Las redes sociales se han convertido en la mejor herramienta de promoción de los famosos. Un selfie
en Instagram o un mensaje en Twitter son para los seguidores una
ventana abierta a la vida de sus ídolos. Pero la sobrexposición es un
arma de doble filo. Y en Internet queda la huella de todo, también de lo
que algunos preferirían no compartir. Si en Instagram una foto vale más
que mil palabras (y que mil me gustas), un unfollow entre una pareja suele ser sinónimo de ruptura. El último en hacer uso de las redes para escenificar el fin de una relación ha sido Jesé Rodríguez. El futbolista del Stoke City
publicó el domingo un comunicado en Twitter para “evitar
especulaciones” y anunciar que se separaba de Aurah Ruiz, antigua
participante del programa de televisión Mujeres, Hombres y Viceversa. Poco después su expareja respondía con otro mensaje en Instagram en el
que le acusaba de “faltarle al respeto” a ella y al hijo que ambos
tienen en común por “desentenderse” de ambos vía comunicado en redes
sociales. Mucho más discretos han sido los actores Blanca Suárez y Joel Bosqued. Tras tres años de relación, que apenas había dejado pistas en las redes sociales, el intérprete de Que baje Dios y lo vea
dejaba de seguir a Suárez en Instagram. El gesto, que no pasó
desapercibido para sus seguidores, se ha interpretado como el fin de la
relación, aunque la protagonista de Las chicas del cable aún le tiene entre sus contactos. Katy Perry y su exmarido Russell Brand, en 2010.Cordon Press A esa opción de dejar de seguir en Instagram también
recurrió la semana pasada Graciela Álvarez, pareja del cantante Cepeda. La historia de la periodista, que presenta el programa 90 Minuti en Real Madrid TV, con el concursante de Operación Triunfo
ha quedado entre interrogantes tras la salida del concurso, en el que
llamó la atención la complicidad de Cepeda con su compañera Aitana. Pero el unfollow entre parejas más sonado fue el que David Bustamante
le dedicó el año pasado a Paula Echevarría. El cántabro decidió dejar
de seguir a la actriz en Instagram en diciembre, ocho meses después de
que saltara la noticia de su separación, que Echevarría acaba de
confirmar como definitiva. Durante todo ese tiempo, la mediática pareja
quiso mostrar una imagen cordial en sus redes sociales y Bustamante
incluso publicó un vídeo para felicitar a la protagonista de Velvet
por su 40 cumpleaños. Ese frente común estalló con la decisión de él de
escenificar la ruptura en Instagram, donde la actriz —que todavía le
sigue— hace las veces de prescriptora y cuenta con 2,1 millones de
seguidores, mientras que Bustamante suma 1,1 millones de admiradores. Demi Moore y Ashton Kutcher, en 2011 en Nueva York.GTRESONLINE En Hollywood, la costumbre está más que asentada. La separación de Ashton Kutcher y Demi Moore en 2011 vino precedida por un unfollow del actor a su entonces esposa en Twitter unas semanas antes de que anunciaran la separación. La estrella del pop Katy Perry confirmó en 2012 su divorcio del actor Russell Brand
al dejar de seguirle en Twitter, aunque él tardó cuatro meses en dar el
paso. Y la relación de Taylor Swift con el dj Calvin Harris certificó
su final públicamente cuando ambos se dejaron de seguir en las redes y
borraron de sus perfiles todas las fotos que tenían juntos. Las separaciones no son solo amorosas. Las listas de a quién sigue o
deja de seguir un famoso son analizadas por sus seguidores como reflejo
de sus amistades. Y hay quien hace limpieza a fondo. A principios de mes, Selena Gomez
—precisamente la persona con más seguidores de Instagram, 133 millones—
sorprendía eliminando casi 300 cuentas de su lista de seguidos en la
red social. Entre los perjudicados, la cantante Demi Lovato, la modelo
Gigi Hadid e incluso su actual pareja, Justin Bieber. Gomez retomó
recientemente su relación con el ídolo adolescente tras romper con el
también cantante The Weeknd… y sí, ambos se habían dejado de seguir en
Instagram a modo de sutil confirmación de que habían terminado.
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