¿Existe realmente la intuición femenina?
Algunas teorías sugieren que
las mujeres al ser consideradas el sexo débil durante siglos tuvieron
que desarrollar una gran atención en los pequeños detalles para poder
sobrevivir.
Más que una explicación científica detrás de la llamada
'intuición femenia' reside un pasado de desigualdad.
Algunas teorías sugieren que
como las mujeres eran consideradas el sexo débil tuvieron que
desarrollar una gran atención a los detalles para sobrevivir.
Foto: Cordon Press
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Saber cuándo hay gato encerrado, cuándo alguien te está
mintiendo en casa o cuándo, pese a que hace sol, es necesario llevar un
paraguas porque algo te dice que habrá una tormenta imprevista.
La
intuición es clave en la supervivencia humana, porque es ese algo que
nos avisa para ir un paso por delante.
Sin
embargo, ¿somos todos igual de intuitivos?
Está claro que no, aunque lo
que no se tiene claro es si la diferencia es propia de la diversidad
entre personas o si es algo que tenga que ver con el género.
Y es que
Shakira no era la única en recordar que “las mujeres somos las de la intuición”, parece que en general, estamos acostumbrados a pensar que las mujeres son más intuitivas.
La ciencia ha buscado respuestas a la existencia de una “intuición femenina”, y ha llegado a sus conclusiones.
Un estudio,
realizado en 2014 por científicos de la Universidad Pompeu de Fabra de
Barcelona y de la Universidad de Granada, entre otros, con más de 600
estudiantes, defendía que la intuición femenina no solo existe, sino que
de hecho puede tener un componente biológico, “relacionado con la menor
exposición prenatal a la testosterona que experimentan las mujeres en
el vientre materno, que las predispondría a adoptar durante sus vidas un
pensamiento ‘más intuitivo y menos reflexivo’ que los hombres”, tal y
como publicaban en la revista Psychoneuroendocrinology.
El debate evolutivo
En realidad, la teoría de que las mujeres son más intuitivas tiene un componente evolutivo.
Expertos señalan que las mujeres pueden ser más intuitivas,
porque nuestros ancestros tendrían que haber necesitado conectar más
con su intuición para la supervivencia de sus hijos, por lo que se
habrían acostumbrado más a conectar con una persona diferente a sí
mismas y a entender señales cuando aún no podían hablar.
Sobre esta idea, la psicopedagoga Zoraida Granados
aclara que lo primero que hay que matizar es qué entendemos por
intuición, que define como “la facultad de comprender las cosas de
manera instantánea, sin necesidad de que medie el razonamiento, la idea o
la percepción”.
No se trata una idea tan baladí, y es que Granados
defiende que “tiene un importante poder, que reside en la velocidad con
la que se nos transmite la información, desde un estímulo”.
Así, la idea de la teoría evolutiva, según la experta “está
apoyada por muchos sociólogos e historiadores”, y no solo se basa en la
maternidad, sino en la idea del poder, o más bien de la falta del mismo.
“Durante siglos, la mujer dependía del llamado sexo fuerte para que la
protegiera, la escogiera en matrimonio o le diera ‘su lugar’ en la
sociedad. Esto la obligaba a escudriñar, analizar y ‘leer’ las
expresiones de aquellos que tenían poder, para así manejar la situación a
su conveniencia, o incluso para sobrevivir”.
Otra de las teorías sobre por qué parece que las mujeres son más intuitivas se basa en una cuestión mucho más sencilla: ellas
prestan más atención a los detalles.
Es decir, que no se trata de una
habilidad inherente a un sexo o a una persona, sino de algo que se hace
si se pone empeño en ello.
Las mujeres son, en general, más detallistas
que los hombres.
De esta forma, un trabajo de la Universidad de Oregón,
centrado no solo en la intuición, sino sobre todo en la empatía,
concluyó que las mujeres obtenían mejores resultados que los hombres
solo cuando se les recordaba el estereotipo de que las mujeres son más
empáticas.
Su resumen era que “los resultados sugieren que las
diferencias de género en el rendimiento exactitud empática son el
resultado de las diferencias de motivación y no se deben a simples
diferencias de capacidad entre hombres y mujeres”.
Asimismo, otro estudio de Richard Wiseman, de la Universidad
de Hertfordshire en Hatfield, mucho más extenso ya que contó con la
participación de 15.000 personas, afirmaba directamente que “la
intuición femenina es un mito”.
La idea era que tanto hombres como
mujeres fueran capaces de identificar en fotografías si una sonrisa era
falsa. Si inicialmente las mujeres se calificaron como más intuitivas
que los hombres, a la hora de verdad, las mujeres detectaron las
sonrisas falsas en un 71% y los hombres en un 72%, lo que llevaba a
afirmar a Wiseman que “estos resultados cuestionan la idea de que las
mujeres realmente son más intuitivas que los hombres.
Algunas
investigaciones anteriores han encontrado pruebas de la intuición
femenina, pero tal vez con el tiempo los hombres se han puesto más en
contacto con su lado intuitivo”.
Parece que más que una cuestión de
ciencia, la respuesta está en una educación sexista, y que la evolución
de la misma, nos lleva también a habilidades más igualitarias.
Sin embargo, aunque esta teoría tiene sus defensores y sus
detractores, no olvida que se trata de un análisis que es difícil de
mantener hoy en día, ya que “afortunadamente, la sociedad cambia a un
ritmo vertiginoso, nos hace adaptarnos a los enormes cambios diarios, y
esa intuición como rasgo femenino, no es único.
Ya que es una
herramienta de adaptación y resiliencia”, independiente del género.