Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

2 may 2018

Diez películas que hundieron a sus estrellas para siempre

Robert de Niro, Meg Ryan, Johnny Depp... Eran grandes hasta que decidieron poner un clavo en el ataúd de su carrera creativa.

 Estaba en lo más alto.  Con siete nominaciones y dos Oscar, el nombre de Robert de Niro (Nueva York, 1944) es sinónimo de excelencia. Su carrera está jalonada de títulos claves en la historia del cine, como 'El Padrino II', 'Taxi driver' o 'Uno de los nuestros', y ha trabajado con los mejores directores.    Pero esta película destrozó su carrera.  Su ocaso artístico no ha pasado desapercibido ni a la crítica ni tampoco al público. En 2016, el crítico James Chapman, basándose en la puntuación obtenida por todas las películas de Robert de Niro en la página especializada Rotten Tomatoes, situó el origen de su decadencia en el año 2002. El cambio de registro hacia personajes con menos pretensiones que había significado un par de años antes la comedia 'Una terapia peligrosa' dejó de ser una anécdota para convertirse en su tónica habitual. 'Showtime', una intrascendente 'película de colegas' con Eddie Murphy abrió una espita por la que se colaron desastres como 'Ahora los padres son ellos', 'La gran boda' o 'El becario'. La crítica Judith Egerton, de 'Courier Journal', dijo de 'Showtime': “A lo largo de la película De Niro frunce el ceño como si algo oliese mal. Y así es, es el guion".Robert de Niro, 'Showtime' (2002) Estaba en lo más alto. 

Con siete nominaciones y dos Oscar, el nombre de Robert de Niro (Nueva York, 1944) es sinónimo de excelencia.

 Su carrera está jalonada de títulos claves en la historia del cine, como 'El Padrino II', 'Taxi driver' o 'Uno de los nuestros', y ha trabajado con los mejores directores.

 Pero esta película destrozó su carrera. Su ocaso artístico no ha pasado desapercibido ni a la crítica ni tampoco al público. En 2016, el crítico James Chapman, basándose en la puntuación obtenida por todas las películas de Robert de Niro en la página especializada Rotten Tomatoes, situó el origen de su decadencia en el año 2002.

 El cambio de registro hacia personajes con menos pretensiones que había significado un par de años antes la comedia

 'Una terapia peligrosa' dejó de ser una anécdota para convertirse en su tónica habitual. 

'Showtime', una intrascendente 'película de colegas' con Eddie Murphy abrió una espita por la que se colaron desastres como 'Ahora los padres son ellos', 'La gran boda' o 'El becario'.

 La crítica Judith Egerton, de 'Courier Journal', dijo de 'Showtime': “A lo largo de la película De Niro frunce el ceño como si algo oliese mal. Y así es, es el guion".  

 

 Estaba en lo más alto.  Meg Ryan (Connecticut, 1961) puso sus mohines al servicio de las comedias románticas más influyentes de los noventa, como 'Cuando Harry encontró a Sally', 'Algo para recordar' o 'Tienes un e-mail'. Y se convirtió en un valor seguro para la taquilla.    Pero esta película destrozó su carrera.  'Prueba de vida' (2001) estaba destinada a ser una muesca más en la exitosa filmografía de Meg Ryan, pero el 'thriller' que la emparejaba con un Russell Crowe que llegaba con el Oscar por 'Gladiator' calentito, fue más bien un clavo en el ataúd de su carrera. Stephen Holden escribió en 'The New York Times': "Lo que termina de hundir esta película es la plana interpretación de su protagonista, una antipática Meg Ryan”. La química entre los dos protagonistas fue más allá del rodaje y desembocó en un romance que se llevó por delante el matrimonio entre Ryan y Dennis Quaid. Los posteriores intentos de Ryan por resucitar su carrera con esas comedias románticas que la habían convertido en reina de la taquilla fracasaron uno tras otro. Tanto 'Kate and Leopold' (con un Hugh Jackman preLobezno), como 'Mi novio es un ladrón' (con Antonio Banderas) pasaron desapercibidas. La fórmula era la misma, los mohines eran los mismos y ella era la misma, pero el público ya no estaba enamorado de Meg. 

Meg Ryan, 'Prueba de vida' (2001) Estaba en lo más alto.

  Meg Ryan (Connecticut, 1961) puso sus mohines al servicio de las comedias románticas más influyentes de los noventa, como 'Cuando Harry encontró a Sally', 'Algo para recordar' o 'Tienes un e-mail'.

 Y se convirtió en un valor seguro para la taquilla. Pero esta película destrozó su carrera. 

 'Prueba de vida' (2001) estaba destinada a ser una muesca más en la exitosa filmografía de Meg Ryan, pero el 'thriller' que la emparejaba con un Russell Crowe que llegaba con el Oscar por 'Gladiator' calentito, fue más bien un clavo en el ataúd de su carrera.

 Stephen Holden escribió en 'The New York Times': "Lo que termina de hundir esta película es la plana interpretación de su protagonista, una antipática Meg Ryan”.

 La química entre los dos protagonistas fue más allá del rodaje y desembocó en un romance que se llevó por delante el matrimonio entre Ryan y Dennis Quaid.

 Los posteriores intentos de Ryan por resucitar su carrera con esas comedias románticas que la habían convertido en reina de la taquilla fracasaron uno tras otro. 

Tanto 'Kate and Leopold' (con un Hugh Jackman preLobezno), como 'Mi novio es un ladrón' (con Antonio Banderas) pasaron desapercibidas.

 La fórmula era la misma, los mohines eran los mismos y ella era la misma, pero el público ya no estaba enamorado de Meg. 

 

 

 Estaba en lo más alto.  Johnny Depp (Kentucky, 1963) se había ganado el respeto de los cinéfilos gracias a películas como 'Cry baby' o 'Quién ama a Gilbert Grape'. Sus colaboraciones con el director Tim Burton le granjearon una legión de seguidores y 'Piratas del Caribe' le convirtió en el rey de la taquilla.    Pero esta película destrozó su carrera.  El respetado crítico de cine de 'Rolling Stone', Peter Travers, dijo de 'El llanero solitario': “Es tan mala que cuesta creer que sea real”. En 2013, 'El llanero solitario' se convirtió en el mayor fracaso de Depp y dejó claro que la fórmula del personaje estrafalario ya no funcionaba, básicamente porque el público ya no era capaz de diferenciarlos y tampoco tenía claro dónde acababan esos personajes y dónde empezaba el propio Depp. Los 260 millones de euros recaudados pueden hacer creer que 'El llanero solitario' fue un éxito moderado, pero si tenemos en cuenta que su presupuesto fue de 275 millones tomamos conciencia del monumental fracaso que supuso para la carrera de Depp: pasó de ser el actor mejor pagado al menos rentable. Y así sigue... 

Johnny Depp, 'El llanero solitario' (2013) 

 Estaba en lo más alto. Johnny Depp (Kentucky, 1963) se había ganado el respeto de los cinéfilos gracias a películas como 'Cry baby' o 'Quién ama a Gilbert Grape'.

 Sus colaboraciones con el director Tim Burton le granjearon una legión de seguidores y 'Piratas del Caribe' le convirtió en el rey de la taquilla.

 Pero esta película destrozó su carrera. El respetado crítico de cine de 'Rolling Stone', Peter Travers, dijo de 'El llanero solitario': “Es tan mala que cuesta creer que sea real”. 

En 2013, 'El llanero solitario' se convirtió en el mayor fracaso de Depp y dejó claro que la fórmula del personaje estrafalario ya no funcionaba, básicamente porque el público ya no era capaz de diferenciarlos y tampoco tenía claro dónde acababan esos personajes y dónde empezaba el propio Depp.

 Los 260 millones de euros recaudados pueden hacer creer que 'El llanero solitario' fue un éxito moderado, pero si tenemos en cuenta que su presupuesto fue de 275 millones tomamos conciencia del monumental fracaso que supuso para la carrera de Depp: pasó de ser el actor mejor pagado al menos rentable. Y así sigue...

 

 Estaba en lo más alto.  En 2001, Halle Berry (Cleveland, 1966) se convirtió gracias a 'Monster’s ball' en la primera intérprete de color con un Oscar como Mejor Actriz Protagonista.    Pero esta película destrozó su carrera.  Un año antes de que el director Christopher Nolan le devolviese la dignidad al universo Batman, Halle Berry se enfundó en el traje de látex de Catwoman, con la intención de hacernos olvidar que un día había pertenecido a Michelle Pfeiffer. Pero bajo la inexperta dirección del francés Pitoff lo que casi consiguió 'Catwoman', una de las películas de superhéroes más odiadas por crítica y público (y eso es mucho decir), fue hacernos olvidar a Halle Berry. Cuando, mostrando un gran sentido del humor, Berry recogió personalmente el Razzie (lo contrario del Oscar: premio a los peores actores), la actriz dijo más o menos lo mismo que pensaba la crítica: “Lo primero de todo, quiero agradecerle este premio a la Warner. Gracias por ponerme en un pedazo de mierda, una película terriblemente asquerosa… Era justo lo que mi carrera necesitaba”. Y terminó recomendando a su agente que la próxima vez leyese los guiones antes. Algo que a ella también le convendría hacer ya que no hace más de quince años que no es noticia por algo más que sus parejas.

Hale Berry, 'Catwoman' (2004) Estaba en lo más alto. 

 En 2001, Halle Berry (Cleveland, 1966) se convirtió gracias a 'Monster’s ball' en la primera intérprete de color con un Oscar como Mejor Actriz Protagonista. 

 Pero esta película destrozó su carrera. 

 Un año antes de que el director Christopher Nolan le devolviese la dignidad al universo Batman, Halle Berry se enfundó en el traje de látex de Catwoman, con la intención de hacernos olvidar que un día había pertenecido a Michelle Pfeiffer. 

Pero bajo la inexperta dirección del francés Pitoff lo que casi consiguió 'Catwoman', una de las películas de superhéroes más odiadas por crítica y público (y eso es mucho decir), fue hacernos olvidar a Halle Berry.

 Cuando, mostrando un gran sentido del humor, Berry recogió personalmente el Razzie (lo contrario del Oscar: premio a los peores actores), la actriz dijo más o menos lo mismo que pensaba la crítica: “Lo primero de todo, quiero agradecerle este premio a la Warner. Gracias por ponerme en un pedazo de mierda, una película terriblemente asquerosa… Era justo lo que mi carrera necesitaba”.


   Estaba en lo más alto.  Los siete Oscar que cosechó 'Bailando con lobos' (dirigida y protagonizada por él) sumados al éxito de taquilla de 'El guardaespaldas' convirtieron a Kevin Costner en uno de los actores más poderosos de principios de los noventa.    Pero esta película destrozó su carrera.  La fe de Kevin Costner (California, 1955) en 'Waterworld', una especie de 'Mad Max' acuático, era tal que invirtió en ella 22 millones de dólares de su propio bolsillo. La productora Universal también confiaba ciegamente en su estrella, al menos hasta que la mezcla de la megalomanía de Costner y los desastres naturales acabaron triplicando el presupuesto inicial. El crítico Quentin Curtis escribió en 'Independent on Sunday': "Waterworld' es un desastre disfrazado de película". Pero a pesar de que su nombre ha pasado a engrosar la lista de despropósitos de Hollywood, su rentabilidad no fue desdeñable ya que el publico se sintió morbosamente atraído ante la posibilidad de ver a un Costner con agallas y membranas bebiendo su propia orina. Tal vez el mayor daño colateral del filme fue que obligase a Costner a rechazar el papel de Tim Robbins en 'Cadena perpetua' y le envalentonase para dirigir y protagonizar 'Mensajero del futuro', de cuyo fracaso no se recuperó. Kevin Costner, 'Waterworld' (1995) Estaba en lo más alto. Los siete Oscar que cosechó 'Bailando con lobos' (dirigida y protagonizada por él) sumados al éxito de taquilla de 'El guardaespaldas' convirtieron a Kevin Costner en uno de los actores más poderosos de principios de los noventa. 

 Pero esta película destrozó su carrera. La fe de Kevin Costner (California, 1955) en 'Waterworld', una especie de 'Mad Max' acuático, era tal que invirtió en ella 22 millones de dólares de su propio bolsillo. 

La productora Universal también confiaba ciegamente en su estrella, al menos hasta que la mezcla de la megalomanía de Costner y los desastres naturales acabaron triplicando el presupuesto inicial.

 El crítico Quentin Curtis escribió en 'Independent on Sunday': "Waterworld' es un desastre disfrazado de película". 

Pero a pesar de que su nombre ha pasado a engrosar la lista de despropósitos de Hollywood, su rentabilidad no fue desdeñable ya que el publico se sintió morbosamente atraído ante la posibilidad de ver a un Costner con agallas y membranas bebiendo su propia orina. 

Tal vez el mayor daño colateral del filme fue que obligase a Costner a rechazar el papel de Tim Robbins en 'Cadena perpetua' y le envalentonase para dirigir y protagonizar 'Mensajero del futuro', de cuyo fracaso no se recuperó.

