La edición número 77 de la Feria del Libro de Madrid
bajará el telón este domingo 10 de junio.
Pero aún hay tiempo para
exprimir las últimas cuarenta y ocho horas y realizar algunas compras.
En Librotea hemos hecho una selección de pequeñas grandes joyas que se
esconden en las casetas que pueblan el Paseo de Coches del Retiro.
De la
poesía al ensayo pasando por la novela y el relato corto.
La
escultora Camille Claudel estuvo treinta años internada en un manicomio
tras romper con otro genio y compañero de profesión, August Rodin.
La
escritora francesa Michèle Desbordes rescata la figura de Claudel en El vestido azul,
una novela hermosa y trágica, en la que trata de devolver a la
escultora su lugar en la historia.
Patti Smith, icono de la cultura
americana, vuelve a las librerías con Devoción.
Jessa Crispin engarza un relato sobre el exilio en El complot de las damas muertas.
Mientras Crispin relata su viaje por Europa también nos enseña los
lugares a los que escaparon otros ilustres exiliados, como James Joyce y
Nora Barnacle, que buscaron refugio en Trieste.
Maria Iordanidu propone
otro destino, la apasionante Constantinopla, en Loxandra.
Si lo que quieres es descubrir la literatura japonesa de la era premoderna una apuesta segura es Los placeres de la literatura japonesa, un ensayo firmado por Donald Keene.
Otro libro de no ficción imprescindible es La edad de la penumbra. Cómo el Cristianismo destruyó el mundo clásico, de Catherine Nixey.
La británica Joanna Walsh reúne un puñado de relatos de primer nivel en el emocionante Vértigo.
Otro libro de cuentos que merece entrar a formar parte de cualquier biblioteca es Virgen y otros relatos, el sorprendente debut literario de April Awyers Lawson.
Joan
Margarit es uno de los grandes nombres de la poesía española
contemporánea.
Una forma de bucear por su obra es haciéndose con un
ejemplar de Todos los poemas (1975-2012). Jon Bilbao construye en El silencio y los crujidos un tríptico sobre la soledad; cuenta las historias de tres hombres que se aíslan del mundo en situaciones límite.
Los libros siempre fueron el mejor refugio de los solitarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario