La teoría de que podría ser una doble desató una tormenta en las redes sociales, pero el misterio ya tiene solución.
El pasado 13 de octubre, Donald Trump regresó a
la Casa Blanca tras un viaje a Maryland.
Allí se acercó a hablar con la
prensa acompañado de su esposa Melania.
El 18 de octubre el usuario de
Twitter Joe Vargas aprovechó que las imágenes se emitían en la CNN para
subir un vídeo a su cuenta y explicar al mundo que aquella no era
Melania.
El 19 de octubre el mundo se volvió loco con la posibilidad.
De repente, todos decidieron mirar de cerca aquellas imágenes que eran,
inicialmente, iguales que los cientos de imágenes que existen de una de
las parejas más fotografiadas en el mundo desde que Trump inició su
carrera presidencial en 2015.
Y el detalle definitivo que muchos consideran un gran ejemplo de una excusatio non petita, accusatio manifesta.
Donald Trump declara durante su aparición ante la prensa la siguiente
frase: "My esposa Melania, que resulta que está aquí mismo…". Vamos a
verlo otra vez:
O tan fácil, por si alguien pudiese llegar a
creer que la mujer que llevaba las gafas no era la misma que apareció
sin ellas, como pedir su opinión a un experto en lenguaje corporal (lo hizo la edición estadounidense de Vogue) que
confirme que esa mujer se comporta exactamente como hemos visto a
Melania comportarse en todas sus apariciones anteriores.
El especialista
también confirmó a la publicación femenina que algunas gafas de sol con
formas angulosas pueden alterar nuestra percepción de los rasgos de
otra persona.
Y no sería la primera vez que el maquillaje transforma el
rostro de una mujer hasta dejarla irreconocible (en 2015 Uma Thurman alarmó a sus seguidores al aparecer irreconocible en una alfombra roja, pero no se trataba de cirugía estética, solo de un maquillaje desafortunado).
Si algo evidencia este episodio no es solo el
amor que las redes sociales profesan a la teoría conspiranoica, sino el
estado de credibilidad de un presidente al que se le acusa de haber
contratado a una doble para que haga las veces de primera dama ante la
prensa. Curiosamente existen cientos de dobles de Donald Trump
disponibles en agencias de dobles de celebridades tan famosas como la de Susan Scott,
pero ninguna de Melania Trump todavía. En todo caso, también existen
precedentes del uso de dobles en la política, solo que en el otro
extremo del espectro democrático: tanto Saddam Hussein como Joseph
Stalin usaron dobles en su momento por motivos de seguridad o estrategia
y se rumorea que es una práctica también común en las apariciones de la familia Kim en Corea del Norte.
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