El técnico francés anuncia inesperadamente su decisión de abandonar el club blanco tras dos años y medio, 9 títulos y tres Champions. "Es el momento y lo mejor para todos", dice.
Ni cinco días después de irrumpir en la historia, de equipararse con
el Ajax de Johan Cruyff y el Bayern de Franz Beckenbauer con tres
Champions consecutivas, de perseguir la estela del Madrid de Di Stéfano,
algo inaudito, Zinedine Zidane
anunció por sorpresa su decisión de abandonar el banquillo de Chamartín
tras dos años y medio de gloria y nueve títulos.
Su decisión fue tan inesperada que dejó en shock a Florentino Pérez, visiblemente tocado por la noticia.
El francés, que no quiso desvelar el momento en el que optó por irse, le visitó ayer para anunciárselo.
A su equipo técnico, igual de conmocionado que el dirigente, se lo reveló apenas una hora antes del anuncio público y ninguno daba crédito.
Su plantilla recibió un mensaje con la noticia, a excepción de Sergio Ramos, a quien llamó personalmente para explicarle las razones del cambio de ciclo más inesperado y doloroso en la época reciente del Madrid.
"He tomado la decisión de no seguir el próximo año", confirmó Zidane tras una breve y reveladora introducción del dirigente Pérez. "Es el momento para todos, para mí, para el club y para la plantilla. Sé que es raro, pero hay que hacerlo.
El equipo tiene que seguir ganando y para eso necesita un cambio". Tan relajado y pausado como todas y cada una de las veces que se sentó ante la prensa, argumentó que el motivo principal de su decisión ha sido el no verse con la capacidad de prolongar el periodo ganador del Madrid.
"Soy ganador, no me gusta perder. Y si tengo la sensación de que no voy a ganar, hay que hacer un cambio.
Como jugador, cuando vi que no estaba ganando, era yo el que decía: "me voy."
Si no veo claramente que vamos a seguir ganando y no veo las cosas claras, como yo quiero, es mejor no seguir y no hacer tonterías".
El técnico habló de desgaste y de la necesidad de un nuevo librillo para estirar su época triunfal:
"Después de tres años la plantilla necesita otro discurso, otra metodología de trabajo y por eso tomé esta decisión.
Quiero mucho a este club, pero hay que cambiar". Su idea la expuso una y otra vez Zidane, insistente en ser incapaz de mantener al equipo en la cima.
"Hay que saber cuándo parar.
Lo hago por el bien de este equipo.
Conmigo hubiese sido complicado ganar el año que viene.
Lo hemos visto, ha sido complicado este año en Liga, momentos que yo no olvido.
Si se trata de vivir otra temporada y que acabe mal, no quiero. Quiero que se acabe bien esta etapa en el Real Madrid", ahondó el técnico, que desmintió que la planificación de la plantilla haya sido determinante en su marcha.
"El cargo de entrenador tiene esta parte, ya lo hemos vivido dos veranos, lo de los fichajes, lo que había que hacer con la plantilla. No es por eso la decisión.
Si te gusta entrenar esto es una parte importante de tu cargo"
También habló Zidane de momentos buenos y momentos malos. El mejor en el club, para él, el día que Florentino Pérez fue a buscarle en el año 2000. En los banquillos asegura que nada le llenó tanto como la Liga del curso pasado, ni siquiera el hecho de entrar en la historia con tres Champions consecutivas.
"Fue el máximo", soltó entre carcajadas.
Y nada le dejó tan tocado como la derrota y eliminación copera en el Santiago Bernabéu ante el Leganés. Quizás aquella noche de enero surgieron sus primeras dudas.
"Hay momentos duros y momentos muy bonitos, acabamos con uno espectacular.
Pero hay otros complicados y eso te hace reflexionar", explicó.
Quizás, dijo también, su marcha no se hubiera producido si el Madrid no hubiese prolongado su hegemonía europea en Kiev:
"No sé. Puede ser que si hubiéramos perdido... puede ser", dijo Zidane.
Hace cinco días nadie podría haber imaginado que el hecho de consolidar un equipo de época propiciaría su adiós.
Tampoco cuando en las celebraciones se mantuvo en un segundo plano, sin aparecer en escena, reacio incluso a coger el micrófono para dirigirse a la afición.
En alguien tímido como él, el escaso protagonismo nunca fue sinónimo de alarma.
"Tengo un cariño especial a esta afición y les quiero dar las gracias otra vez por todo su apoyo.
Puede que no entiendan la decisión y que muchos crean que la decisión no tiene sentido.
Pero para mí sí, es momento de cambiar", les dijo hoy un Zidane que aseguró que ahora no tiene en mente entrenar y que su adiós al club no es definitivo.
"Esto es un hasta luego", apuntó. "El Madrid me lo ha dado todo y voy a estar cerca del club toda la vida.
No tiene que ser un día triste.
Claro que no es bonito y es complicado, pero es un hasta pronto. Mi relación no va a cambiar"
. No es una despedida, esto es un hasta pronto. Pero si necesita un descanso también se lo merece", consideró Florentino Pérez.
