La 'socialité' habla de la sorprendente entrevista de su hija con Bertín Osborne.
Isabel Preysler el pasado enero en Madrid. GTRESONL
Pocos programas de Bertín Osborne de Mi casa es la tuya han dado tanto que hablar que el que se emitió el pasado viernes.
El presentador acudió a la residencia madrileña de Isabel Preysler para entrevistar a Tamara Falcó, la hija que la reina de la prensa del corazón tuvo con Carlos Falcó.
Con una naturalidad pasmosa desgranó muchos de los secretos de una de las familias más mediáticas.
Tamara, de 36 años, relató la vida sentimental de su madre desde su primer matrimonio con Julio Iglesias a su actual relación con Mario Vargas Llosa.
"Mario le hace mucho bien a mami. Ella era de ir en opulencia en opulencia y él le hace coger un taxi e ir al cine. Mario le hace vivir la vida".
Ella es la única de los cuatro hijos de Isabel Preysler que convive con Preysler y Vargas Llosa.
"Me admira la disciplina de Mario. Es muy madrugador. Todos los días hace una hora de ejercicio, una especie de gimnasia oriental, luego se ducha y está escribiendo hasta la 1. Yo pensaba que vivir con un premio Nobel era un aburrimiento pero no.
Como es escritor, le gusta hablar con todo el mundo, con el jardinero".
Por eso todo el mundo esperaba la reacción de Isabel Preysler.
Ha sido en un acto público en la Fundación Rafael del Pino, en la que Vargas Llosa participó en un diálogo sobre su último libro La Llamada de la Tribu junto a Alberto Rivera y Pepa Bueno, donde Preysler comentó las palabras de su hija.
“Es inútil cambiar a Tamara, es como es”, dijo en declaraciones a Europa Press. “Tamara es demasiado sincera, exagera las cosas, cambia algunas cosas, pero ella es así", añadió.
“Sí, hablé con ella”. Pero lo que no desveló es el contenido de la conversación madre-hija.
Tamara en ese tono de naturalidad sin filtros contó cómo Vargas Llosa un día preguntó si "tío Miguel", por Boyer, estaría contento desde el cielo de que él estuviera con su madre ahora.
"Yo pensé con lo celoso que era, sacaría el bazoca". También desveló cómo se enteró de que su madre mantenía una relación con el Nobel.
"A mami es muy difícil sacarla del camisón los sábados, pero un día dijo: 'niñas hoy viene a comer un amigo'.
Y la vi con un pantalón negro ajustado y dije: aquí hay tomate.
Se lo dije a Ana y no se lo creía".
La hija de Isabel Preysler desveló a qué se debe que llame tíos a los maridos de su madre.
"Fue ella la que me dijo que lo hiciera. En Filipinas tío es alguien próximo a la familia. Llamé tío a Julio [Iglesias] y a Miguel [Boyer] pero a Mario no, ya soy suficientemente mayorcita".
Sobre sus fuertes convicciones religiosas contó. "Vivía con tío Miguel que era ministro socialista y ateo pero yo me fui al campo con mi padre con una Biblia y un rosario y tuve una llamada muy fuerte".
Incluso pensó en meterse monja "si hay demonio pensé que era lo más seguro". También confirmó que lleva agua bendita que utiliza con frecuencia.
Tiene una perra caniche a la que llama Jacinta por la pastorcita a la que se le apareció la Virgen.
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