La asamblea de la organización ha repasado y hecho propuestas sobre problemas sanitarios como la tuberculosis, el cólera o las mordeduras de serpiente.
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La asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) termina este sábado en Ginebra tras cuatro días repasando los
principales problemas sanitarios del planeta.
Los delegados de todos los
países miembros han debatido y votado resoluciones para tomar acciones
políticas relativas a la tuberculosis, el cólera, la polio, las vacunas y
las mordeduras de serpiente, entre otros muchos asuntos.
Estos son los
principales.
Brote de ébola
El brote de ébola que ha estallado en la República Democrática del Congo se enfrenta a un momento decisivo.En las próximas semanas podría extenderse a zonas urbanas o mantenerse bajo control.
La vacunación a las poblaciones de riesgo ha comenzado.
La respuesta ha sido rápida y Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS ha agradecido su esfuerzo a todos los trabajadores sanitarios.
El comité asesor de la organización emitió un informe sobre los protocolos para luchar contra brotes de este tipo.
Según el documento, el programa ha demostrado su eficacia a la hora de liderar respuestas en salud a crisis humanitarias, aunque “es necesario seguir avanzando”.
Enfermedades no transmisibles
Los Estados miembros pidieron intensificar las acciones en
la lucha mundial para combatir las enfermedades no transmisibles (ENT).
Reiteraron que la comunidad internacional se ha comprometido a reducir
en un tercio las muertes prematuras por estas dolencias para 2030,
principalmente cardiovasculares, cánceres, diabetes y dolencias
respiratorias crónicas, así como promover la salud mental y el
bienestar.
Cada año, 15 millones de personas de 30 a 70 años mueren a
causa de una ENT.
La Asamblea reconoció que se necesita mejorar el
liderazgo político para acelerar la prevención y adoptar medidas para
reducir los principales riesgos de estos males: el consumo de tabaco, la
inactividad física, el uso nocivo de alcohol y las dietas poco
saludables, así como la contaminación del aire.
“Los sistemas de salud
deben fortalecerse mediante la implementación de medidas efectivas que
permitan detectar mejor a las personas en riesgo y proporcionar terapias
y servicios farmacológicos para reducir las muertes por ataques
cardíacos, accidentes cerebrovasculares y diabetes.
La prevención y el
tratamiento de los trastornos mentales también requieren una acción
urgente”, acordaron los delegados.
Polio
La poliomielitis es una enfermedad que está cerca de la
erradicación.
Los casos han disminuido en más de un 99% desde 1988,
cuando se calculaba que había 350.000 en más de 125 países endémicos, en
comparación con los 37 notificados en 2016.
Pero para conseguir acabar
con ella hace falta continuar trabajando en los sistemas de salud de los
países que siguen en riesgo.
La OMS tiene en marcha un plan estratégico
para mantener un mundo libre de polio después de la erradicación;
fortalecer los sistemas de inmunización, incluida la vigilancia de
enfermedades prevenibles por vacunación; y mejorar la preparación para
emergencias y la capacidad de detección.
Tuberculosis
“Los esfuerzos actuales para implementar la estrategia de eliminación de la tuberculosis aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud no son suficientes”, según los delegados. La enfermedad se cobró 1,7 millones de vidas en 2016.
Sigue siendo la infección más asesina en el planeta y es una de las diez principales causas mundiales de muerte.
Se espera que una cumbre el próximo septiembre impulse una renovación del compromiso político de alto nivel para acelerar la acción para acabar con la dolencia.
Los delegados acordaron una resolución que compromete a los Estados miembros a acelerar sus acciones para erradicarla.
Actividad física
El 23% de los adultos y el 81% de los adolescentes de entre 11 y 17 años no cumplen con las recomendaciones globales de actividad física.
Los Estados miembros respaldaron el Plan de Acción Mundial de la OMS
sobre Actividad Física (Gappa), una nueva iniciativa destinada a
aumentar la participación de personas de todas las edades en el deporte y
la capacidad de promover la salud y combatir las enfermedades no
transmisibles, incluidas las cardiopatías, los accidentes
cerebrovasculares, la cáncer de colon, y ayuda a mejorar la salud mental
y la calidad de vida.
Tecnología de asistencia
Se estima que 1.000 millones de personas se beneficiarán de
los productos de asistencia —tales como sillas de ruedas, audífonos,
bastones para caminar, miembros protésicos...—, cifra que aumentará a
más de 2.000 millones para el año 2050. Sin embargo, el 90% no se los
puede permitir, debido a los altos costos y la falta de disponibilidad.
Los delegados adoptaron una resolución instando a los Estados miembros a
desarrollar, implementar y fortalecer políticas y programas para
mejorar el acceso a la tecnología asistencial.
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