887 días y nueve títulos despuéz, Zinedine Zidane consideró que era el momento de parar.
Se marcha en lo más alto, a las puertas de las historia del fútbol con una hegemonía en Europa solo vista en otra época.
Adiós al Madrid de Zidane.
Su decisión fue tan inesperada que dejó en shock a Florentino Pérez, visiblemente tocado por la noticia.
El francés, que no quiso desvelar el momento en el que optó por irse, le visitó ayer para anunciárselo.
A su equipo técnico, igual de conmocionado que el dirigente, se lo reveló apenas una hora antes del anuncio público y ninguno daba crédito.
Su plantilla recibió un mensaje con la noticia, a excepción de Sergio Ramos, a quien llamó personalmente para explicarle las razones del cambio de ciclo más inesperado y doloroso en la época reciente del Madrid.
"He tomado la decisión de no seguir el próximo año", confirmó Zidane tras una breve y reveladora introducción del dirigente Pérez. "Es el momento para todos, para mí, para el club y para la plantilla. Sé que es raro, pero hay que hacerlo.
El equipo tiene que seguir ganando y para eso necesita un cambio". Tan relajado y pausado como todas y cada una de las veces que se sentó ante la prensa, argumentó que el motivo principal de su decisión ha sido el no verse con la capacidad de prolongar el periodo ganador del Madrid.
"Soy ganador, no me gusta perder. Y si tengo la sensación de que no voy a ganar, hay que hacer un cambio.
Como jugador, cuando vi que no estaba ganando, era yo el que decía: "me voy."
Si no veo claramente que vamos a seguir ganando y no veo las cosas claras, como yo quiero, es mejor no seguir y no hacer tonterías".
El técnico habló de desgaste y de la necesidad de un nuevo librillo para estirar su época triunfal:
"Después de tres años la plantilla necesita otro discurso, otra metodología de trabajo y por eso tomé esta decisión.
Quiero mucho a este club, pero hay que cambiar". Su idea la expuso una y otra vez Zidane, insistente en ser incapaz de mantener al equipo en la cima.
"Hay que saber cuándo parar.
Lo hago por el bien de este equipo.
Conmigo hubiese sido complicado ganar el año que viene.
Lo hemos visto, ha sido complicado este año en Liga, momentos que yo no olvido.
Si se trata de vivir otra temporada y que acabe mal, no quiero. Quiero que se acabe bien esta etapa en el Real Madrid", ahondó el técnico, que desmintió que la planificación de la plantilla haya sido determinante en su marcha.
"El cargo de entrenador tiene esta parte, ya lo hemos vivido dos veranos, lo de los fichajes, lo que había que hacer con la plantilla. No es por eso la decisión.
Si te gusta entrenar esto es una parte importante de tu cargo"
También habló Zidane de momentos buenos y momentos malos. El mejor en el club, para él, el día que Florentino Pérez fue a buscarle en el año 2000. En los banquillos asegura que nada le llenó tanto como la Liga del curso pasado, ni siquiera el hecho de entrar en la historia con tres Champions consecutivas.
"Fue el máximo", soltó entre carcajadas.
Y nada le dejó tan tocado como la derrota y eliminación copera en el Santiago Bernabéu ante el Leganés. Quizás aquella noche de enero surgieron sus primeras dudas.
"Hay momentos duros y momentos muy bonitos, acabamos con uno espectacular.
Pero hay otros complicados y eso te hace reflexionar", explicó.
Quizás, dijo también, su marcha no se hubiera producido si el Madrid no hubiese prolongado su hegemonía europea en Kiev:
"No sé. Puede ser que si hubiéramos perdido... puede ser", dijo Zidane.
Hace cinco días nadie podría haber imaginado que el hecho de consolidar un equipo de época propiciaría su adiós.
Tampoco cuando en las celebraciones se mantuvo en un segundo plano, sin aparecer en escena, reacio incluso a coger el micrófono para dirigirse a la afición.
En alguien tímido como él, el escaso protagonismo nunca fue sinónimo de alarma.
"Tengo un cariño especial a esta afición y les quiero dar las gracias otra vez por todo su apoyo.
Puede que no entiendan la decisión y que muchos crean que la decisión no tiene sentido.
Pero para mí sí, es momento de cambiar", les dijo hoy un Zidane que aseguró que ahora no tiene en mente entrenar y que su adiós al club no es definitivo.
"Esto es un hasta luego", apuntó. "El Madrid me lo ha dado todo y voy a estar cerca del club toda la vida.
No tiene que ser un día triste.
Claro que no es bonito y es complicado, pero es un hasta pronto. Mi relación no va a cambiar"
. No es una despedida, esto es un hasta pronto. Pero si necesita un descanso también se lo merece", consideró Florentino Pérez.
887 días y nueve títulos despuéz, Zinedine Zidane consideró que era el momento de parar.
Se marcha en lo más alto, a las puertas de las historia del fútbol con una hegemonía en Europa solo vista en otra época.
Adiós al Madrid de Zidane.
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