La pareja del fallecido diseñador comparte en Instagram un vídeo de su enlace ficticio mientras el creador estaba ingresado en el hospital.
El próximo mes de junio se cumple un año de la muerte de David Delfín, y la pareja del diseñador, Pablo Sáez, le sigue recordando y homenajeando en sus redes sociales.
Ahora el fotógrafo ha compartido un íntimo momento de la pareja, que sucedió un año y tres meses antes del fallecimiento del creador malagueño mientras estaba ingresado en el hospital.
Sáez ha compartido en su cuenta de Instagram una imagen con el mensaje: "7 de marzo de 2016. Boda india".
Justo un mes después de que a Delfín le diagnosticaran tres tumores cerebrales, enfermedad que haría pública en junio de ese año.
En un vídeo en blanco y negro, Delfín y Sáez permanecen de pie frente a la cámara.
Los dos visten túnicas improvisadas con sábanas y toallas del hospital.
Delfín, con los cordones de las zapatillas desatados y gasas en el brazo, lleva un globo con forma de corazón en el pecho;
Sáez sostiene con una mano un ramo de flores blancas y con la otra, la mano de su pareja. "7 de marzo de 2016. Boda india oficiada por Laura Caballero [creadora y directora de La que se avecina]", dice el mensaje publicado por Sáez, que tiene más de 33.600 seguidores en la red social.
Sáez sonríe a cámara, gira y besa a Delfín.
El altar es la habitación del hospital, con la cama a un lado y la televisión encendida de fondo.
Cinco segundos que ya han sido reproducidos más de 70.000 veces.
Desde la muerte de Delfín, Sáez ha compartido más homenajes al diseñador en la Red.
Para el cumpleaños del diseñador, el fotógrafo le dedicó una imagen y un mensaje:
"Feliz cumpleaños, amor de mi vida, hoy te siento más cerquita que nunca, te quiero diamantes".
Pocas semanas después de que su pareja muriera, Sáez compartió otro mensaje: "Buenas noches, mi consomé".
El creador andaluz falleció el pasado junio a los 46 años de un cáncer que le fue diagnosticado en 2016 y que le llevó a pasar por quirófano en abril de ese año para ser intervenido de un proceso tumoral en la cabeza.
A Delfín le gustaba saberse un provocador.
No de polémicas —que también—, sino, como prefería precisar, de emociones.
Así, con sensibilidad e inteligencia, se convirtió en una de las personalidades más carismáticas de la moda española desde que en 2002 debutase en la pasarela Cibeles con la soga literalmente al cuello.
Aquella primera colección, en la que las modelos lucían cuerdas y capuchas, forma parte ya de la historia del diseño patrio, como también el diseñador, a quien el pasado noviembre le otorgaron el Premio Nacional de Diseño de Moda.
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