Heather Mosher recibió un diagnóstico de cáncer el mismo día que su novio le propuso matrimonio.
Cuando Heather y David Mosher se dieron el sí, quiero, el pasado 22 de diciembre, sabían que el suyo sería un matrimonio breve.
Los médicos les habían sugerido que adelantaran su boda, prevista para el 30 del mismo mes, porque el cáncer de mama contra el que Heather llevaba luchando un año avanzaba sin piedad.
Tan solo 18 horas después del enlace, celebrado en la capilla del hospital Saint Francis de Hatford (Connecticut), Heather murió.
“Me dije a mí mismo: ella necesita saber que no va a ir por este camino sola.
Alquilé un carruaje y un par de caballos para toda la noche. Vinimos en el carruaje y se lo propuse a la luz de la calle”, ha declarado a un medio local.
Cinco días después, los resultados de las pruebas desvelaron que Heather padecía el cáncer de mama más agresivo, el triple negativo. En septiembre se había extendido por todo su cuerpo y tuvo que ser hospitalizada.
“Heather eligió pasar sus últimas horas celebrando y rodeada de personas a las que quería y que la querían”, afirma su amiga Crhistina Lee Karas, que ha publicado en su cuenta de Instagram imágenes del enlace.
Las fotografías muestran a Heather vestida con un traje de novia y tumbada en una cama hospitalaria junto a su esposo durante la ceremonia.
“David anhelaba tener una oportunidad para construir una vida con su esposa, pero sabía que ella se iría”, afirma Lee.
Heather venció al cáncer.
Así lo cree que su marido:
“Lo venció porque vivió más tiempo del que nadie pensó que conseguiría vivir y lo venció porque logró que cumpliéramos nuestro sueño de casarnos.
Es la persona más fuerte que he conocido”.
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