El estilista y su pareja, Andy McDougall, acaban de anunciar sus planes de boda tras seis meses de relación. El enlace será en Madrid.
Pelayo. A secas.
Tiene apellido: Díaz. Pero todo el mundo -desde la televisión hasta las redes sociales pasando por el mundo influencer- le conoce por su nombre de pila.
El estilista, nacido en Oviedo en 1986, se casa con Andy Mc Dougall, su nueva pareja y al que conoció gracias a las redes sociales.
No especifican en cual de todas se forjó su amor, pero tras seis meses de relación acaban de anunciar su compromiso: “Aquí tenéis la razón del brillo en mis ojos...
Feliz de anunciar que ¡estamos prometidos! Nuestra primera entrevista y fotos en exclusiva para revista Lecturas”.
La publicación fue la primera en anunciar el enlace y Pelayo se hizo eco con este mensaje, que escribió en su Instragram, uno de sus canales favoritos para comunicarse con su legión de seguidores, que se autodenominan pelayers.
En base a la entrevista, la boda se celebrará en 2018 y no será ni en Oviedo, ni en Buenos Aires —de donde es su pareja—, sino en Madrid.
La publicación en Instagram del anuncio de su boda lleva más de 7.000 me gusta: Pelayo genera impacto.
Lo lleva haciendo desde 2012, cuando comenzó a salir con David Delfín.
Su relación duró dos años, pero tras la ruptura siempre se han mantenido unidos: “David, has sido la persona más maravillosa que he conocido en mi vida. Te vas pero me dejas tantos recuerdos felices, tantas risas juntos, tantas miradas cómplices, tantos viajes, tantos momentos secretos.
Siempre tirando de mi mano, siempre abrazándome antes de que te lo pidiera”. Así se despidió Pelayo de su expareja, que falleció de cáncer en junio de 2017 después de dos años sufriendo la enfermedad y solo cinco meses después de que muriera, también de cáncer, Bimba Bosé, amiga de ambos. “Sufrí mucho en 2017”, reconoce Pelayo en la entrevista de Lecturas.
Antes de su relación con Delfín, Pelayo ya era conocido por a su blog de moda.
Cuando se separaron, su fama aumentó gracias a las colaboraciones televisivas y se consolidó en Cámbiame, programa de Telecinco que arrancó en 2015 y que cambiaba la imagen de sus participantes.
Junto a Pelayo, se sentaban las estilistas Natalia Ferviú y Cristina Rodríguez.
El reality se convirtió en un fenómeno de audiencias. Los tres jueces del buen gusto vieron cómo su popularidad creció como la espuma.
A Natalia Ferviú no le gustó el nuevo tono y, en vivo y en directo, decidió abandonar el programa a principios de este año (el 2 de febrero). Discutió con Pelayo. Eran muy buenos amigos.
“Sí durante mucho tiempo ha sido mi amiga y la quiero muchísimo”, explica Pelayo en la entrevista. “No, aún no hemos hablado”, reconoce.
A pesar de que el año pasado fue duro, del reciente distanciamiento con Ferviú y de las duras críticas al nuevo Cámbiame, Pelayo está feliz.
Tiene motivos: en solo seis meses, su noviazgo con Andy, con el que vive, ha pasado a ser un compromiso de boda. Entre medias ha habido viajes a Argentina, Asturias, Londres o Brasil, donde juntos dieron la bienvenida a 2018 y, además, se prometieron.
Ahora la pareja tiene por delante lidiar con todos los detalles de la boda y con la lista de invitados, que promete crear revuelo tanto por las presencias como por las ausencias.
Después, a disfrutar del matrimonio y ser padres: “Pelayo ama los niños y me hizo descubrir que a mí también me gustan”, dice Andy en la entrevista concedida a Lecturas. “Sí, nos encantará ser padres”, confirma su prometido.
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