Tommaso Koch
'Dunkerque', con ocho candidaturas y 'Tres anuncios en las afueras', con siete, son las principales rivales para la gala del 4 de marzo.
Uno vive bajo el agua, no es capaz de hablar pero sí sabe amar. Hollywood también lo adora: La forma del agua, la película de Guillermo del Toro sobre el idilio entre una extraña criatura y una limpiadora muda, se colocó hoy como favorita de cara a los premios, con 13 nominaciones.
El otro monstruo es humano, y para la industria del cine ahora vive bajo tierra: el productor Harvey Weinstein, cuya caída en desgracia tras ser acusado de abusos sexuales por decenas de mujeres arrancó el terremoto #MeToo contra el acoso.
No estará en los Oscar, ni recibirá algún premio, pero la gala más importante no puede no hablar del tema clave en el cine este año: cada discurso reivindicativo o cada chiste del presentador, Jimmy Kimmel, en la ceremonia del 4 de marzo, será un altavoz de esperanza para que el método Weinstein que sufrieron tantas intérpretes acabe de una vez y para siempre.
La forma del agua espera una victoria distinta.
El filme se queda a una sola candidatura del récord de 14, que comparten La La Land, Titanic y Eva al desnudo, pero compite en prácticamente todas las categorías más relevantes: filme, dirección, guion o actriz protagonista (Sally Hawkins). Ya obtuvo el León de Oro del festival de Venecia y muchos críticos la consideran la mejor obra realizada por Del Toro: a las salas españolas llegará el 16 de febrero.
Las otras aspirantes a la mejor película son Dunkerque, Tres anuncios en las afueras, Los archivos del Pentágono, Déjame salir, El instante más oscuro y tres filmes aún no estrenados en España: Call Me By Your Name (este viernes 26 de enero), El hilo invisible (2 de febrero) y Lady Bird (23 de febrero).
Entre todas se pueden aferrar al único dato en contra de Del Toro: nunca en los últimos 23 años —desde Braveheart— triunfó una película que no obtuviera una nominación para su reparto en los premios SAG, los que entregan los actores, categoría más representada entre los 7.258 académicos que votan por los Oscar.
Su retrato vibrante de la evacuación de las tropas británicas desde el norte de Francia durante la Segunda Guerra Mundial le vale además al cineasta su primera opción de ganar el Oscar a la mejor dirección. Tres anuncios en las afueras, reciente triunfadora de los Globos de Oro, cuenta con siete nominaciones, aunque su creador, Martin McDonagh, no compite por la estatuilla al mejor cineasta.
Sí lo hará Paul Thomas Anderson, en una de las seis candidaturas de El hilo invisible, centrada en la tormentosa relación entre un modisto y su musa en los cincuenta e influida por la historia de Balenciaga.
El filme también supone la última ocasión de ver a Daniel Day-Lewis en la pantalla grande: el actor puede despedirse con su cuarto oscar.
Completan la competición por la mejor dirección Greta Gerwig, por Lady Bird, quinta mujer nominada en esta categoría en la historia de los Oscar y la primera que lo hace con su largo de debut en solitario —codirigió Nights and Weekends en 2008— y Jordan Peele, por Déjame salir, otra ópera prima.
Tras años de polémicas por la ausencia de directoras así como de intérpretes negros en las cuatro categorías de actuación, los Oscar tratan de hacerse más inclusivos: Denzel Washington (Roman J. Israel, Esq.) y Daniel Kaluuya (Déjame salir) optan al premio al mejor actor protagonista; Octavia Spencer (La forma del agua) y Mary J. Blidge (Mudbound), al de mejor intérprete femenina de reparto.
Frances McDormand es la favorita para el Oscar a la mejor actriz protagonista, por la justiciera solitaria Mildred Haynes de Tres anuncios en las afueras.
Compite con Hawkins, la eterna Meryl Streep (Los archivos del Pentágono, nominación número 21 en 39 años), Saoirse Ronan (Lady Bird) y Margot Robbie (Yo, Tonya).
Gary Oldman es la principal apuesta para la estatuilla al mejor actor protagonista, por su interpretación de Winston Churchill en El instante más oscuro. Day-Lewis, Kaluuya, Washington y Timothée Chalamet (Call Me By Your Name) esperan arrebatarle un premio que parece ya asignado.
Claro resulta también el veredicto en la animación: Coco, la última joya de Pixar, ya tiene las manos sobre el Oscar.
El filme habla del olvido y de la familia en plena celebración del Día de muertos en México.
Entre sus rivales, Loving Vincent, el primer filme pintado a óleo de la historia, sobre Van Gogh, y Ferdinand, sobre un toro español que quiere bailar en lugar de salir al ruedo.
La película chilena Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio, aspirará al Oscar al mejor filme de habla no inglesa.
Competirá con la rusa Sin Amor, la sueca The Square, la libanesa El insulto y la sudáfricana La herida.
Star Wars: Los últimos jedi, la película más taquillera del año pasado, ha obtenido cuatro nominaciones, todas en categorías técnicas.
La Bella y la Bestia, el segundo filme con más recaudación de 2017, opta a dos premios, también técnicos.
Tras dejar el baloncesto en 2016, Kobe Bryant se rescata ahora como cineasta.
Está nominado a un Oscar por su corto animado Dear Basketball, realizado junto con el célebre animador Glen Keane, creador de personajes como Ariel la Sirenita, la Bestia o Aladino.
Y Logan solo ha logrado una nominación, pero sorprendente: por primera vez una película de superhéroes opta a un Oscar al mejor guion.
En el fondo, Lobezno siempre ha ido a lo suyo: en medio de tantas secuelas y franquicias repetitivas, ofrece una esperanza.
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