó la separación de Jolie con Billy Bob Thornton en 2003. Para quien siga paso a paso el complejo divorcio de los Pitt-Jolie,
esta ruptura profesional quizá no resulte tan sorprendente. Hace ya
varias semanas, la actriz de Maléfica contrató a otro bufete de
abogados para complementar los servicios de Wasser, algo que sonó
extraño teniendo en cuenta la eficiencia de su letrada principal, su
renombre y sus tarifas: pide 23.000 euros de adelanto y cobra casi 800
euros por hora de trabajo. Esta hija de letrado lleva casi un cuarto de
siglo como abogada estrella de los famosos, pero también de los que no:
ha lanzado un libro e incluso una web para poder divorciarse de forma rápida y fácil.
Así, ahora llevará el proceso legal por parte de Jolie la letrada
Samantha Bley Dejean, una de las nuevas abogadas que habían empezado a
trabajar con ella hace unos meses. El nombre de esta letrada —con más de
dos décadas de experiencia, cuarta generación en el mundo de la
abogacía y socia del bufete que lleva su apellido— ya ha aparecido en los últimos documentos del divorcio que se han filtrado desde la Corte Suprema de Los Ángeles (California), donde se dirime el asunto.
Según una portavoz de Jolie, "Angelina ha decidido optar por Samantha Bley Dejean
como consejera, puesto que el punto fuerte de Samantha es la protección
y los intereses de los niños". Aún así, no han faltado palabras
corteses, aunque algo frías, de despedida: "Angelina aprecia la ayuda de
Laura en el traspaso del caso a lo largo de las últimas semanas". Según
fuentes cercanas a la pareja, dicha transición ha tenido lugar a lo
largo del último mes. Un mes muy agitado, sobre todo tras el primer acuerdo que la pareja logró alcanzar el pasado abril,después de 18 meses de negociaciones. Sin embargo, estos días se ha dado a conocer que el juez ha exigido que los seis hijos de la pareja mantengan "una relación sana y fuerte" con su padre y que ahora Jolie ha pedido a Pitt que se haga cargo del "50% de los gastos de los niños". Sin embargo, los abogados de Pitt aseguran que él le ha prestado casi
siete millones de euros para comprar una casa para vivir con los seis
chicos... pero los de Jolie replican que un préstamo no es una
manutención. Una serie de folletinescos dimes y diretes sin fin que se filtran a la prensa por entregas prácticamente diarias. El divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie, anunciado en septiembre de 2016,
no termina, pues, de llegar a buen puerto. De hecho, está siendo tan
complejo que fuentes conocedoras del caso aseguraban a principios de
agosto que la propia Wasser estaba a punto de renunciar a causa de las
durísimas condiciones que Angelina Jolie exigía para finalizarlo. No ha
hecho falta: Jolie ha tenido la última palabra. Al menos por ahora.
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