La actriz que da vida a Samantha Jones en 'Sexo en Nueva York' asegura que hace un año ya anunció que no quería hacer una tercera película.
Las actrices Kim Cattrall y, a la derecha, Sarah Jessica Parker. cordon press.
Carrie Bradshaw y Samantha Jones más que amigas son cómplices. Juntas subidas en tacones de muerte y vestidos imposibles se apoderaron junto a Charlotte York y Miranda Hobbes de las calles de Nueva York. Pero la realidad dista mucho de la ficción.
Desde que el 22 de febrero de 2004 se emitiera por última vez la serie Sexo en Nueva York los rumores sobre la mala, o más bien pésima, relación que mantenían Sarah Jessica Parker (Carrie) y Kim Cattrall (Samantha) se dispararon.
Y aunque durante mucho tiempo ambas lo negaron y no se adentraron en hablar más del tema, parece que 13 años después por fin se han quitado las máscaras y han dejado en evidencia que lo que se rumoreó durante años es cierto.
“La única DEMANDA que hice fue que no quería hacer una tercera
película... y eso fue en 2016", respondió Cattrall a la acusación del
tabloide en su cuenta de Twitter.
Más tarde, la actriz decidió dar su versión de la historia en una entrevista con Piers Morgan.
“Y ahora en este mismo momento es increíble cómo tienes una mala prensa sobre algo a lo que me he negado a hacer durante casi un año”, sentenciaba Cattrall. También negó ser una diva, tal y como se le ha calificado por su negativa a volver a dar vida a Samantha Jones en una nueva entrega cinematográfica. "Aquí es cuando debo responsabilizar a gente de Sexo en Nueva York, especialmente a Sarah Jessica Parker, creo que ella ha podido ser más gentil", expresó la actriz.
“No sé cuál es su problema, nunca lo he sabido", añadió.
Carrie Bradshaw y Samantha Jones
más que amigas son cómplices. Juntas subidas en tacones de muerte y
vestidos imposibles se apoderaron junto a Charlotte York y Miranda
Hobbes de las calles de Nueva York. Pero la realidad dista mucho de la
ficción
. Desde que el 22 de febrero de 2004 se emitiera por última vez la serie Sexo en Nueva York los rumores sobre la mala, o más bien pésima, relación que mantenían Sarah Jessica Parker (Carrie) y Kim Cattrall (Samantha) se dispararon.
Y aunque durante mucho tiempo ambas lo negaron y no se adentraron en hablar más del tema, parece que 13 años después por fin se han quitado las máscaras y han dejado en evidencia que lo que se rumoreó durante años es cierto.
Todo comenzó con una reciente declaración de Parker,
de 52 años. "Se acabó... no lo vamos a hacer.
Estoy decepcionada, teníamos un guion precioso, divertido, desgarrador y con historia. No es solo decepcionante que no podamos contar la historia y tener la experiencia, es más decepcionante para la audiencia que tanto ha esperado otra película", decía la intérprete en una entrevista con Extra TV.
La actriz hablaba del rodaje de la tercera película de Sexo en Nueva York. Su compañera de reparto Kristin Davis (Charlotte), también confirmaba la noticia en su cuenta de Instagram.
El tabloide británico Daily Mail no tardó en lanzar la bomba que desató los dimes y diretes. Según ellos, Cattrall, de 61 años, exigió que Warner Bors produjera otras películas realizadas por ella y que están en desarrollo, o no aceptaría el proyecto. La productora se negó a aceptar las condiciones de la intérprete y terminó cancelando la cinta.
“La única DEMANDA que hice fue que no quería hacer una tercera película... y eso fue en 2016", respondió Cattrall a la acusación del tabloide en su cuenta de Twitter. Más tarde, la actriz decidió dar su versión de la historia en una entrevista con Piers Morgan.
“Y ahora en este mismo momento es increíble cómo tienes una mala prensa sobre algo a lo que me he negado a hacer durante casi un año”, sentenciaba Cattrall.
También negó ser una diva, tal y como se le ha calificado por su negativa a volver a dar vida a Samantha Jones en una nueva entrega cinematográfica. "Aquí es cuando debo responsabilizar a gente de Sexo en Nueva York, especialmente a Sarah Jessica Parker, creo que ella ha podido ser más gentil", expresó la actriz. “No sé cuál es su problema, nunca lo he sabido", añadió.
Y en un intento por evitar que sus palabras sean sujetas a otras
interpretaciones, Cattrall ahondó en su declaración.
“La respuesta siempre ha sido no, un respetuoso y firme no. Nunca he pedido más dinero, no he pedido otros proyectos
. Que me juzguen como una diva es absolutamente ridículo”, especificó.
La actriz explicó que se unió a la primera película de la franquicia
cuando se sintió lista para regresar, después de su divorcio y de la
enfermedad de su padre. Sin embargo, ahora quiere seguir adelante con
otras cosas. "Estas circunstancias son diferentes para mí", dijo
Cattrall durante la entrevista. "Este es un capítulo que quiero
terminar. Comenzaré uno nuevo y me siento muy segura de que mi futuro
depende de esta decisión. Es mi derecho. De eso, irónicamente, fue de lo
que siempre se trató Sexo en Nueva York".
. Desde que el 22 de febrero de 2004 se emitiera por última vez la serie Sexo en Nueva York los rumores sobre la mala, o más bien pésima, relación que mantenían Sarah Jessica Parker (Carrie) y Kim Cattrall (Samantha) se dispararon.
Y aunque durante mucho tiempo ambas lo negaron y no se adentraron en hablar más del tema, parece que 13 años después por fin se han quitado las máscaras y han dejado en evidencia que lo que se rumoreó durante años es cierto.
Estoy decepcionada, teníamos un guion precioso, divertido, desgarrador y con historia. No es solo decepcionante que no podamos contar la historia y tener la experiencia, es más decepcionante para la audiencia que tanto ha esperado otra película", decía la intérprete en una entrevista con Extra TV.
La actriz hablaba del rodaje de la tercera película de Sexo en Nueva York. Su compañera de reparto Kristin Davis (Charlotte), también confirmaba la noticia en su cuenta de Instagram.
El tabloide británico Daily Mail no tardó en lanzar la bomba que desató los dimes y diretes. Según ellos, Cattrall, de 61 años, exigió que Warner Bors produjera otras películas realizadas por ella y que están en desarrollo, o no aceptaría el proyecto. La productora se negó a aceptar las condiciones de la intérprete y terminó cancelando la cinta.
“La única DEMANDA que hice fue que no quería hacer una tercera película... y eso fue en 2016", respondió Cattrall a la acusación del tabloide en su cuenta de Twitter. Más tarde, la actriz decidió dar su versión de la historia en una entrevista con Piers Morgan.
“Y ahora en este mismo momento es increíble cómo tienes una mala prensa sobre algo a lo que me he negado a hacer durante casi un año”, sentenciaba Cattrall.
También negó ser una diva, tal y como se le ha calificado por su negativa a volver a dar vida a Samantha Jones en una nueva entrega cinematográfica. "Aquí es cuando debo responsabilizar a gente de Sexo en Nueva York, especialmente a Sarah Jessica Parker, creo que ella ha podido ser más gentil", expresó la actriz. “No sé cuál es su problema, nunca lo he sabido", añadió.
“La respuesta siempre ha sido no, un respetuoso y firme no. Nunca he pedido más dinero, no he pedido otros proyectos
. Que me juzguen como una diva es absolutamente ridículo”, especificó.
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