Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
15 jul 2017
¿Se marchará Cristiano?................................... Boris Izaguirre....
Los barcos de Ronaldo han ido creciendo en espectacularidad, eslora y escándalo cada año.
El yate alquilado por Cristiano Ronaldo, el 8 de julio en Formentera. GTRESONLINE
Casi me ahogo con el abordaje al barco de Cristiano Ronaldo por unos agentes de Aduanas,
dependiente de la Agencia Tributaria. Primero, me ha sentado como un
jarro de agua fría enterarme de que el barco es alquilado. Ya sé que es
mejor disfrutar del barco de tus amigos que tener uno propio, pero es
que no me calza que Cristiano, que es el más rico de la isla de Madeira, no sea propietario ni de una chalana. Después, ¿puede haber un momento más aguafiestas que una lancha negra,
de la Agencia Tributaria, apareciendo en una de las calas más chic
de Formentera dispuesta a cerciorarse de que está todo en regla con tu
yate alquilado? Además, con tu mamá y tus amigos asistiendo perplejos a
la "visita". Desde luego que no. Recordé la vez que esa misma Agencia le
hizo lo mismo a la baronesa Tita Thyssen, pero no fue en alta mar sino
en el puerto, que resulta más discreto. En Juan y Andrea, el chiringuito
donde Ronaldo tomaba mucha agua embotellada con Georgina, se hacían
apuestas con que los tres agentes que subieron a bordo eran todos del
Barça. Los clientes celebraban o se entristecían con que Ronaldo, tras
considerar esto una humillación, estaría sopesando un brexit duro del Real Madrid. Hay que recordar que los barcos de Cristiano han ido
creciendo en espectacularidad, eslora y escándalo cada año. Y que cada
verano en la proa de esos navíos parecía un set publicitario
de ropa interior masculina, chicazos mimetizándose con el rey del
fútbol, exhibiendo abdominales, depilación extrema y calorías buenas a
un punto que este verano debieron llamarles la atención e introdujeron a
un blandisexy, como llaman ahora a los gorditos en las
piscinas municipales. Estas vacaciones la familia portuguesa, que
obviamente no se alimenta igual que Ronaldo y Georgina, ha tenido que ver lo que jamás se imaginó: inspectores de la Agencia Tributaria en shorts y gruesos calcetines negros trepando al yate como corsarios. Una influencer,
persona influyente, de Formentera me ha dicho que en la mini isla
desean que con este abordaje Cristiano se aleje hacia otra costa del
Mediterráneo. ¿Mykonos?
En la otra orilla, en América, preocupa más mantener a flote la presidencia de Trump. Y el affaire del hijo del presidente con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, a la que señalan como infiltrada, es como otra vía de agua en el Titanic tras chocar con un iceberg ruso. El asunto podría demostrar que la campaña de Trump empleó información privilegiada de los rusos contra Hillary Clinton y ha puesto de moda la palabra "infiltrada" en EE UU. Puede que la verdadera infiltrada sea Melania Trump,
una agente centroeuropea en la Casa Blanca. Melania, que sabe nadar y
guardar la ropa, combina los verbos ser y estar. "Porque es y está
infiltrada", me comentó socarrona mi amiga de Formentera. Carlos de Inglaterra y la duquesa de Cornualles saludan a los Reyes, el pasado 12 de julio en Londres.efe Otro lío de parejas ha sido el no beso entre los Reyes de España y los duques de Cornualles. Forma parte ya de esta deseadísima visita de Estado, que fue pospuesta
dos veces y que arrancó el miércoles con un titular del Times anunciando que el exrey Juan Carlos podría competir en amantes con el mismísimo Julio Iglesias. La revista Vanity Fair
bromeó con que esta información, proporcionada por uno de los
periódicos más monárquicos del mundo, serviría de tema de conversación
durante la cena de Estado con la reina Isabel. Pero la verdad es que las diferentes tradiciones, conducir unos por la
izquierda y otros por la derecha, chocaron cuando Carlos y Felipe no
acertaron en cómo besar a Camila y a Letizia. Una colisión múltiple. Un
momento awkward, como dijo la prensa inglesa, tan inconveniente
como el saludo de los policías tributarios en el barco de Ronaldo. Una
amiga de Miami señala que el problema está en que Carlos no lleva bien
que generaciones más jóvenes se hagan reyes mientras él continua como
Príncipe de Gales y eso pone más nerviosos a los monarcas jóvenes, que
tampoco saben cómo tratarlo. Superado ese escollo, poco después, Felipe logró impactar, esta vez sí,
un besazo en la purísima mejilla de Isabel II. Las inglesas, tan
pragmáticas como evitadoras del contacto físico repentino con
desconocidos, recurren a aparatosos sombreros para dificultar cualquier
acercamiento o intromisión en su zona de confort. Intromisión que podría
haberse evitado, como la que se produjo en el barco alquilado y zona de
confort de Ronaldo I, rey de los goles.
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