Una caprichosa selección, sin pretensiones jerárquicas, de iniciación a este género.
Son restrictivos, excluyentes y arbitrarios los consejos que puedan aportarse a una videoteca de iniciación a la ópera, así es que un camino tan válido como cualquier otro no consistiría tanto en delinear una antología de las obras imprescindibles en la aspiración de un canon dogmático como "amontonar" los acontecimientos que más hayan podido impresionarles a uno, sobre todo cuando reúnen la extraña coincidencia de un fenómeno musical a la altura de un fenómeno escénico.
He aquí la caprichosa selección. Desglosada sin pretensiones jerárquicas.
1. "Tristán e Isolda", de Richard Wagner (Deutsche Grammophon)
Puede que no exista en la historia de la ópera una obra de la importancia, trascendencia, repercusión e influencia que el "Tristán" de Wagner.Han proliferado las grabaciones de gran altura, muchas de ellas captadas en vivo, en el Festival de Bayreuth, pero probablemente no existe mejor referencia audiovisual de la que nos proporcionan la clarividencia musical de Daniel Barenboim y la hondura teatral de Heiner Müller.
Se concibió el acontecimiento sobrenatural en la propia "colina verde" de Bayreuth.
Y contribuyeron a sublimarlo las voces en estado de gracia de Siegfried Jerusalem y Waltraud Meier.
2. "Los troyanos", de Hector Berlioz (BBC-Opus Arte)
He aquí una de las grabaciones más felices del catálogo audiovisual. La afinidad de John Eliot Gardiner a la obra mayúscula de Berlioz adquiere el vuelo de una dramaturgia prodigiosa de Giannis Kokkos.Que no aspira a la transgresión, sino a la audacia estética y conceptual.
Colaboran a la grandeza de "Los troyanos" las voces de un reparto en estado de gracia.
Tanto por la impactante actuación de Ana Caterina Antonacci en el papel de Casandra , como por la contribución de las estrellas del reparto: Susan Graham y Gregory Kunde.
"Elektra", de Richard Strauss (Naxos)
Es la obra maestra y póstuma del cineasta francés Patrice Chéreau. Una dramaturgia esencial, árida, incluso claustrofóbica que antepone el desgarro humano al antecedente mitológico. La "Elektra" de Chéreau es contemporáneamente antigua. Y representa una mujer vulnerable, epasmódica, tan desdichada en la tragedia familiar como en el vacío que le proporciona la venganza. Difícil, muy difícil, encontrar una versión tan honda, telúrica, rotunda, como la que proporciona Esa-Pekka Salonen en sintonía con los músicos de la Orquesta de París. Imposible encontrar una interpretación más rotunda, intensa y arrebatadora de la que proporciona la cantante germana Evelyn Herlitzius en un impresionante ejercicio de ensimismamiento. Esta grabación es dolorosa y catártica."Werther", de Jules Massenet (Decca)
Ni Massenet estaría entre los diez compositores más importantes de la historia, ni "Werther" podría figurar entre las diez óperas más importantes de la historia, pero semejantes evidencias no contraindican la oportunidad de recomendar este magnífico testimonio audiovisual concebido entre las paredes de la Ópera de París. La dramaturgia de Benoit Jacquor es tradicional/convencional en la mejor acepción posible -gran trabajo de actores, sutiles hallazgos conceptuales-, del mismo modo que se antoja memorable -en el matiz, en la ingeniería- la refinada e intensa dirección musical de Michel Plasson. Se percibe en la grabación la efervescencia y la emoción de los espectadores parisinos, fundamentalmente por la plenitud canora de Jonas Kaufmann y por la sensibilidad de Sophie Koch.El acontecimiento se produjo en el Teatro Châtelet de París. Y traslada toda la pasión que se vivió en el patio de butacas.
"L'Orfeo", de Claudio Monteverdi (varias opciones)
Cualquier discoteca/videoteca debería construirse a partir de "L'Orfeo" de Claudio Monteverdi.Que figura como la primera ópera de la historia digna de llamarse tal y que ha encontrado excelentes versiones en el ámbito audiovisual. Es justo y necesario referirse a la versión que concibieron en Zürich Jean Pierre Ponnelle y Nikolaus Harnoncourt (Uintel, Deutsche Grammophon), pero también destacar la poética concepción escénica de Tisha Brown a la que dio tanto vuelo la batuta de René Jacobs (BBC, Opus Arte), incluso la clarividencia sonora con que el maestro Jordi Savall marcó un hito en el Liceo (2002), sintonizando con la fábula dramatúrgica de Gilbert Defló (Opus Arte).
"Lady Macbeth", de Dimitri Shostakovich (Opus Arte)
No es sencillo asomarse a la desquiciada y claustrofóbica versión de "Lady Macbeth" que concibieron en la Opera de Holanda el maestro Mariss Jansons y el director de escena Martin Kusej. Destripan ambos la ópera de Shostakovich, la dotan de una intensidad y de una tensión que sujetan al espectador en una situación límite.Mérito del desgarro mismo de la partitura, pero también del memorable trabajo de Eva Maria Westbroek como protagonista absoluta y exuberante de una ópera que asusta, golpea y estremece.
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