Un coleccionista privado de Toledo deja ver por primera vez 'La Visitación', atribuida al pintor a la espera de pruebas definitivas.
Toledo
Los especialistas todavía no han podido acercarse al óleo sobre lienzo de un metro y poco por ochenta centímetros que muestra la visita de la Virgen María a su prima santa Isabel, dos mujeres con los clásicos ropajes de color azul y beis que se saludan en el umbral de la puerta.
Desde que se celebró en 2014 el Año de El Greco se tuvo conciencia de la existencia de este lienzo, pero su ubicación era un misterio, y lo sigue siendo.
Tampoco su autenticidad está avalada al 100%, porque el propietario no ha autorizado aún pruebas físicas, químicas ni radiológicas.
El Museo del Greco en Toledo lo mostró esta mañana y su director, Juan Antonio García Castro, se mostró convencido de su autenticidad aunque también insistió en la pertinencia de efectuar esas pruebas.
Es "muy probable" que sea de El Greco, afirmó.
Por ahora solo se tiene pistas documentales, el contrato en el que se encarga al pintor ese cuadro y otros tres, un san Pedro, un san Ildefonso y una Inmaculada, todos ellos para la capilla Oballe en la iglesia de San Vicente Mártir.
También consta la reclamación del hijo del pintor para que las obras fueran abonadas.
La historiadora del arte María del Mar Doval dio a conocer en una publicación especializada la existencia de este lienzo en 2014.
Ella lo ha visto en la misma casa toledana desde hace más de 20 años.
El cuadro está en perfecto estado de conservación, no parece haber viajado mucho ni haber sufrido vaivenes.
Sus colores brillan y las trazas del maestro son irrefutables para Doval.
Menciona los perfiles de las túnicas de las mujeres que no están fundidos con el fondo, "muy del Greco", las cabezas de las dos figuras, la de la Virgen con un pendiente y algunos otros detalles.
El director del museo ha sugerido al propietario la pertinencia de efectuar el resto de las pruebas.
"¿De qué sirve tener una obra así si se desconoce su autenticidad?", sostiene.
Mientras tanto, el cuadro, "uno de los poquísimos que puede haber sin identificación", queda expuesto en el museo toledano, por unos meses, a la mirada de los expertos.
"Hay grandes posibilidades de que sea auténtico", aseguró García Castro, quien ubicó su factura a partir de 1608.
El Greco murió en 1614.
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