Lo que le diferencia de la Duquesa de Cambridge es también un infalible truco de estilo
“Camina siempre como si tuvieras a cuatro hombres caminando detrás de ti”. La frase la pronunció el diseñador Oscar de la Renta y el truco lo puso en práctica Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker en su personaje de la serie 'Sexo en Nueva York').
Sin embargo, fue Diana de Gales quien hizo elegancia de lo sexy convirtiéndose en la imagen de una tendencia que sigue vigente hoy: el tacón sensato.
LADY DI COMO ICONO DEL 'STILETTO'Mucho antes de que las “influencers” convirtieran en éxito todo aquello que llevan, antes de que naciera el estatus de It Girl y por supuesto, antes del “efecto Kate”, el carisma de Diana de Gales disparaba las ventas de las marcas de moda.
Según declaró hace dos décadas un empleado de la marca Hunter, en el momento en que la princesa se puso las botas de agua típicas de la marca (durante una estancia en Balmoral junto al príncipe Carlos), las ventas alcanzaron cifras nunca vistas.
Era 1981 y su poder de prescripción sobre la ropa y los accesorios que vestía era innegable.
Siguiendo el consejo de construir un uniforme de trabajo (como lo hizo antes Isabel II de Inglaterra, o más recientemente, la Reina Letizia) que le valiera también para construir una imagen pública (lo que hoy se llama "Power Dressing" en comunicación política), Diana de Gales escogió un modelo de zapato que aunara las tres características del stiletto perfecto: que fuera elegante, que pudiera llevarse en todos los colores, y, que fuera cómodo.
Ajena a las tendencias de los años 80, Lady Di nunca se subió a las plataformas, ni experimentó con el tacón de aguja: siempre se mantuvo fiel a la regla de los 4 centímetros, tendencia que hoy llamamos "tacón sensato".
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