Una
exposición en el Museo Nacional de Ciencias Naturales aborda la obra y
la vida de las mujeres distinguidas por la Academia sueca.
La escritora Concha Espina.
Concha Espina (Santander, 1869-Madrid, 1955) es más que una estación
de metro. O es una estación de metro porque fue mucho más: poeta,
dramaturga, periodista y novelista compulsiva. Fue también —y ya se
borró del recuerdo colectivo— la escritora española que estuvo más cerca
del Nobel. En 1926 perdió frente a la italiana Grazia Deledda.
Una exposición dedicada a las mujeres
que han ganado el premio a lo largo de la historia (48, una de ellas,
Marie Curie, en dos ocasiones) recupera también la historia de la autora
que pudo ser y no fue. Espina llegó a estar propuesta en nueve
ocasiones y, en tres de ellas (1926, 1929 y 1931), fue candidata. "Fue
propuesta al Nobel por 25 nominadores de numerosos países, entre ellos
los españoles Jacinto Benavente, Gerardo Diego o Santiago Ramón y
Cajal", señala Belén Yuste, una de las comisarias de la muestra, que se
puede visitar en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) hasta el
próximo 20 de marzo. En la exposición, Espina comparte un espacio, A
punto de Nobel, junto a la polaca Irena Sendler, que salvó a 2.500 niños
judíos del gueto de Varsovia.
Cuarzo piezo-eléctrico diseñado por Pierre Curie.
Tampoco accedería a la Real Academia de la Lengua (RAE), si bien fue distinguida con su premio por la obra Tierra de Aquilón en 1924. Concha Espina fue una autora popular —el tirón de su primera novela, La niña de Luzmela,
hizo que el pueblo donde se inspiró adoptase este topónimo— y
reconocida por las instituciones, también internacionales. Fue
vicepresidenta de la Hispanic Society (pese a ello ha estado ausente de
la muestra del Museo del Prado) y miembro de honor de la Academia de las
Letras y las Artes de Nueva York.
Mujeres Nobel se centra especialmente en las biografías de 12
de las 48 ganadoras del galardón, entre ellas Marie Curie (Física y
Química), Selma Lagerlöf (Literatura), Nelly Sachs (Literatura), Rita
Levi-Montalcini (Medicina), Wangari Maathai (Paz) o May Britt-Moser
(Medicina). Además de paneles explicativos sobre ellas, se exponen
objetos como un cuarzo piezoeléctrico diseñado por Pierre Curie para
medir la radiactividad, destacado por Soraya Peña, coordinadora de la
exposición, como "uno de los cinco prototipos que se conservan en todo
el mundo", los botines que utilizaba la sueca Selma Lagerlöf debido a su
lesión de cadera, la tesis firmada por la última Nobel de Medicina, May
Britt-Moser, o una vajilla del banquete que sigue a la entrega del
premio.
"El objetivo es difundir la vida y la obra de las científicas a un
público general", señaló Yuste, que ha destacado la implicación de las
embajadas de los distintos países con mujeres premiadas, así como la
colaboración del Museo del Nobel en Estocolmo y el Instituto de Oslo. En
paralelo a la muestra, organizada por el MNCN, el Consejo Superior de
Investigaciones (CSIC) y Rocaviva eventos, se han programado talleres y
conferencias como la de Pierre Joliot-Curie, hijo y nieto de cuatro
premios Nobel, que hablará sobre la lucha de las mujeres científicas el
jueves 26 de septiembre.
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