 

 Estaba en lo más alto.  'Instinto básico' había consagrado a Sharon Stone (Pensilvania, 1960) como símbolo sexual y 'Casino', con nominación al Oscar incluida, había demostrado que también era una magnífica actriz.    Pero esta película destrozó su carrera.  Realmente casi todas las películas de Sharon Stone posteriores a 'Casino' han sido un palo en las ruedas de la esplendorosa carrera que 'Instinto básico' presagiaba. Excepto pequeños éxitos puntuales como 'Esfera' todos los proyectos de Stone parecen destinados a hundirla en la intrascendencia. 'Instinto básico 2: Adicción al riesgo' no fue una excepción. Sin el talento de Paul Verhoeven (director de 'Instinto básico') tras la cámara, la fascinante Catherine Tramell de la cinta original se convirtió en una parodia de sí misma y el elegante 'thriller' original en un subproducto que parecía pensado para languidecer en las estanterías de los videoclubs. Frente a los más de 350 millones de dólares (283 millones de euros) recaudados por el 'thriller' original, la secuela apenas llegó a los 36 millones (29 millones de euros) y en Estados Unidos tan solo se mantuvo en cartel dos semanas. 

Sharon Stone, 'Instinto básico 2: Adicción al riesgo' (2006) Estaba en lo más alto. 

'Instinto básico' había consagrado a Sharon Stone (Pensilvania, 1960) como símbolo sexual y 'Casino', con nominación al Oscar incluida, había demostrado que también era una magnífica actriz.

 Pero esta película destrozó su carrera. Realmente casi todas las películas de Sharon Stone posteriores a 'Casino' han sido un palo en las ruedas de la esplendorosa carrera que 'Instinto básico' presagiaba.

 Excepto pequeños éxitos puntuales como 'Esfera' todos los proyectos de Stone parecen destinados a hundirla en la intrascendencia. 'Instinto básico 2: Adicción al riesgo' no fue una excepción.

 Sin el talento de Paul Verhoeven (director de 'Instinto básico') tras la cámara, la fascinante Catherine Tramell de la cinta original se convirtió en una parodia de sí misma y el elegante 'thriller' original en un subproducto que parecía pensado para languidecer en las estanterías de los videoclubs.

 Frente a los más de 350 millones de dólares (283 millones de euros) recaudados por el 'thriller' original, la secuela apenas llegó a los 36 millones (29 millones de euros) y en Estados Unidos tan solo se mantuvo en cartel dos semanas. 

 

 Estaba en lo más alto.  Gracias al éxito de 'Ghost, más allá del amor', 'Una proposición indecente' y 'Acoso', Demi Moore (Nuevo México, 1962) se había convertido en la actriz mejor pagada del mundo.    Pero esta película destrozó su carrera.  No es que 'Striptease' fuese espantosa, pero los doce millones que percibió por ella Demi Moore hacían esperar mucho más que un telefilme de sobremesa. “Su premisa es más endeble que el tanga de su heroína”, escribió la crítica del 'Washington Post', Rita Kempley. Si 'Una proposición indecente' y 'Acoso' habían servido para alimentar encendidos debates tanto en los medios como en las cenas familiares, 'Striptease' no le importó a nadie. Ni siquiera era la película sexi que habían intentado vender. A pesar de lo que prometían las imágenes promocionales, más centradas en el cacareado aumento de pecho de la actriz que en la trama, era una película bastante pacata. 'Striptease' se convirtió en el primer gran batacazo de la actriz, pero como doce millones (los que cobró por el papel) son un buen pañuelo con el que secarse las lágrimas, no pareció muy afectada.  

Demi Moore, 'Striptease' (1996) Estaba en lo más alto

. Gracias al éxito de 'Ghost, más allá del amor', 'Una proposición indecente' y 'Acoso', Demi Moore (Nuevo México, 1962) se había convertido en la actriz mejor pagada del mundo. Pero esta película destrozó su carrera. 

 No es que 'Striptease' fuese espantosa, pero los doce millones que percibió por ella Demi Moore hacían esperar mucho más que un telefilme de sobremesa. 

“Su premisa es más endeble que el tanga de su heroína”, escribió la crítica del 'Washington Post', Rita Kempley. Si 'Una proposición indecente' y 'Acoso' habían servido para alimentar encendidos debates tanto en los medios como en las cenas familiares, 'Striptease' no le importó a nadie.

 Ni siquiera era la película sexi que habían intentado vender. 

A pesar de lo que prometían las imágenes promocionales, más centradas en el cacareado aumento de pecho de la actriz que en la trama, era una película bastante pacata. 'Striptease' se convirtió en el primer gran batacazo de la actriz, pero como doce millones (los que cobró por el papel) son un buen pañuelo con el que secarse las lágrimas, no pareció muy afectada. 

 

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