La princesa y la actriz francesa han compartido fama, tragedias y su pasión por la moda. Ahora la unión de sus hijos las hace abuelas.
La princesa Carolina de Mónaco y la diva del cine francés Carole Bouquet son dos mujeres con personalidades fuertes, referentes de estilo, famosas y magnéticas.Han pasado de ser amigas íntimas a consuegras y próximamente serán abuelas.
Las dos están a punto de dar la bienvenida al primer retoño de sus hijos, Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, que nacerá a finales del verano.
Han llevado vidas paralelas intensas, unidas también por la tragedia, el amor, el desamor y la moda.
Ambas nacieron en 1957. Carolina fue popular desde la cuna, por ser la primogénita del príncipe Rainiero III de Mónaco y la diva de Hollywood Grace Kelly.
Carole vivió en el anonimato hasta la década de los setenta, cuando conquistó el estrellato de la mano del director Luis Buñuel con Ese oscuro objeto de deseo.
Después se convirtió en chica Bond y hoy es de las actrices más respetadas de Francia.
Durante su juventud las dos se cruzaron en numerosas fiestas en Studio 54 de Nueva York, en París y en Montecarlo; vivieron amores fallidos; se convirtieron en iconos de belleza y elegancia y compartieron asientos en primera fila de desfiles de moda.
Ambas aún conservan una estrecha relación personal con Karl Lagerfeld, el diseñador de Chanel.
Mientras que Carole fue la imagen del perfume Chanel n. 5 durante más de una década, Carolina se consagró como musa del creador y una de sus grandes embajadoras.
Las dos quedaron viudas muy jóvenes y tuvieron que salir adelante solas con niños pequeños. Carolina perdió a su marido, el empresario italiano Stefano Casiraghi en 1990 en un accidente naútico, cuando ella tenía 33 años y él apenas 30.
La pareja tenía tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre, de seis, cuatro y tres años.
Carole había despedido en 1985, a su esposo, el productor libanés Jean-Pierre Rassam.
El cineasta, que a lo largo de su vida había acusado problemas con las drogas, se suicidó a los 43 años con un cóctel de barbitúricos. Su hijo Dimitri tenía tres años.
Parejas y solidaridad
Después de varias parejas fugaces, las dos retomaron su vida sentimental con hombres que guardaban cierto parecido entre sí. Carolina con el príncipe Ernesto de Hannover, con quien se casó, embarazada de su hija Alexandra, en 1999 y del que se separó diez años después, aunque nunca han llegado a divorciarse oficialmente. Carole compartió diez años con el actor Gerard Dépardieu.Ambos son exorbitantes y con cierta tendencia a enfrascarse en situaciones desenfrenadas, a menudo relacionadas con los excesos y el alcohol.
Las dos parejas mantienen una buena relación. Los hijos de Depardieu adoran a Carole y los de Hannover consideran a Carolina una más de la familia.
También frecuentan amigos comunes. Robertino Rossellini, que mantuvo una relación con la princesa de Mónaco cuando esta tenía 25 años, fue quien le presentó a Stefano Casiraghi.
Y su hermana Isabella, ambos hijos del director Roberto Rossellini y la actriz Ingrid Bergman, fue quien llevó por primera vez a Bouquet a la isla de Pantelaria, su refugio desde entonces, donde cultiva viñedos y elabora vino y donde se celebrará previsiblemente el enlace de Carlota y Dimitri cuando se solucione el arduo divorcio entre Rassam y su expareja, la modelo Masha Novoselova.
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