A los 67 años, Alfonso Díez muestra una imagen mucho más joven.
El que fuera discreto duque ha reaparecido en la feria de San Isidro luciendo un nuevo aspecto.
Su cara se ve mucho más juvenil que hace tres meses. Sus pómulos están más maracados y sus arrugas mucho más difuminadas que antes.
Díez lleva tras la muerte de Cayetana Fitz-James Stuart, fallecida a los 88 años el 20 de noviembre de 2014- una existencia bastante discreta.
No huye de la atención mediática pero la intenta eludir.
Lo mismo sucedía cuando estaba casado con la aristócrata. Ni tan siquiera cuando se produjo el reparto de la herencia y se vivieron momentos de tensión él alzó la voz.
Ahora Díez lleva una existencia tranquila entre Madrid, donde tiene se casa, Palencia, donde nació y vive parte de su familia, y Andalucía donde conserva alguna de las amistades que estableció a través de Cayetana de Alba, en especial Curro Romero y su esposa Carmen Tello.
Con los hijos de la duquesa la relación es aparentemente coordial aunque muy esporádica
. Ha sido Cayetano Martínez de Irujo el menor de los varones quien mejor ha hablado de él y quien en público ha rectificado la inicial opinión que se hizo sobre Alfonso Díez para afirmar lo feliz que fue su madre junto su tercer esposo en sus últimos años de vida.
Cuando falleció la duquesa envió una corona de flores con la siguiente frase:
"No sé si he sabido decirte lo que te he querido, te quiero y te querré".
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