Parte del triunfo de Zubi, la firma de bolsos
estampados con fotos tomadas por todo el planeta, se debe a estas tres
mujeres de Almonacid del Marquesado. Esta es su historia.
Los bolsos de la firma española se fabrican en el pequeño municipio de Almonacid del Marquesado.
Foto: Cortesía de Zubi
Si hay dos cosas que se le den bien a Celeste son la costura y la
cocina.
Aprendió a coser siendo una niña con la máquina de su madre
(“una Alfa de esas con pedales”, dice) y no ha dejado de hacerlo desde
los 15 años.
Sus manos privilegiadas y su ojo para el patronaje la han
convertido en figura clave del equipo Zubi, la firma de bolsos españoles especialista en transformar una imagen de cualquier rincón del mundo en el clutch más especial del lugar.
Las hermanas Zubizarreta están detrás del proyecto y viajan alrededor
del globo disparando las fotografías que después mutarán en bolso.
Celeste, Almudena y Agripina, tres mujeres de entre 40 y 60 años, forman
el núcleo central del equipo que materializa sus ideas.
Costureras casi
de nacimiento, cortan las telas estampadas y las transforman en pouch, totes e incluso mochilas en un pequeño taller situado en el municipio conquense de Almonacid del Marquesado
.
Hasta sus respectivos maridos arrimaban el hombro en los inicios del
proyecto poniendo los tiradores a las cremalleras.
Y ellas, que además
de en la costura son duchas en la repostería, acompañaban los envíos a
Madrid con un buen surtido de pastas.
“Me gusta mucho hacer rosquillas
de San Blas”, confiesa Celeste al otro lado del teléfono.
Así, entre telas y bollos, se ha forjado lo que ellas llaman ‘familia
Zubi’.
Una perfecta simbiosis que incluye viajes desde Madrid a Cuenca,
videollamadas y fotografías enviadas a través de Whatsapp para cumplir
los estándares de calidad que ya caracterizan a la firma.
Durante
estos cinco años de vida (la marca nació en 2012), los bolsitos
estampados se han convertido en seña de identidad de la casa y han ido
ganando en reconocimiento y visibilidad. Eugenia Silva, Gala González y un buen puñado de influencers
más los han lucido en numerosas ocasiones.
La clave de su éxito radica
en lo original de la propuesta: transformar fotografías tomadas en
California, Japón o Galicia en bolsitos de algodón que hasta incluyen
las coordenadas GPS del lugar donde se tomó la imagen.
Pero también en
su apuesta por fabricar en España potenciando la manufactura local y
premiando la experiencia. “Mercedes y Elena –que así se llaman las
fundadoras de Zubi– confían mucho en nosotras”, cuenta Celeste a S Moda.
“A veces me preguntan y yo les aconsejo lo que creo que quedará mejor.
Considero que es importante saber patronar y tener visión para que las
cosas salgan bien”, añade.
“La verdad es que nuestras costureras son parte del equipo, su
dedicación e ilusión enormes nos empujan a ser mejores.
Para nosotras no
son proveedoras lejanas, la verdad es que ningún proveedor lo es, nos
sentimos muy responsables de su bienestar y del de sus familias”, nos
cuenta Mercedes Zubizarreta. “Trabajamos mano a mano con ellas.
Al
principio viajábamos semanalmente al taller pero ahora Esther, que es
sobrina de Celeste y Almudena, es nuestros ojos en Cuenca y las coordina
desde allí. Sus padres tienen un bar en el pueblo donde comemos platos
caseros cuando vamos
. Como puedes ver nos sentimos más las primas de
Madrid que van de visita que las jefas”, detalla la cofundadora de Zubi.
Esa filosofía cercana es la que siguen sus diseños que acercan paisajes
de lo más exóticos a consumidoras de todo el mundo.
Venden
internacionalmente a través de su tienda online pero también tienen puntos de venta físicos en lugares tan lejanos y dispares como China, Argentina o Estados Unidos. Su último hito fue estrenar hace un año su propia flagship
en el número 22 de la madrileña calle Zurbano. “Creemos que la tienda
física sigue siendo insustituible, es la única forma de vivir el
universo de la marca. Es verdad que las tiendas online han mejorado
mucho la experiencia gracias a los contenidos relacionados y las redes
sociales, pero por ahora no son capaces de igualar el mundo físico”,
explica Zubizarreta.
La firma ha ampliado su oferta a pañuelos de seda, bolsos de piel, decoración y papelería. Foto: Cortesía de Zubi
.Al principio la marca solo contaba con clutches de algodón disponibles en un par de tamaños. A día de hoy comercializan infinitas versiones de sus piezas de tela y han sumado bandoleras de piel, pañuelos de seda, llaveros, elementos de decoración para el hogar y una línea de papelería. La piel la cosen en Gijón, los pañuelos en Barcelona, los complementos de cuero en Elda y los charms 3D en Madrid. Lo único que producen fuera es el print
de cuero, que es italiano, del lago de Como. “Creemos que Zubi es mucho
más que un estampado, eso es sólo la punta del iceberg. Además, desde
que abrimos la tienda tenemos un espacio mayor donde exponer nuestros
productos, sin depender de un scroll, por lo que nos ha dado
alas a intentar más cosas”, nos cuentan. A pesar de la calidad de su
propuestas, los precios son asumibles.
Pueden hacerse con sus bolsos de
algodón a partir de treinta euros y sus piezas de piel en contados casos
superan los doscientos.
Las tres costureras que forman parte central del equipo que realiza los bolsos Zubi. Foto: Cortesía de Zubi / Fashion Revolution
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