La figura de Miguel Ángel Blanco concita a todos los partidos vascos, incluido Sortu

Mikel Ormazabal

• El parlamentario Julen Arzuaga ha estado presente junto a compañeros de la coalición EH Bildu.

  

  Los asistentes al homenaje a Miguel Ángel Blanco este martes en Ermua. J.H. Juantegui

  Hace 20 años, cuando ETA tenía secuestrado a Miguel Ángel Blanco en una bajera y le había dado 48 horas de vida antes de matarle de dos tiros en la cabeza, Herri Batasuna se quedó solo apoyando con su silencio cómplice aquella cruenta acción. Hoy, la figura del edil popular asesinado por la banda terrorista, un símbolo de la lucha ciudadana por la libertad y frente al terrorismo, ha conseguido reunir en Ermua (Bizkaia) a representantes de todos los partidos políticos, incluida la izquierda abertzale.
  Sortu ha participado este martes al mediodía en el homenaje que el Ayuntamiento ha organizado en recuerdo al concejal.
    Es la primera vez que esta formación independentista acude a un acto de tanto simbolismo. 
  El parlamentario Julen Arzuaga ha estado presente junto a compañeros de la coalición EH Bildu en la ofrenda floral junto a la escultura erigida en Ermua en memoria a las víctimas del terrorismo.
  La hermana del homenajeado, Marimar Blanco, hoy diputada del PP, no ha asistido al acto en Ermua porque este martes se vota en el Congreso el techo de gasto.

   Sí que ha estado el socialista Patxi López, también diputado, que debería participar también en esa votación.

  El homenaje ha supuesto un paso más en la dinámica que la izquierda abertzale ha adoptado en los últimos meses con respecto a las víctimas de ETA.
   Arzuaga ha acudido a Ermua acompañado por la portavoz parlamentaria y candidata a lehendakari Maddalen Iriarte y del secretario general de EA (Eusko Alkartasuna), Peio Urizar. Además de un concejal de esta formación en el consistorio. Hace un año participaron en este mismo acto dos de los tres ediles de EH Bildu.
   Se ausentó la única representante de la izquierda abertzale, Hiart Redondo.
  La celebración de los 20 años del asesinato de Blanco ha reunido en Ermua a una representación política mucho más amplia que en años precedentes.
   Itsaso Atutxa ha representado al PNV, Patxi López e Idoia Mendia, entre otros muchos socialistas, han acudido en nombre del PSOE, además del presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, encabezando una amplia delegación de su partido, y de Nagua Alba como líder de Podemos Euskadi.
   Entre el público también se encontraban la presidenta de la Cámara vasca, Bakartxo Tejería; la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y el secretario de Convivencia, Jonan Fernández, además de miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de los sindicatos y l clase empresarial.
  El alcalde de Ermua, el socialista Carlos Totorica, quien también ocupaba este cargo cuando mataron a Blanco, ha tomado la palabra para ensalzar la figura de su compañero de corporación y subrayar con insistencia el papel que jugaron los vecinos de su localidad y el conjunto de la sociedad vasca y española cuando decidieron levantar sus manos contra ETA “para luchar por la vida y la libertad e todos”. 
  “El miedo a la amenaza de ETA, el sufrimiento por la falta de libertad y el dolor por los asesinatos de cientos de personas crearon una realidad insorportable para todos”, ha dicho el regidor, quien ha añadido: “Los ciudadanos fuimos los motores de la derrota de ETA. Nos mataron a muchos, pero no nos robaron la dignidad ni la libertad”.“Ahora queda que ETA se disuelva y que Herri Batasuna [por la izquierda abertzale] critique su pasado. 
  Y las víctimas merecen que se les pida perdón”, ha enfatizado Totorica en presencia de los representantes de EH Bildu.
  Antes de comenzar el homenaje, Arzuaga, Iriarte y Urizar han sido saludados por los socialistas López, Mendia y Jesús Eguiguren, mientras que los populares Alonso y Sémper han preferido mantener las distancias y evitar el contacto directo con los miembros de EH Bildu. 
  Cuando el protocolo ha ordenado a los políticos colocarse frente al pequeño escenario desde el que ha pronunciado unas palabras Totorika, Arzuaga ha permanecido flanqueado por Atutxa (PNV) y Alba (Podemos), con el presidente de los populares algo más alejado.
  La coalición ha bloqueado hasta en dos ocasiones esta semana sendas declaraciones sobre Miguel Ángel Blanco en el Ayuntamiento de Vitoria y en las Juntas Generales [Parlamento provincial] de Álava.
   Este mediodía ha dado el paso de sumarse al homenaje al edil popular asesinado hace dos décadas.Atutxa (PNV) ha destacado precisamente la “imagen de unidad”, sin citar a la asistencia de EH Bildu, que se ha producido hoy en Ermua.
  En cambio, el exministro del PP Alfonso Alonso ha sido muy crítico con la presencia de Arzuaga en la primera fila de los representantes políticos:
   “Sobraba Arzuaga”, ha dicho el dirigente popular: “Arzuaga ha venido a blanquear su imagen.
   No pidió la liberación de Miguel Ángel Blanco cuando lo tenía secuestrado ETA, y aplaudió cuando le asesinaron. Todavía no ha condenado aquel asesinato”.
   Alfonso también ha querido resaltar que la muerta cruel de Blanco supuso “el día en que ETA se quedó sola” hasta quedar “derrotada por la dignidad del pueblo”.