Según fuentes de la Agencia Tributaria, el peso de las ventas declaradas en Cataluña cae tres puntos porcentuales en un solo mes.
La fuga de empresas de Cataluña no solo se ha ceñido a
cambiar el domicilio social.
Muchas de esas sociedades también modificaron al mismo tiempo su sede fiscal.
Según confirman a EL PAÍS fuentes de la Agencia Tributaria, casi mil compañías que figuraban con domicilio fiscal en Cataluña mudaron esta sede a otras comunidades autónomas entre octubre y los primeros días de noviembre.
Estas mismas fuentes explican que las ventas declaradas por empresas domiciliadas en Cataluña se han desplomado casi tres puntos porcentuales durante la segunda quincena de octubre frente a la primera.
El peso medio diario de las ventas en Cataluña respecto al total de España ha caído desde el 22,4% registrado en los primeros quince días hasta el 19,6% de la segunda mitad de octubre.
Este descenso se observa sobre todo en algunos sectores económicos como los de energía, agua y construcción.
En ellos se contemplan desplomes de hasta cerca de 20 puntos.
También se ha percibido un recorte de unos 4 puntos en la rama de financiero y seguros.
De estos números tan solo se puede deducir que las empresas se han trasladado de comunidad y declaran desde este nuevo territorio todo lo que antes tributaban desde Cataluña, aclaran estas fuentes. En consecuencia, se ha detectado una bajada en el peso que representa la facturación de las empresas con domicilio fiscal en Cataluña respecto al total incluido en el registro de Suministro Inmediato de Información del IVA.
Cabe recordar que la recaudación de Sociedades es estatal y que el reparto por comunidades de los ingresos por IVA se hace fundamentalmente en función del consumo que se observa en la región calculado por el INE.
De modo que esto no altera en principio los ingresos tributarios que pueda percibir la Generalitat catalana.
Cosa distinta es que se haya dado una caída de la actividad en Cataluña y que, por tanto, eso acabe erosionando los ingresos por impuestos propios, como por ejemplo los relacionados con la venta de viviendas, que ya ha empezado en septiembre a acusar la incertidumbre política.
Por otra parte, la lista de empresas que han trasladado su
sede social fuera de Cataluña desde que se celebró el referéndum ilegal
del 1 de octubre asciende ya a 2.471, según datos facilitados por el
Colegio de Registradores a fecha de 13 de noviembre.
El pasado lunes se fueron de la comunidad otras 30 compañías.
Se trata de un número todavía considerable pero bastante inferior a las cifras registradas en el último mes y medio.
Muchos días incluso se superó de largo la centena.
Y durante la última semana la huida se había estabilizado entre las ochenta y las sesenta al día frente a la media de dos diarias que se dio entre enero y septiembre de este año.
Es decir, incluso con la aplicación del 155 y la convocatoria de elecciones continúa la fuga de empresas.
Esta fuga en principio no debería tener una repercusión inmediata sobre el empleo, el negocio o los impuestos recaudados en Cataluña.
Sin embargo, los expertos indican que el cambio de ubicación de la directiva siempre termina arrastrando consigo parte de las operaciones y suele detener las inversiones en el territorio que se abandona, tal y como sucedió en Quebec tras los referéndums.
Entre las empresas que se han marchado se cuentan grandes corporaciones como Planeta, Gas Natural, CaixaBank, Sabadell, Abertis, Catalana Occidente, Cellnex, Applus, eDreams Odigeo, Bimbo, Codorniú, Aguas de Barcelona, Torraspapel o Idilia Foods. Solo las primeras trece cotizadas que cambiaron su domicilio reúnen una capitalización conjunta de 84.396 millones y una cifra de negocio de 49.327 millones, según cálculos de EL PAÍS extraídos de sus cuentas de resultados.
Muchas de esas sociedades también modificaron al mismo tiempo su sede fiscal.
Según confirman a EL PAÍS fuentes de la Agencia Tributaria, casi mil compañías que figuraban con domicilio fiscal en Cataluña mudaron esta sede a otras comunidades autónomas entre octubre y los primeros días de noviembre.
Estas mismas fuentes explican que las ventas declaradas por empresas domiciliadas en Cataluña se han desplomado casi tres puntos porcentuales durante la segunda quincena de octubre frente a la primera.
El peso medio diario de las ventas en Cataluña respecto al total de España ha caído desde el 22,4% registrado en los primeros quince días hasta el 19,6% de la segunda mitad de octubre.
Este descenso se observa sobre todo en algunos sectores económicos como los de energía, agua y construcción.
En ellos se contemplan desplomes de hasta cerca de 20 puntos.
También se ha percibido un recorte de unos 4 puntos en la rama de financiero y seguros.
De estos números tan solo se puede deducir que las empresas se han trasladado de comunidad y declaran desde este nuevo territorio todo lo que antes tributaban desde Cataluña, aclaran estas fuentes. En consecuencia, se ha detectado una bajada en el peso que representa la facturación de las empresas con domicilio fiscal en Cataluña respecto al total incluido en el registro de Suministro Inmediato de Información del IVA.
Cabe recordar que la recaudación de Sociedades es estatal y que el reparto por comunidades de los ingresos por IVA se hace fundamentalmente en función del consumo que se observa en la región calculado por el INE.
De modo que esto no altera en principio los ingresos tributarios que pueda percibir la Generalitat catalana.
Cosa distinta es que se haya dado una caída de la actividad en Cataluña y que, por tanto, eso acabe erosionando los ingresos por impuestos propios, como por ejemplo los relacionados con la venta de viviendas, que ya ha empezado en septiembre a acusar la incertidumbre política.
El pasado lunes se fueron de la comunidad otras 30 compañías.
Se trata de un número todavía considerable pero bastante inferior a las cifras registradas en el último mes y medio.
Muchos días incluso se superó de largo la centena.
Y durante la última semana la huida se había estabilizado entre las ochenta y las sesenta al día frente a la media de dos diarias que se dio entre enero y septiembre de este año.
Es decir, incluso con la aplicación del 155 y la convocatoria de elecciones continúa la fuga de empresas.
Esta fuga en principio no debería tener una repercusión inmediata sobre el empleo, el negocio o los impuestos recaudados en Cataluña.
Sin embargo, los expertos indican que el cambio de ubicación de la directiva siempre termina arrastrando consigo parte de las operaciones y suele detener las inversiones en el territorio que se abandona, tal y como sucedió en Quebec tras los referéndums.
Entre las empresas que se han marchado se cuentan grandes corporaciones como Planeta, Gas Natural, CaixaBank, Sabadell, Abertis, Catalana Occidente, Cellnex, Applus, eDreams Odigeo, Bimbo, Codorniú, Aguas de Barcelona, Torraspapel o Idilia Foods. Solo las primeras trece cotizadas que cambiaron su domicilio reúnen una capitalización conjunta de 84.396 millones y una cifra de negocio de 49.327 millones, según cálculos de EL PAÍS extraídos de sus cuentas de resultados.
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